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Recorrido por el Pasillo de la Producción

“Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:17-20). Cuando Jesús dijo estas palabras, Su punto fue muy claro: cada persona o filosofía que produce fruto malo es malo, mientras que aquellas personas o filosofías que producen frutos aceptables son buenas. Asumamos el rol de “inspectores de frutos” e investiguemos los “frutos” de la creación y la evolución.

 

EL ABORTO—UN PRODUCTO DE LA EVOLUCIÓN

Ha continuado un debate interminable desde 1973 cuando llegó a ser legal que una madre pusiera fin a la vida de su hijo por medio del aborto. Cada año en los Estados Unidos se mata a aproximadamente 1 millón de bebés por medio de este proceso. ¿Es esto correcto? ¡Absolutamente no! La Biblia enfatiza repetidamente que es un pecado derramar “sangre inocente” (Proverbios 6:17). Dios mismo reconoció que los bebés no-nacidos son seres humanos. Él dijo al profeta Jeremías, “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (1:5). Dios valora las vidas de los bebés no-nacidos, mientras que nuestra sociedad—en violación de los mandamientos de Dios—ha decidido que estas personas pequeñas y preciosas no merecen vivir.

¿Qué causaría que una persona observara las muertes de muchos niños inocentes sin hacer ningún esfuerzo por parar este holocausto? El concepto de la evolución provee una explicación para el hecho que nuestra sociedad “justifique” a estos homicidas. Un evolucionista lo declaró de esta manera: “Por ende, entre algunas especies animales la matanza de bebés parece ser una práctica natural. ¿Podría también ser natural para los seres humanos—una característica heredada de nuestros antepasados primates…?”. Si se aplica consistentemente la idea de la evolución, entonces la matanza de un bebé humano llega a ser nada más que aplastar a una cucaracha en su cocina. Se ha sacrificado a millones de vidas en el altar de la evolución. Y todos los que tienen una parte en esta actividad “darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos” (1 Pedro 4:5).

 

¿QUÉ HA PROPORCIONADO LA IDEA DE LA CREACIÓN A LA SOCIEDAD?

Por otro lado, debemos considerar las consecuencias de creer en la creación. Si una persona cree que Dios creó este Universo impresionante, y que Él creó a los humanos a Su imagen, entonces considerará muy importante a la vida humana. Si alguien cree que los humanos han sido creados a la imagen de Dios, entonces esa persona (si sigue su creencia) no solamente valorará la vida humana, sino también buscará protegerla. Todos los que actúan consistentemente con la idea de la creación, no se aferran a la noción que “el fuerte debe someter al débil” o que “el poder hace el derecho”. En cambio, los principios conectados a la creación guían a la gente a cuidar de aquellos menos afortunados y débiles debido al valor de la vida humana. La gente que fuertemente creía en la creación estableció la mayoría de hospitales, orfanatos y organizaciones cívicas en el mundo.

Además, cuando una persona cree en la creación, siente una cierta responsabilidad moral hacia el Creador. A causa de esta “responsabilidad moral” muchos ateos han rechazado a Dios. El famoso ateo Aldous Huxley una vez dijo: “Tengo motivos para no querer que el mundo tenga significado… Para mí, como sin duda para la mayoría de mis contemporáneos, la filosofía del despropósito fue esencialmente un instrumento de liberación… Objetamos la moralidad porque interfería con nuestra libertad sexual”. En un mundo sin un Creador, cada persona puede hacer lo que quiere hacer sin sentirse obligado por ningún significado de lo “correcto” o “incorrecto”. Sin embargo, una vez que se reconoce al Creador, entonces se siente la obligación de obedecer a ese Creador. Esta obligación moral guía a las personas a ayudar a sus prójimos, ser mejores ciudadanos y mejores esposos, esposas, padres, madres y amigos.

Después de inspeccionar solamente algunos de los frutos de la creación y la evolución, es claro que necesitamos cortar uno de estos árboles—el árbol malo de la evolución.


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