Referencias Dignas de Mención
Muchos de nosotros hemos escuchado que los predicadores hablan de la Biblia. Algunas veces, un predicador puede hacer referencia a cierto pasaje bíblico. Para citar el pasaje, él debe haberlo leído o escuchado en el pasado. De la misma manera, hubo muchos predicadores antiguos que hicieron referencia a la Biblia, así como lo hacen los predicadores hoy. Estos predicadores antiguos vivieron solamente unos pocos años después que la Biblia se escribió, e hicieron referencia a ella frecuentemente. Por ejemplo, un hombre llamado Ignacio, que vivió desde el año 70-110 d.C., hizo referencia a partes de los libros de Mateo, Hechos, Romanos y varios otros libros bíblicos. Policarpo vivió desde 70-156 d.C., y citó varias frases del Nuevo Testamento. En el capítulo 4 de una carta que escribió a algunas personas que vivían en Filipos, Policarpo declaró que “raíz de todos los males es el amor al dinero” (cf. 1 Timoteo 6:10) y que “nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar” (cf. 1 Timoteo 6:7). En el capítulo 5 de la misma carta, escribió, “Dios no puede ser burlado” (cf. Gálatas 6:7). Luego en el capítulo 7, dijo: “Cualquiera que no confiesa que Jesucristo ha venido en la carne, este es el anticristo” (cf. 2 Juan 7).
Justino Mártir, otro “padre de la iglesia” antiguo que vivió aproximadamente desde 100-165 d.C., hizo referencia a grandes secciones del Nuevo Testamento. En su Primera Apología, capítulo 15, comienza con esta cita: “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón delante de Dios” (cf. Mateo 5:28). Y “si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (cf. Mateo 5:29).
En Contra Herejías, libro 1 capítulo 8, Ireneo (130-202 d.C.) hizo referencia a que Pablo dijo, “y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí” (cf. 1 Corintios 15:8). Y en el mismo capítulo, hizo referencia a que Jesús dijo, “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa” (cf. Lucas 22:42). (Para una lista extensa de los escritos de los “padres de la iglesia”, vea Knight, 2002).
La lista de nombres y citas pudiera continuar por muchas páginas. Después de investigar a los padres de la iglesia y sus escritos por varios años, el eminente erudito del Nuevo Testamento, Bruce Metzger, escribió: “Ciertamente, estas citas son tan extensas que si se destruyera todas las otras fuentes de nuestro conocimiento del texto del Nuevo Testamento, estas serían suficientes para reconstruir prácticamente el Nuevo Testamento completo” (1968, p. 86).
Si los predicadores antiguos que vivieron entre los años 70-200 d.C. citaron extensamente el Nuevo Testamento, esto significa que el Nuevo Testamento ya estaba completo, circulaba entre los cristianos y era aceptado como Escritura. También significa que podemos comparar el Nuevo Testamento que leemos en el siglo XXI con las citas que tales predicadores registraron en ese tiempo antiguo. Lo que descubrimos cuando comparamos las dos fuentes es que son prácticamente idénticas.
Dios usó a los predicadores antiguos para ayudar a preservar el Nuevo Testamento, y para enseñarnos algunas lecciones muy importantes. Lo primero que aprendemos es que el Nuevo Testamento que poseemos hoy es el mismo que Dios inspiró a los apóstoles y otros. También aprendemos que la predicación buena y sana, que puede salvar las almas de los oyentes, debe enfocarse en la Palabra de Dios. “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1 Pedro 4:11).
REFERENCIAS
Knight, Kevin (2002), “Los Padres de la Iglesia” [“The Fathers of the Church”], [En-línea], URL: http://www.newadvent.org/fathers/.
Metzger, Bruce (1968), El Texto del Nuevo Testamento [The Text of the New Testament](Nueva York: Oxford University Press).
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