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¿Quiquiriquí… Dos Veces?

Tal vez la supuesta contradicción bíblica más famosa se centra en la negación triple de Pedro concerniente a Jesús y el canto de un gallo. Por años, los escépticos han alegado que el relato de Marcos de este evento contradice claramente a los otros relatos del evangelio, “probando” supuestamente la imperfección de las Escrituras. Incluso los creyentes en la Biblia han cuestionado las diferencias que rodean a este evento, aunque muy pocos realmente han tomado el tiempo para entenderlas. Siempre que la gente nos pregunta acerca de la negación de Pedro y las diferencias entre los relatos del evangelio, a menudo fallamos en dar una respuesta adecuada para sus preguntas (vea 1 Pedro 3:15). Esta falta de entendimiento y defensa pobre de la Palabra de Dios han guiado a muchos escépticos a estar más confiados de su posición (que la Biblia no es la Palabra de Dios), y han causado que algunos creyentes en la Biblia abandonen su posición sobre la inerrancia de las Escrituras.

Los pasajes bajo discusión se encuentran en Mateo 26, Marcos 14, Lucas 22 y Juan 13. Mateo, Lucas y Juan citan a Jesús diciendo que Pedro le negaría tres veces antes que el gallo cante.

Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces (Mateo 26:34).

Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces (Lucas 22:34).

Jesús le respondió… De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces (Juan 13:38).

Después de la tercera negación, estos tres escritores registraron que la profecía de Jesús fue cumplida exactamente de la manera que Él dijo.

Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces (Mateo 26:74b-75).

Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces (Lucas 22:60,61).

Negó Pedro otra vez [por tercera vez—EL]; y en seguida cantó el gallo (Juan 18:27).

Mateo, Lucas y Juan indican que Pedro negó a Jesús tres veces antes que el gallo cante. Sin embargo, el evangelio de Marcos registra el evento de manera diferente. Marcos registró la profecía de Jesús de la siguiente manera: “De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces” (Marcos 14:30, énfasis añadido). Después de la primera negación de Pedro, averiguamos que él “salió a la entrada; y cantó el gallo” (Marcos 14:68). Después de la tercera negación de Pedro, el gallo cantó “la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces” (Marcos 14:72).

Marcos difiere de los otros escritores en que él especifica que el gallo cantó una vez después de la primera negación de Pedro y otra vez después de la tercera negación. Pero, ¿representan tales diferencias una contradicción legítima? ¿Indican estas, como alegan los críticos, que la Biblia no es de Dios? ¡Absolutamente no!

Considere la siguiente ilustración. Una familia va a un juego de fútbol americano de secundaria, juntos por primera vez. El padre y el hijo han estado en varios juegos anteriores, pero la madre nunca ha tenido la oportunidad de asistir a un juego de secundaria hasta ahora. Después de entrar al estadio, Ricardo le dice a su hijo de 16 años, Carlos, que se encontrarán justo afuera de la Puerta 12 después que la bocina suene. Habiendo comprendido las instrucciones, Carlos corre a la tribuna para asegurarse que vea el saque inicial. La esposa de Ricardo, Victoria, quien no oyó las instrucciones que él dio a Carlos, le pregunta cuándo verán a Carlos. Ricardo responde, “Vamos a encontrarle fuera de la puerta por la cual entramos después de la cuarta bocina”. ¿Después de la cuarta bocina? Pero él dijo a Carlos que se encontrarán después que la bocina suene. ¿Se contradijo Ricardo? No. En este estadio particular, los controladores del tiempo normalmente tocan la bocina después de cada cuarto. Pero, cuando nosotros decimos “cuando toque la bocina” (como en basketball), usualmente nos referimos a la bocina final. Carlos estaba familiarizado con el idioma de los deportes, y por ende Ricardo le dijo que le verán “después que toque la bocina”. Por otro lado, ya que Victoria nunca había asistido a un juego de fútbol en su vida, ella recibió instrucciones diferentes. En una manera más precisa, Ricardo dijo a Victoria que Carlos les encontrará, no después de la primera, segunda o tercera bocina, sino después de la cuarta y final bocina que marca el final del juego. Ricardo sabía que si decía a Victoria, “Carlos nos encontrará después del toque de la bocina”, ella esperaría encontrarle después que la primera bocina sonara. Por ende, Ricardo simplemente dio información más detallada a Victoria. Ciertamente, nadie pudiera decir que Ricardo estaba contradiciéndose.

De igual manera, nadie debería asumir que existe una contradicción ya que tres escritores del evangelio mencionaron un canto mientras que Marcos mencionó dos. Realmente, hubo dos “cantos del gallo”. Sin embargo, el segundo (el único que Mateo, Lucas y Juan mencionaron) fue el canto “principal” (como la cuarta bocina “principal” en un juego de fútbol). En el primer siglo, los gallos solían cantar por lo menos dos veces durante la noche. El primer canto (que solamente Marcos menciona—14:68) usualmente ocurría entre las doce y la una en punto. Relativamente poca gente oía o reconocía este canto (Fausset’s Bible Dictionary). Probablemente, Pedro nunca lo oyó; de otra manera su conciencia dormida hubiera despertado.

El segundo canto del gallo tomaba lugar un poco antes del amanecer—probablemente alrededor de las tres en punto (Nelson’s Illustrated Bible Dictionary). [Por favor recuerde, las horas bíblicas no pueden ser traducidas exactamente en nuestras horas modernas]. Fue este último canto que usualmente era llamado “el canto”. ¿Por qué? Porque era a esta hora de la noche (justo antes del amanecer) que los gallos cantaban más alto, y sus “cantos chillones” eran útiles para llamar a los obreros al trabajo (McClintock y Strong, 1968, 2:398). El canto de estos gallos servía como despertadores para el mundo antiguo. Marcos registró previamente en su relato del evangelio que Jesús habló de este canto “principal” cuando declaró: “Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana” (Marcos 13:35, énfasis añadido). Interesantemente, incluso cuando los trabajadores eran llamados por medio de aparatos artificiales (e.g., clarines), esta hora de la noche todavía era designada por la frase proverbial, “el canto” (McClintock y Strong, 2:398). Si usted viviera en el primer siglo y su jefe le diría que estuviera listo para trabajar al segundo canto del gallo, probablemente usted supiera que él trataba de decir la misma cosa—que el trabajo comenzaría justo antes del amanecer. Estos no son enunciados contradictorios, sino dos maneras de decir la misma cosa.

Cuando Jesús dijo, “antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (Mateo 26:34), es obvio concluir que Él estaba usando la frase “el gallo cante” en la manera más convencional. Por otra parte, Marcos especificó que había dos cantos. De la misma manera que el esposo da a su esposa instrucciones más detalladas concernientes al juego de fútbol, Marcos usó mayor precisión al registrar este evento. Puede ser que Marcos citó las palabras exactas de Jesús, mientras que los otros escritores (bajo la guía del Espíritu Santo) consideraron apropiado emplear un estilo menos definido para indicar la misma hora de la noche (McGarvey, 1881, p. 355). O, tal vez Jesús hizo ambos enunciados. Después que Pedro declaró que él no negaría al Señor, Jesús pudo haber repetido Su primer enunciado y añadido otro detalle, diciendo: “[T]ú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces” (Marcos 14:30, énfasis añadido). Nosotros no sabemos con seguridad por qué el relato de Marcos fue narrado de manera diferente a los relatos de los otros escritores, pero, al entender que la frase “el canto del gallo” era usada comúnmente para indicar un tiempo justo antes del amanecer, podemos estar seguros de que no existe una contradicción entre los escritores del evangelio.

REFERENCIAS

“Animals” (1986), Nelson’s Illustrated Bible Dictionary (Electronic Database: Biblesoft)

“Cock” (1998), Fausset’s Bible Dictionary (Electronic Database: Biblesoft).

“Cock-crowing,” McClintock, John y James Strong (1968), Cyclopaedia of Biblical Theological and Ecclesiastical Literature (Grand Rapids, MI: Baker).

Lenski, R.C.H. (1961), The Interpretation of St. Mark’s Gospel (Minneapolis, MN: Augsburg).

McGarvey, J.W. (1875), Commentary on Matthew and Mark (Delight AR: Gospel Light).


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