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Se le da Licencia a Ian Wilmut para la Clonación Terapéutica

Las células madres embrionarias todavía tienen que mostrar algún uso médico exitoso—un hecho que ni siquiera ha atrasado la carrera violenta de nuevos proyectos de investigación en ese campo. El enfoque ha cambiado de la ética y la mecánica hasta la razón fundamental—la fama y el dinero. Muchos inversionistas están esperando devoluciones inmensas mientras que los estados en Norteamérica compiten en establecer centros de investigación de la célula madre con dinero particular—por ende, esquivando las restricciones federales. La edición del 4 de febrero de 2005 de la revista Science contenía tres artículos que abordaban el progreso actual de la investigación de la célula madre en los Estados Unidos y en el extranjero.

California puso las cosas en marcha con su iniciativa de $3 billones, designada como “Proposición 71”. Para no quedarse atrás, otros estados están esforzándose en asegurar su parte en este botín financiero. Por ejemplo, Wisconsin, el estado en el cual se extrajo las primeras células madres humanas en 1998, ha propuesto una inversión de $750 millones para la investigación de la célula madre y otras investigaciones biomédicas en los próximos años. Y el Gobernador de New Jersey, Richard Codey, ha propuesto usar $150 millones de los préstamos al gobierno que no se han gastado para promover al Instituto por la Investigación de la Célula Madre de New Jersey. Estos estados no se encuentran solos. La señal que muchos otros estados están enviando es: “¡Nosotros también queremos tener parte en esto!”.

Parte de la campaña detrás de esta presión intensa por la investigación de la célula madre embrionaria viene del exterior. Los científicos estadounidenses están preocupados que los países en vías de desarrollo como Singapur, Japón, Corea del Sur, China y Taiwán estén avanzando en esta clase de investigación que no está limitada por las restricciones gubernamentales y/o sociales.

El 8 de febrero de 2005, los reguladores británicos dieron licencia a Ian Wilmut—el hombre que clonó a la oveja, Dolly—para clonar embriones humanos para su investigación. Su intención es producir embriones clonados y recolectar las células madres de esos embriones para el estudio adicional. Luego “las células sobrantes [de los embriones—BH] serán destruidos”. Esta es la segunda licencia que se expide en el Reino Unido para permitir la clonación humana.

Debido a la competencia aparentemente ambiciosa en este campo, parece que los científicos no se detendrán para considerar la ética de lo que están haciendo. Hace algo de veinte años atrás, nos preguntábamos cuántas vidas serían destruidas como resultado de la legislación a favor del aborto en ese entonces. Ahora se ha abierto una nueva puerta al homicidio con la investigación embrionaria. No obstante, las células madres embrionarias todavía no han mostrado un éxito adicional en la medicina.


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