¿Un Paso en la Oscuridad?
Segunda Corintios 5:7 es uno de los versículos bíblicos que se ha empleado mal. Este versículo dice: “Porque por fe andamos, no por vista”. A menudo los que “explican” el enunciado del apóstol Pablo declaran que la fe implica algo menos que el conocimiento—es decir, enseñan que debemos aceptar la evidencia ciegamente y dar “un paso de fe”. Cuando comentan sobre 2 Corintios 5:7, muchos supuestos maestros y predicadores argumentan a favor de la separación de la fe y los hechos. El teólogo alemán Hans Kung sostuvo esta idea de la fe “bíblica” cuando escribió: “Entonces, incluso en la fe no existe seguridad completa libre de duda. En la fe, debemos encomendarnos a algo incierto” (1980, p. 61). El enunciado del tele-evangelista Robert Schuller es similar a las ideas de Kung en cuanto a la fe: “La fe es un compromiso con la suposición que no se puede probar” (1984). Si los enunciados de estos hombres son correctos, la fe es algo basado en ninguna prueba o algo compuesto de una pequeña cantidad de conocimiento y una gran dosis de incertidumbre que permite que el hombre “actúe como” si supiera algo cuando, en realidad, no sabe nada. ¿Es esta la clase de fe a la cual Pablo se refirió en su segunda epístola a los corintios?
El versículo 16 del mismo capítulo clarifica 2 Corintios 5:7: “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”. En otras palabras, en el pasado Jesús había estado presente en la carne, y por ende se le podía conocer por vista. Pero en el tiempo que Pablo escribió sus cartas a los corintios, la situación había cambiado—Cristo ya no estaba en la Tierra. Por ende, el apóstol Pablo clarificó su enunciado acerca de caminar “por vista” con la frase “ya no lo conocemos así”. Desde luego, todavía se podía conocer a Cristo, pero no “según la carne”. Si Pablo hubiera escrito 2 Corintios cuando Cristo estaba viviendo en la Tierra, nunca hubiera incluido estos pasajes (5:7,16) en sus comentarios. Pero ya que escribió en un tiempo posterior a la ascensión de Cristo, entonces Pablo estuvo forzado a hacer la comparación que hizo en 2 Corintios 5:7.
Simplemente, el punto de Pablo fue este. Hubo un tiempo cuando la fe y la vista iban juntas. Es decir, en un tiempo en la historia, los hombres caminaron por vista (cf. Juan 4:41; 20:25-29). Sin embargo, luego los seguidores de Jesús poseyeron una fe en Él que no estaba basada en la vista, sino en tales cosas como el testimonio creíble, la deducción y la revelación. Jesús aprobó a aquellos cuya fe se basa en el conocimiento adquirido en varias maneras diferentes a la vista cuando dijo al “incrédulo” Tomás: “Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).
Hoy en día los cristianos pueden tener fe genuina sin la vista—gracias a tales cosas como el testimonio creíble de testigos confiables (como Pedro, Santiago y Pablo) y otros medios de conocimiento que no necesariamente dependen en el hecho de haber visto algo de primera mano (cf. 1 Pedro 1:8-9). Todos creemos en gente, lugares y eventos que no hemos visto personalmente, pero eso no disminuye su factualidad. Ni tampoco la ausencia de la “vista” debilita la fe que rutinariamente se produce a través del testimonio creíble de la gente del pasado que sí testificaron de tales cosas. Ciertamente, alguien puede andar “por fe, no por vista”, y todavía poseer una fe basada en el conocimiento.
Una cosa es segura: La Biblia no habla o reconoce la legitimidad de algún concepto como un “paso de fe”.
REFERENCIAS
Kung, Hans (1980), ¿Existe Dios? [Does God Exist?] (Nueva York: Doubleday).
Schuller, Robert (1984), “La Hora de la Oración” [“The Hour of Prayer”], 5 de febrero.
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