Nuevo Estudio Sostiene Registro Bíblico
La sección más antigua de la Biblia data de casi cuatro mil años—aproximadamente el 1600 a.C. No existe duda que el Antiguo Testamento es un libro antiguo. Debido a su antigüedad, muchos en el mundo “científico” moderno han acusado a la Biblia de ser anticuada, pasada de moda o de estar fuera de nuestro estado “actual” de información y conocimiento avanzado. Lo interesante acerca de esta acusación es que esta es evidentemente falsa. De hecho, es raro que en una semana algún estudio o hallazgo nuevo no verifique algún aspecto del registro bíblico.
Por ejemplo, en enero del 2006, los resultados de una tecnología conocida como Formación de Imagen por Tensor de Difusión (DTI) comenzaron a mostrar que los que beben alcohol excesivamente están dañando partes importantes de su cerebro. Los científicos que trabajan con esta tecnología han demostrado que el alcohol puede dañar fibras nerviosas conocidas como materia blanca. Este daño afecta potencialmente la “memoria activa”, la cual es descrita como “una forma de memoria [que] permite que alguien recuerde, por ejemplo, un número telefónico lo suficiente como para marcarlo (Singer, 2006). Otros estudios están investigando los efectos negativos en la materia blanca del consumo de alcohol entre adolescentes, debido al hecho que mucho del crecimiento de la materia blanca ocurre durante estos años (2006).
Estos “nuevos hallazgos” se relacionan perfectamente a la descripción de la borrachera provista en el registro bíblico antiguo. En Proverbios 23:29-35, se registra una descripción muy exacta de los efectos del alcohol. El texto explica que aquellos que “se detienen mucho en el vino” llegan a tener dolores, rencillas, quejas y otros diversos males. El escritor amonesta a sus lectores a evitar la tentación de beber, ya que los efectos del alcohol muerden “como serpiente” y causan dolor “como áspid” (vs. 32). Con un catálogo de tales efectos negativos, no sorprende que el Nuevo Testamento también instruya a sus lectores a evitar la borrachera: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución” (Efesios 5:18).
La Biblia no es un libro anticuado de invención humana. Esta es la Palabra inspirada del Dios omnisciente cuyas descripciones de los fenómenos naturales permanecen siendo importantes y exactas hoy en día como lo fueron hace miles de años atrás. No es raro que los hallazgos científicos precisos continúen corroborando la veracidad del registro bíblico.
REFERENCIAS
Singer, Emily (2006), “Your Brain on Booze,” Technology Review, January 26, [En-línea], URL: http://www.technologyreview.com/BioTech/wtr_16197,304,p1.html.
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