¿Van los Bebés al Infierno Cuando Mueren?
Una de las armas a menudo usada por los escépticos es aprovechar los enunciados de la gente religiosa que hacen lucir a Dios como un déspota cruel que lanza a cualquiera y a todos en un lago tormentoso de fuego eterno. Sin embargo, cuando el texto de la Biblia es consultado, el escéptico queda en una posición muy indefendible. Considere el siguiente escrito de Ronald Defenbaugh, un auto-declarado ateo:
Una noche, una amiga regresaba a casa con nosotros después de un evento deportivo de nuestros hijos. Esta fue la primera vez que me di cuenta que podía tener un problema serio con mi creencia. Ella era una buena amiga de mi esposa, era miembro de nuestra Iglesia y era muy religiosa. Yo no recuerdo cómo llegamos a este tema, pero comenzamos a hablar acerca de la salvación. Ella declaró que aun cuando mi padre había sido honesto, atento y no había hecho nada más que lo bueno, él no recibiría salvación. Él solamente podía ir al Cielo si aceptaba a Cristo como su Salvador. Yo recuerdo que pensé que no me gustaba una deidad que enviaría a mi padre al Infierno bajo esas circunstancias. ¿Por qué un bebé, o mi padre, o incluso yo deberíamos ser enviados al Infierno porque no aceptamos a Cristo como nuestro Salvador? ¿Qué acerca de los judíos, musulmanes, hindúes, budistas? Otra vez, ¿qué acerca de mí? Esto hizo que comenzara a pensar que probablemente no tenía creencia. O a lo menos, no la entendía. Esta no calzaba en mi lógica (2003, énfasis añadido).
Después de oír de su amiga religiosa que su padre no estaría en el cielo a causa de su incapacidad de obedecer las enseñanzas de Jesús, el señor Defenbaugh rápidamente construyó un hombre de paja al insinuar que el Dios de la Biblia no tendría ningún problema en enviar a los bebés al infierno junto con los adultos conscientes y desobedientes.
¿Enseña la Biblia que los bebés irán al infierno cuando mueren? Para responder a esta pregunta, debemos encontrar un ejemplo bíblico en el cual un infante murió, y en el cual su destino eterno es registrado. Encontrarlo no es tan difícil. En 2 Samuel 12, el hijo recién nacido del Rey David cayó enfermo gravemente. Después de siete días, el niño murió. En los versículos 22 y 23, la Biblia registra que David dijo: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”. Es claro que el hijo muerto de David no regresaría a esta Tierra, pero David también dijo que un día, él estaría con su hijo. A través de inspiración, David documentó que su propio destino eterno sería estar “en la casa de Jehová” (Salmos 23:6). Por tanto, podemos concluir que “la casa de Jehová” sería el destino eterno de su bebé a quien David un día iría. El Rey David esperaba el día en que se reuniría con su hijo en el cielo. Absolutamente nada en este contexto insinúa que el alma del bebé muerto iría al infierno.
Además, Jesús dijo en Mateo 18:3-5:
De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Y en Lucas 18:16,17, Jesús remarcó: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.
Por lo tanto, se nos ha dado un ejemplo específico en el Antiguo Testamento de un bebé que muere y vivirá eternamente en el cielo. Y Jesús mismo, en el Nuevo Testamento, declaró que los niños conservan las cualidades que hacen a una persona elegible para heredar el reino de Dios. Entonces, vemos que los infantes y niños que mueren están en un estado seguro y vivirán eternamente en el cielo.
Si tenemos tales enunciados claros en la Biblia acerca del destino eterno de los infantes muertos y niños, ¿por qué ha enseñado erróneamente mucha gente religiosa que los bebés van al infierno cuando mueren? Debido a la naturaleza influyente de Juan Calvino y sus enseñanzas, mucha gente ha enseñado que el pecado es “pasado” de generación a generación. Mucha gente cree que los niños “heredan” los pecados de los padres. Pero la Biblia enseña enfáticamente y explícitamente que este no es el caso. En Ezequiel 18:20, la Biblia dice: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo”. También, en Éxodo 32, Moisés rogó a Dios que perdonara los pecados de los israelitas cuando dijo: “que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro” (Éxodo 32:32,33). La Biblia es clara en su enseñanza de que los bebés no heredan los pecados de los padres. [Un texto comúnmente mal aplicado y usado para enseñar que los bebés heredan el pecado es el Salmo 51:5,6; el cual ha sido abordado en detalle por Wayne Jackson (2000)].
La Biblia no enseña en ninguna parte que los bebés van al infierno si mueren en su infancia. Tampoco enseña que los bebés heredan los pecados de los padres. Aunque muchos escépticos han tratado de representar a Dios como un tirano malvado que condena a niños inocentes a la destrucción eterna, sus argumentos no tienen mérito o crédito bíblico. Otra vez, Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mí”.
REFERENCIAS
Defenbaugh, Ronald (2003), “Why I Couldn’t Deconvert,” [En-línea], URL: http://www.secweb.org/asset.asp?AssetID=263.
Jackson, Wayne (2000), “‘Original Sin’ and a Misapplied Passage,” [En-línea], URL: http://www.christiancourier.com/archives/originalSin.htm
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