Pregunta y Respuesta: ¿Es la Homosexualidad Aceptable?
P.
El “matrimonio” entre el mismo sexo se presenta mucho en los medios de comunicación. ¿Es la homosexualidad aceptable?
R.
Los activistas homosexuales han logrado lo que hace cincuenta años atrás los norteamericanos hubieran pensado que sería imposible e inconcebible. Además de asegurar sistemáticamente la autorización legal con la ayuda de jueces liberales que actúan como legisladores, ellos están convenciendo gradualmente a más y más norteamericanos que las relaciones entre el mismo-sexo deberían ser aceptadas como un comportamiento legítimo. En 1965, el 82% de hombres y el 58% de mujeres decían que la homosexualidad representaba una “amenaza clara” para el estilo de vida norteamericano. Para 1993, solamente el 66.3% de la población norteamericana creía que las relaciones sexuales entre dos adultos del mismo sexo que actúan libremente son siempre equivocadas (Singer y Deschamps, 1994). Una encuesta de Gallup del 2001 mostró la continuación de una lenta, aunque constante, liberación de la opinión pública norteamericana hacia la homosexualidad (Newport, 2001). Una encuesta en el mismo año por el Grupo de Investigación Barna descubrió que casi la mitad de los adultos (48%) cree que las relaciones sexuales entre adultos del mismo género que actúan libremente deberían ser lícitas. Dos años después, Gallup descubrió que seis de diez norteamericanos sentían que las relaciones homosexuales entre adultos que actúan libremente deberían ser lícitas. Este es el grado más alto de aceptación de la legalidad de la homosexualidad que ha sido indicado durante los 26 años que Gallup ha estado haciendo tal pregunta. Un porcentaje ligeramente menor (54%) dice que la homosexualidad debería ser considerada como un estilo de vida aceptable (Newport, 2003).
Observe la erosión obvia de la sensibilidad moral norteamericana—del 82% al 46% en solo 40 años. Este proceso alarmante de insensibilización es típico de las civilizaciones humanas a través de la historia (cf. la nación de Israel del Antiguo Testamento). Aquellos que ignoran el pasado están condenados a repetirlo. El punto al cual Norteamérica se ha desviado de sus amarras morales originales llega a ser terriblemente aparente cuando uno examina la postura tomada por la sociedad norteamericana por los primeros 150 años de su existencia nacional. Por ejemplo, la Corte Suprema de los Estados Unidos transmitió un fallo en 1885:
Ciertamente no se puede suponer que alguna legislación sea más saludable y necesaria en la fundación de una mancomunidad libre y auto-gobernante, o que sea más adecuada para figurar como una legislación de los Estados coordinados de la Unión, que la que busca establecer esta mancomunidad sobre la base de la idea de la familia, la cual consiste y proviene de la unión para toda la vida de un hombre y una mujer en el estado santo del matrimonio; la fundación segura de todo lo que es estable y noble en nuestra civilización; la mejor garantía de esa moralidad reverente que es la fuente de todo progreso benefactor en el mejoramiento social y político (Murphy v. Ramsey, énfasis añadido).
Sin embargo la actual Suprema Corte de los Estados Unidos ha eliminado todas las leyes estatales sobre la sodomía en el 2003, abriendo las compuertas para la legalización de la homosexualidad y los matrimonios entre el mismo sexo estado por estado. El juez Scalia, quien escribió la opinión discrepante para sus compañeros disidentes, los jueces Rehnquist y Thomas, correctamente concluyó que si los matrimonios homosexuales fueran legalizados, entonces no existiría fundamento legal o racional sobre el cual prohibir todas las otras relaciones sexuales, a pesar de la perversidad implicada.
Solamente se puede sostener las leyes estatales contra la bigamia, el matrimonio entre el mismo sexo, el incesto entre adultos, la prostitución…el adulterio, la fornicación, el bestialismo y la obscenidad a la luz de la validación de Bower de las leyes que se basan en las elecciones morales. La decisión de hoy pone en duda a cada una de estas leyes (Lawrence et.al…, 2003, énfasis añadido).
Scalia añadió: “Esto condena efectivamente el final de toda legislación moral…
[N]inguna de las leyes mencionadas anteriormente puede sobrevivir a una crítica basada en la racionalidad” (Lawrence et.al. vs. Texas, énfasis añadido).
¿Cuán lejos están los norteamericanos dispuestos a llegar? Para ser consistentes, ellos no se pueden oponer lógicamente a cualquier otra forma de promiscuidad sexual. Si una mujer quisiera tener múltiples esposos, ¿sobre qué fundamento pudiera uno objetarlo? Lo mismo puede decirse de aquellos que quieren casarse con sus hijos, sus hermanas—o sus mascotas. Una vez que el marco moral objetivo provisto por Dios en la Biblia es abandonado o puesto a un lado, es inevitable hundirse en terreno pantanoso hasta llegar a una crisis moral completa. “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová” (Salmos 33:12). “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones” (Proverbios 14:34).
REFERENCIAS
Lawrence et al. v. Texas (2003), [En-línea], URL: http://caselaw.lp.findlaw.com/cgi-bin/get case.pl?court=US & navby=c ase & vol= 000 & invol=02-102.
Murphy v. Ramsey (1885), 114 U.S. 15; 5 S. Ct. 747; 29 L. Ed. 47; 1885.
Newport, Frank (2001), “American Attitudes Toward Homosexuality Continue to Become More Tolerant,” The Gallup Organization, June 4, [En-línea], URL: http://www.gallup.com/poll/content/login.aspx?ci=4432.
Newport, Frank (2003), “Six out of 10 Americans Say Homosexual Relations Should be Recognized as Legal,” The Gallup Organization, May 15, [En-línea], URL: http://www.gallup.com/poll/content/login.aspx?ci=8413.
Singer, Benett y David Deschamps (1994), “Gay and Lesbian Stats,” The New Press, [En-línea], URL: http://www.pflagupstatesc.org/statistics.htm.
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