Taré Engendró a Abraham—¿Cuando?
Dos de los mensajes que “resuenan” de las genealogías bíblicas son que el hombre ha estado en la Tierra desde el sexto día de la Creación, y que su creación no fue mucho tiempo atrás. Aunque muchos quisieran que creamos que la Tierra tiene billones de años y que el hombre ha estado en la Tierra por solamente unos pocos millones de años, las genealogías bíblicas que se extienden desde Adán a Jesús revelan que el hombre fue creado solamente unos pocos miles de años atrás. Algunos aseveran que ya que varias genealogías bíblicas contienen brechas, son inútiles cuando se quiere determinar el tiempo en que el hombre ha estado en la Tierra. Sin embargo, lo cierto es que la única razón por la cual sabemos de estas brechas es que la Biblia las llena en otro lugar. La declaración que indica que las genealogías son inútiles para entender aproximadamente el tiempo que el hombre ha estado en la Tierra (y por ende la edad de la Tierra—Génesis 1; Marcos 10:6) no tiene fundamento en absoluto (vea Custance, 1967, p. 3).
Aunque se debe admitir que las genealogías bíblicas son confiables, también se debe tener cuidado de hablar de una edad exacta en cuanto a la Tierra. Desafortunadamente, al intentar defender la cronología estricta de las genealogías bíblicas, algunos las leen sin tomar en cuenta que ciertas frases hebreas tienen una connotación más amplia que en el español. Una de estas frases se encuentra varias veces en Génesis 11. En este capítulo aprendemos de varios antepasados del Mesías que vivieron en cierto tiempo, y engendraron hijos. Por ejemplo, el versículo 16 de este capítulo dice, “Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg”. Luego leemos que “Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré” (11:24). Generalmente se cree que los hijos listados en este capítulo fueron los primogénitos, pero la evidencia muestra que no siempre se hacía esto. No siempre hubo un enlace de padre-a-primogénito.
Se puede suponer que ya que Génesis 11:26 declara, “Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán”, entonces Abram (también conocido como Abraham; cf. Génesis 17:5) fue el primogénito de Taré, y nació cuando Taré tenía 70 años. Pero lo cierto es que Abraham no nació sino después de 60 años. Cuando Esteban dio su grandioso sermón que Hechos 7 registra, declaró que Abraham se mudó a la tierra de Palestina después de la muerte de su padre Taré (7:4). Pero si Taré tenía 205 años cuando murió (Génesis 11:32), y Abraham salió de Harán cuando tenía 75 años (Génesis 12:4), entonces Taré tenía 130 años, no 70 años, cuando Abraham nació. Teniendo en cuenta esta información, John Whitcomb y Henry Morris nos han ayudado a entender mejor Génesis 11:26 al parafrasearlo de la siguiente manera: “Y Taré vivió setenta y cinco años y engendró al primero de sus tres hijos, de los cuales el más importante (no a causa de la edad sino del linaje mesiánico) fue Abram” (1961, p. 480).
Para que nadie piense que este es un caso único (en que el hijo mencionado no fue el primogénito), considere otro ejemplo. Génesis 5:32 declara: “Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet”. Como en el caso del pasaje que indica que Taré engendró a Abram, Nacor y Harán, aquí leemos que a la edad de 500 años, Noé engendró a Sem, Cam y Jafet. ¿Fue Sem el primogénito? ¿Fueron trillizos los tres hijos de Noé? ¿O se mencionó a Sem primero por su conexión mesiánica? Con toda probabilidad, la evidencia parece indicar que Sem no fue el primogénito, sino que nació dos años después. Considere los siguientes pasajes:
“Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra” (Génesis 7:6).
“Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca” (Génesis 8:13, énfasis añadido).
“Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio” (Génesis 11:10, énfasis añadido).
Estos versículos parecen sugerir que Sem no nació cuando Noé tenía 500 años, sino cuando Noé tenía 502 años. Al comparar Génesis 11:10 y 10:22, se puede sugerir que el Arfaxad, hijo de Sem, no fue el primogénito en su familia. Probablemente se menciona a Sem, Arfaxad y otros primero por la misma razón que se menciona a Abraham primero—porque son antepasados del Mesías, no porque fueron los primogénitos de sus padres. De manera interesante, otros numerosos antepasados del Mesías, tales como Set, Isaac, Jacob, Judá y Fares no fueron primogénitos. Para que no se acuse a Moisés de deshonestidad cuando registró estas genealogías, se debe recordar que
el año del engendramiento del primer hijo, conocido en el Antiguo Testamento como el “principio del vigor”, era un año importante en la vida de un israelita (Gn. 49:3; Dt. 21:17; Sal. 78:51; y Sal. 105:36). Se registra este año,…no el año del nacimiento del enlace mesiánico, en cada caso en Génesis 11 (Whitcomb y Morris, 1961, p. 480).
Por esta razón (y tal vez otras) se debe añadir algunos años a los registros de las genealogías. Por ende, tratar de “fijar” una fecha exacta para la Creación es inútil. Tal vez se pueda añadir varios cientos de años a los 6,000 años que muchos creacionistas dan para la edad de la Tierra. No obstante, es importante recordar que aunque las genealogías pueden dar lugar a una cantidad limitada de tiempo adicional, es imposible calzar decenas de miles o millones de años en las mismas.
REFERENCIAS
Custance, Arthur (1967), Las Genealogías de la Biblia [The Genealogies of the Bible], Doorway Paper #24 (Ottawa, Canadá: Doorway Papers).
Whitcomb, John C. y Henry M. Morris (1961), El Diluvio de Génesis [The Genesis Flood] (Grand Rapids, MI: Baker).
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