Razones para Rechazar los Textos Apócrifos
La mayoría de gente que está afiliada con el cristianismo o judaísmo ha escuchado de los textos apócrifos. El término “apócrifo” viene de la palabra griega apokrifos, que significa “oculto”, y se usa comúnmente con referencia a los libros “extras” que el Antiguo Testamento de la Biblia católica contiene. El 8 de abril de 1546, en la Cuarta Sesión del Concilio de Trento, los católicos romanos declararon como canónicos y autoritativos a los libros apócrifos que se escribieron entre 200 a.C. y 100 d.C. y que se encuentran en la traducción griega del Antiguo Testamento (conocida como la Septuaginta) y la Vulgata Latina. Desde entonces, los católicos han leído un Antiguo Testamento que contiene 46 libros, en vez de 39—el número de libros del Antiguo Testamento que la mayoría de no-católicos acepta hoy. Según el edicto que el Concilio de Trento estableció, a cualquiera que no acepte todos los libros de la biblia católica como “sagrados y canónicos”, incluyendo los libros apócrifos como Tobías, Judit y Sabiduría, se le debe considerar “anatema” (i.e., lejos de Jehová y sin esperanza de salvación) [“Concilio de Trento”].
Se ofrece esta breve lista en un esfuerzo por reafirman la confianza en los 39 libros del Antiguo Testamento y ayudar al cristiano a reunir herramientas que puede usar al defender la verdad frente al error, específicamente los que el catolicismo propaga. El rechazo cristiano del texto apócrifo se basa en la evidencia sólida (vea Woods, s.d.).
- Estos libros nunca se incluyeron en el canon hebreo. Aunque aparecen en la Septuaginta, es muy probable que gradualmente se incluyeran en las copias posteriores, pero que no estuvieran en la traducción original (vea El Nuevo Manual Bíblico, 1962, p. 39).
- Varias fuentes antiguas creíbles que frecuentemente aluden o hacen referencia al Antiguo Testamento, excluyen los libros apócrifos del canon. Filo (20 a.C.-50 d.C.), Josefo (37-95 d.C.) y Melito (quien escribió ca. 165-175 d.C.), entre otros, rechazaron los textos apócrifos.
- El Nuevo Testamento nunca hace referencia a los libros apócrifos. Aunque estos escritos existían en el primer siglo, y probablemente (para este tiempo) se los había incluido en la Septuaginta, Jesús o los apóstoles del Nuevo Testamento nunca hicieron referencia a estos. Este hecho es muy significativo cuando nos damos cuenta que los escritores del Nuevo Testamento aludieron o hicieron referencia al Antiguo Testamento (excepto los textos apócrifos) aproximadamente 1,000 veces). En total, el Nuevo Testamento hace referencia a 35 de los 39 libros del Antiguo Testamento.
- Ningún libro apócrifo realmente reclama ser inspirado por Dios. De hecho, algunos lo niegan o muestran evidencia de error. Se puede encontrar varios errores históricos, geográficos y cronológicos en los libros apócrifos; estos errores no son características de los 39 libros del Antiguo Testamento.
Aunque los libros apócrifos no son completamente inservibles (es decir, revelan la idea de la literatura y vida antigua durante el periodo intertestamental, etc.), no forman parte de la Escritura. Su inclusión en la Biblia católica simplemente es otro testimonio del rechazo católico de la Verdad.
REFERENCIAS
“Concilio de Trento—1545-1563 d.C.” [“Council of Trent—1545-1563 A.D.”], [En-línea], URL: http://www.dailycatholic.org/history/19ecume1.htm
El Nuevo Manual Bíblico [The New Bible Handbook] (1962), Chicago, IL: Intervarsity Press.
Woods, Clyde, “Hoja de Hechos: Razones para Rechazar del Canon a los Textos Apócrifos” [“Fact Sheet: Reasons for Rejecting the Apocrypha from the Canon]”, (Henderson, TN: Freed-Hardeman University).
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