Respuestas “Clásicas” de los Evolucionistas
A través de los años, los evolucionistas se han enfrentado a una cantidad abundante de evidencia que apunta hacia el modelo de la creación y se aleja del modelo de la evolución. Sin embargo, casi siempre han rechazado los hechos disponibles que les son presentados, decidiendo en cambio abrazar su teoría a pesar de los hechos. Considere dos de las respuestas tenues que los evolucionistas han dado para la evidencia presentada ante ellos en oposición a su horario geológico evolutivo.
(1) En un intento por justificar las “huellas como-humanas” incrustadas en vetas de carbón de 250 millones de años en los estados de Kentucky, Illinois, Missouri y al oeste hacia las Montañas Rocosas (Rocky Mountains), Albert G. Ingalls (geólogo del estado de Kentucky) pudo organizar solamente la siguiente explicación.
Si el hombre, o incluso su antepasado simio, o incluso el antiguo antepasado mamífero de su antepasado simio, existieron tan atrás como en el periodo carbonífero en alguna forma, entonces la ciencia entera de la geología está completamente equivocada tanto que todos los geólogos renunciarán a sus trabajos y se dedicarán a conducir camiones. Por tanto, por ahora a lo menos, la ciencia rechaza la explicación atractiva de que el hombre hizo estas huellas misteriosas con sus pies en el lodo del periodo carbonífero (1940, 162:14, énfasis añadido; vea también Wilder-Smith, 1970, p. 300).
Los científicos evolucionistas todavía están rechazando la “explicación atractiva”—i.e., el hecho obvio—de que estas son huellas humanas.
(2) Durante el verano del 2004, mientras estaba visitando el Monumento Nacional de Puentes Naturales en Utah del sudeste, pregunté a uno de los miembros en el centro turista cómo los científicos explican la presencia de un petroglifo antiguo de dinosaurio en la base del Puente Kachina. Su respuesta fue: “Ellos realmente no quieren explicarlo”. La verdad es que, si yo fuera un evolucionista, tampoco quisiera explicarlo. Esta porción de evidencia contradice llamativamente su horario evolutivo. Según la teoría de la evolución, los humanos nunca vivieron con los dinosaurios. Pero si los humanos nunca vieron dinosaurios vivos, ¿cómo los anasazis, quienes habitaron en Utah del sudoeste mucho tiempo antes que los fósiles de dinosaurios fueran encontrados en tiempos modernos, pudieron tallar tal imagen exacta de un dinosaurio en la pared de roca?
Si las respuestas de los evolucionistas para las grandes cantidades de evidencia que apuntan hacia el modelo de la Creación no fueran tan lamentables y no dañarían potencialmente el alma, estas serían muy cómicas. Pensar que algunos hombres y mujeres que se auto-denominan “científicos” realmente rechacen los hechos de la ciencia para abrazar la teoría evolutiva es repugnante. Ojalá la humanidad pueda reconocer que Dios ha dejado testimonio de Su obra en la Creación que nos rodea (cf. Salmos 19:1; Romanos 1:20).
“Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos” (Salmos 100:3).
“Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió” (Salmos 33:8,9).
¡Ningún evolucionista podrá borrar estas verdades!
REFERENCIAS
Ingalls, Albert G. (1940), “The Carboniferous Mystery,” Scientific American, 162:14,January.
Wilder-Smith, A.E. (1970), Man’s Origin, Man’s Destiny (Wheaton, IL: Harold Shaw Publishers).
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