
Plaquetas de Tuberías
Ian McEwan puede haber tropezado con una idea que pudiera cambiar la manera que el mundo arregla las goteras. El proceso puede ahorrar potencialmente a las compañías de petróleo y agua billones de dólares y miles de horas de labor. ¿Cuál es este nuevo descubrimiento? Un día McEwan estaba en un tren y se cortó su dedo. Mientras observaba el sistema de coagulación tan impresionante e eficiente del cuerpo humano, pensó si se podía usar “plaquetas” artificiales para “sanar” los agujeros en las tuberías (Graham-Rowe, 2006).
Emocionado por esta noble idea, McEwan, director y fundador de la Tecnología Brinker, puso el concepto en práctica. Después de varios intentos, parece que el procedimiento de la plaqueta artificial tiene un potencial grande para las industrias de petróleo y agua. De hecho, las compañías como BP y Shell han comenzado a probarlo en algunas de sus tuberías. ¿Cuáles son los resultados? BP usa la tecnología de plaquetas para tapar una tubería submarina, lo cual le ahorró alrededor de tres millones de dólares (Graham-Rowe).
Incluso cuando el proceso es menos caro que la mayoría de procedimientos de reparación, no es simple. Las plaquetas varían de tamaño, y los ingenieros deben determinar cuán grandes deben ser para reparar el agujero apropiadamente. Además, la dureza de la plaqueta también varía. Dependiendo del tamaño de los agujeros, se requiere plaquetas más suaves o duras (Graham-Rowe).
Aunque este nuevo sistema de plaquetas es complicado y efectivo, es insignificante comparado al sistema de coagulación encontrado en el cuerpo humano que inspiró a McEwan. De hecho, Michael Behe, profesor de Bioquímica en la Universidad de Lehigh, considera que la coagulación sanguínea es uno de los sistemas más complejos en el mundo natural. Él declaró:
No obstante, la investigación bioquímica ha demostrado que la coagulación sanguínea es un sistema muy complejo y unido intrincadamente que consiste de muchas partes proteínicas interdependientes. La ausencia o los defectos significativos en cualquiera de los muchos componentes causa que el sistema falle: la sangre no se coagula en el tiempo adecuado o en el lugar adecuado (1996, p. 78).
Muchos científicos argumentan que la coagulación sanguínea humana es el resultado de los procesos evolutivos casuales que no fueron guiados por una mente inteligente. Sin embargo, tal conclusión no aborda racionalmente toda la evidencia. Si se requiere un ingeniero inteligente para construir un sistema de plaqueta que remiende los agujeros, y si ese sistema artificial de plaqueta no es tan eficiente como la coagulación sanguínea humana, entonces se debe requerir un ingeniero incluso más inteligente para diseñar el sistema de coagulación humana. Esta es la única conclusión lógica y honesta que se puede sacar de la evidencia. Entonces, el próximo paso es reconocer a ese Diseñador como el Dios de la Biblia, cuyos atributos, como “su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20).
REFERENCIAS
Behe, Michael J. (1996), Darwin’s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution (New York: Touchstone).
Graham-Rowe, Duncan (2006), “Self-Healing Pipelines: A Scottish Company Develops Artificial Platelets That Can Cheaply and Quickly Plug Leaks,” Technology, [En-línea], URL: http://www.technologyreview.com/BizTech/17929/, December 21.
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