¿REALMENTE Conoce Dios Todo?
Muchos pasajes de la Escritura enseñan que Dios es omnisciente. La Biblia declara que Dios “conoce los secretos del corazón” (Salmos 44:21), que los “ojos de Jehová están en todo lugar” (Proverbios 15:3) y que “su entendimiento es infinito” (Salmos 147:5). El salmista también escribió acerca de Jehová:
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda… Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás (139:1-4,6-8).
El Nuevo Testamento reitera esta verdad, diciendo, “mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas” (1 Juan 3:20, énfasis añadido). Él no solamente conoce el pasado y el presente, sino también conoce el futuro (Hechos 15:18; cf. Isaías 46:10). Según la Biblia, no hay nada fuera del conocimiento de Dios.
No obstante, el ateo Dan Barker argumentó en el debate con Kyle Butt el 12 de febrero de 2009 que la Biblia describe un aspecto contradictorio de Dios y Su conocimiento. Aunque algunas escrituras indican que Dios conoce el futuro, supuestamente el Dios de la Biblia no puede existir porque otros pasajes enseñan que Dios no conoce el futuro. Barker declaró:
Mire lo que Dios dijo después que detuvo esto [el sacrificio de Isaac en manos de Abraham—EL]. Él dijo: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. ¿Ya conozco? Yo pensé que Dios conocía todo. La Biblia dice que Dios conoce el futuro, pero aquí Él dice, “No conocía”. La Biblia incluso dice que Dios escudriña y entiende todos los pensamientos del corazón. El Dios de la Biblia conoce el futuro. El Dios de la Biblia no conoce el futuro (2009).
¿Está Barker en lo correcto? ¿Describe la Biblia un aspecto contradictorio en cuanto al conocimiento de Dios? ¿Testifican algunos pasajes de la omnisciencia de Dios, mientras que otros indican que Él tiene un entendimiento finito?
La clase de lenguaje que se encuentra en Génesis 22:12 realmente se presenta por toda la Escritura. En Génesis 3, Dios preguntó a Adán, “¿Dónde estás tú?” (vs. 9). En Génesis 4, preguntó a Caín, “¿Dónde está Abel tu hermano?” (vs. 9). El libro de Job revela que al comienzo del primer discurso de Dios a Job, Él preguntó al patriarca, “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?” (38:4, énfasis añadido). ¿Debemos asumir que las preguntas como estas o que los enunciados en Génesis 22:12 y 18:21 (“ya conozco”) implican falta de conocimiento de parte de Dios?
Primero, debemos admitir que a menudo se hacen preguntas y enunciados por varias razones. ¿Debemos suponer que el Creador del cielo y la Tierra ignoraba el paradero de Adán cuando le preguntó, “¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:9)? ¿Debemos creer que Dios no sabía dónde estaba Job cuando Él creó el mundo (Job 38:4)? ¡Ciertamente no! Ningún padre, después de haber visto que su hijo golpeara la puerta de su carro, implicaría ignorancia al preguntar, “¿Quién hizo eso?”. Obviamente, el padre no hace la pregunta para obtener información, sino para que el hijo admita algo que el padre sabía desde el principio. En algunas ocasiones, Jesús usó preguntas con el mismo propósito. Cuando preguntó a los discípulos de los fariseos y a los herodianos concerniente a la imagen en una moneda particular, claramente no fue porque no lo sabía (Mateo 22:15-22). De igual manera, cuando preguntó a la multitud que le apretaba, “¿Quién es el que me ha tocado?” (Lucas 8:45), no fue porque la mujer que le había tocado estaba escondiéndose de Él (Lucas 8:47). Jesús sabía quién era la mujer que fue sanada al tocar el borde de Su manto, antes que la mujer confesara que le había tocado (Marcos 5:32). Su pregunta tuvo el propósito de enfatizar la gran fe de la mujer y el poder de Dios (Marcos 5:34). De ninguna manera las preguntas o enunciados que Dios hace indican que Él no sea omnisciente.
Segundo, la Escritura usa el término “conocer” (hebreo yada; griego ginosko) en varias maneras. Varias veces se usa con referencia a las relaciones conyugales entre un hombre y una mujer (Génesis 4:1,17,25; Jueces 11:39). Jesús usó el término para hacer referencia al cuidado que tiene por Sus ovejas (i.e., pueblo—Juan 10:27). En contraste al camino del impío que perecerá, el salmista escribió que Dios “conoce” (i.e., aprueba, se deleita en, etc.) el camino del justo (Salmos 1:6). Pablo usó el término “conocer” en Efesios 3:19 en el sentido de conocer “experimentalmente lo que intelectualmente está más allá de nuestro poder de conocer”—el amor de Cristo (Jamieson, et.al., 1997). Lo cierto es que como muchas otras palabras en la Escritura (y en tiempos modernos), la palabra “conocer” tiene una variedad de significados. Además, ni Dan Barker ni ningún otro crítico de la Biblia puede probar que el término “conocer” en Génesis 22:12 contradice directamente la omnisciencia de Dios.
Tercero, el uso bíblico de las palabras “ya conozco” (22:12) o “lo sabré” (18:21) en referencia a Dios realmente son para el beneficio del hombre. Por toda la Biblia, se atribuyen acciones humanas (tales como aprender) frecuentemente a Dios con el propósito de ayudarnos a entender mejor Su infinidad. Cuando “descendió Jehová para ver la ciudad y la torre” construida en Babel (Génesis 11:5), no fue con el propósito de obtener conocimiento. Las expresiones antropomórficas como estas no significan que Dios no sepa completamente todo. En cambio, como en el caso de Babel, se usó tal expresión para mostrar que Él estaba “observando y considerando oficialmente y judicialmente la situación en una forma directa” (Morris 1976, p. 272). El Todopoderoso visitó Sodoma y Gomorra probablemente “por el bien de la apariencia, para que el hombre pudiera saber directamente que Dios realmente había visto la situación completa antes que actuara en juicio” (p. 342). “Estas ciudades debían ser ejemplos de la severidad de Dios para todos los tiempos venideros, y por tanto se presenta prueba amplia que el juicio no fue precipitado ni excesivo (Ez. 18:23; Jer. 18:7)” [Jamieson, et.al., 1997]. De manera similar, en el caso de la prueba de Dios a Abraham en cuanto a Isaac, aunque Dios sabía lo que Abraham elegiría, todavía había razón para permitir que Abraham realmente mostrara su gran fe y saber que Dios realmente había atestiguado (en tiempo real y no solamente por omnisciencia) las acciones de Abraham. Dios llegó a “conocer” la fe de Abraham por experiencia real. Por ende, el significado del término, “ya conozco” (Génesis 22:12), “no significa que, a través de los eventos de esta prueba, Dios hubiera obtenido información que antes no tenía en cuanto al carácter de Abraham; sino que estas acciones habían llegado a ser aparentes, se habían desarrollado por medio de acciones externas” (Jamieson, et.al., 1997).
Así como Dios nos instruye a orar y hacerle “conocer” nuestras peticiones con el fin que seamos beneficiados (Filipenses 4:6), incluso cuando Él realmente conoce nuestras oraciones y necesidades antes que le pidamos (Mateo 6:8), el Dios que conoce todas las cosas algunas veces habla en lenguaje adaptado como si obtuviera conocimiento.
REFERENCIAS
Butt, Kyle y Dan Barker (2009), ¿Existe el Dios de la Biblia? [Does the God of the Bible Exist?] (Montgomery, AL: Apologetics Press).
Jamieson, Robert, et al. (1997), Comentario de Jamieson, Fausset y Brown [Jamieson, Fausset, Brown Bible Commentary] (Base Electrónica de Datos: Biblesoft).
Morris, Henry M. (1976), El Registro de Génesis [The Genesis Record] (Grand Rapids, MI: Baker).
REPRODUCTION & DISCLAIMERS: We are happy to grant permission for this article to be reproduced in part or in its entirety, as long as our stipulations are observed.