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La Interpretación de Daniel 2:39

De todos los pasajes difíciles en la Biblia, los escépticos a menudo señalan uno que puede parecer más difícil que el resto. Ellos lo citan como prueba positiva de que el Antiguo Testamento contiene errores históricos. A causa de su naturaleza difícil, Daniel 2:31-45 conlleva consideración especial, y requiere nuestra investigación más profunda. La sección narra de la interpretación de Daniel en cuanto al sueño profético de Nabucodonosor:

Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó

Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo…

Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación (Daniel 2:31-34, 37-40,44,45, énfasis añadido).

Se han propuesto dos falacias en esta sección de la Escritura. La primera tiene que ver con los reinos que supuestamente están asociados con las diferentes partes de la estatua, y la segunda tiene que ver con el versículo 39 donde Daniel declara que, “después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo…”.

El punto de vista más ampliamente aceptado de la interpretación del sueño de Nabucodonosor es que las partes de plata, bronce y hierro y barro cocido de la estatua hacen referencia respectivamente al imperio medo-persa, al griego y al romano. Pero algunos cuestionan este punto de vista, diciendo que las secciones de la estatua hacen referencia al imperio medo, persa y griego. Sin embargo, este es un punto de vista que se puede refutar fácilmente: los medos nunca fueron un gran imperio, sino que existieron como un pequeño reino donde está localizado el Irán moderno. Como Leupold declaró: “Si la estatua representa la verdad histórica, la parte de plata no puede hacer referencia a un imperio medo, ya que nunca hubo tal imperio” (1989, p. 117).

El reino de Persia conquistó al reino de Media, entre otros pueblos y naciones, y llegó a convertirse en el gran Imperio Persa al capturar a Babilonia y subyugar al Imperio Babilónico. (También se conoce al Imperio Persa como el Imperio Medo-Persa, cf. Ester 1:19; Daniel 5:28). Algunos hablan vehementemente en contra de esta interpretación usando solamente la exégesis para obtener su punto de vista. Al hacerlo, ignoran toda evidencia histórica, arqueológica e incluso profética. Barnes correctamente declaró que “[e]l reino al cual se hace referencia aquí fue indudablemente el persa (establecido por Ciro en la conquista de Babilonia) que continuó a través de los reinos de sus sucesores hasta que fue conquistado por Alejandro el Grande” (1973, 1:158).

Ya que el segundo imperio debe representar al Imperio Medo-Persa y no al Imperio Medo inexistente, los críticos afirman que Daniel es históricamente inexacto ya que el Imperio Medo-Persa fue más grande y más rico que el Imperio Babilónico, y Daniel 2:39 hace referencia al segundo imperio como “inferior”. Tenga en mente que la referencia a ser inferior no significa que necesariamente era inferior en todo respecto. Leupold mencionó el hecho que el Imperio Persa fue inferior en el sentido de su influencia en el resto del mundo. La cultura babilónica fue dominante en esa parte del mundo por alrededor de 2,000 años, y es bien conocida por muchos de sus logros en la arquitectura y ciencia (p. 116).

Pero ¿tiene que referirse Daniel solamente al materialismo cuando dice que el reino sería inferior? Después de todo, la profecía de Daniel tenía que ver principalmente con el establecimiento del reino de Cristo (representado por la roca), el cual no es definido por el tamaño, la forma o la riqueza, pero por su gente. Tal vez “inferior” pudiera hacer referencia a la situación moral del imperio durante el reino de los persas, a diferencia de los babilonios. Barnes y Leupold mencionan esto como una posibilidad, declarando que desde el final del Imperio Babilónico, hasta el Imperio Romano, la ética y la moralidad declinaron grandemente (Barnes, 1:160; Leupold, p. 116).

Sea que fuera su influencia o moralidad, el Imperio Medo-Persa fue claramente inferior en algunos respectos, aunque superior en otros (tales como el tamaño y riqueza). Daniel 2:39 nunca mencionó qué era inferior en cuanto al segundo reino; en cambio, simplemente declaró que algo sería inferior, no necesariamente todo. Cuando se analiza el texto a la luz de la evidencia, la supuesta equivocación histórica de Daniel desaparece.

REFERENCIAS

Barnes, Albert (1973), Notes on the New Testament: Daniel (Grand Rapids, MI: Baker).

Leupold, H.C. (1989), Exposition of Daniel (Grand Rapids, MI: Baker).


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