Monos, Máquinas de Escribir y Shakespeare
Aunque algunos de los detalles exactos todavía son un asunto de desacuerdo, todos reconocen que el 30 de junio de 1860, en la Unión Oxford en Inglaterra, se realizó el “Gran Debate” entre el Arzobispo anglicano de la Universidad de Oxford, Samuel Wilberforce, y el evolucionista y agnóstico Thomas Huxley. Wilberforce, profesor de teología y matemática en Oxford, defendió su creencia en un Creador usando la lógica del argumento teleológico a favor de Dios. Él aseveraba que el diseño que vemos en la naturaleza requiere un Diseñador. Por otra parte, Huxley declaraba que con suficiente tiempo, ocurrirían por casualidad todas las combinaciones posibles de la materia, incluyendo aquellas necesarias para producir al hombre.
Este es el punto en el cual la ficción, la fantasía y los hechos se enredan. Según el saber popular antiguo, en un intento por probar su punto, Huxley pidió que Wilberforce le permitiera suponer que hubieran seis monos que vivieran por siempre, seis máquinas de escribir que nunca se dañaran y una reserva ilimitada de papel y tinta. Él luego argumentó que con una cantidad infinita de tiempo, estos monos finalmente escribirían las obras de Shakespeare (algunos relatos dicen que Huxley declaró que ¡los monos pudieran escribir todos los libros de la Biblioteca Británica, incluyendo la Biblia y las obras de Shakespeare!). La leyenda cuenta que Wilberforce, un matemático hábil, estuvo forzado a conceder la veracidad del punto de Huxley, y como resultado perdió el debate. Muchos evolucionistas han aplicado el argumento del mono y/o máquina de escribir cuando se les plantea la pregunta del origen de la vida.
Realmente, esta leyenda probablemente contiene más ficción que hecho. Huxley supuestamente hizo este enunciado en 1860, aunque el concepto de la máquina de escribir no era bien conocido en ese tiempo. De hecho, pasó más de diez años antes que las máquinas de escribir fueran vendidas al público (en aproximadamente 1874). Además, pasaría alrededor de cien años hasta que los científicos descubrieran que la información genética consistía de un arreglo lineal de un número pequeño de símbolos. Sin embargo, estos hechos no frenaron en el pasado los alardes de los evolucionistas concernientes a este relato. Pero ahora los alardes pueden haber llegado a su fin mientras que los evolucionistas luchan por esconder esta analogía y encontrar una mejor que tome su lugar.
¿Qué realmente se obtiene cuando deja seis monos solos con una computadora por un mes? ¡Un desorden colosal! Los investigadores de la Universidad de Plymouth en Inglaterra reportaron que los primates dejados solos con una computadora atacaron a la máquina y no pudieron producir una palabra sencilla. Según Brian Bernbaum, “un grupo de la facultad y los estudiantes del programa de comunicaciones de la universidad dejaron una computadora en la jaula de seis macacos sulawesis con crestas en el Zoológico de Paignton al suroeste de Inglaterra. Luego esperaron” (2003). Los resultados fueron muy diferentes a los que los evolucionistas esperarían ver. El investigador Mike Phillips señaló que lo primero que pasó fue que “el macho líder tomó una piedra y comenzó a golpear[la]” (citado en Bernbaum, 2003). Él continuó señalando que en “otra cosa que estuvieron interesados era defecar y orinar encima del teclado”.
Finalmente los seis monos—llamados Elmo, Gum, Heather, Holly, Mistletoe y Rowan—produjeron cinco páginas de “texto”. Sin embargo, ese “texto” estaba compuesto principalmente de la letra S y las letras A, J, L, y en raras ocasiones la letra M. Mike Phillips señaló, “Ellos presionaron mucho la letra S”. Y luego declaró, “Obviamente, el inglés no es su primera lengua” (vea “Typing Monkeys…”, 2003).
Ciertamente, el experimento no fue realizado con las especificaciones dadas en el relato atribuido a Huxley. Se usó solo una computadora en vez de seis máquinas de escribir. El experimento duró solamente cuatro semanas. Pero el hecho sigue siendo que estos seis monos fallaron en producir algo incluso parecido a una palabra del lenguaje humano. Como Phillips admitió, los resultados demostraron que los monos “no son generadores de casualidad. Ellos son más complejos que eso” (“Typing Monkeys…”, 2003). El funcionario de ciencia del Zoológico Paignton, Dr. Amy Plowman admitió: “El estudio fue interesante pero tuvo poco valor científico, excepto mostrar que la teoría ‘infinita del mono’ es errónea” (vea “Monkeys Fail..”, 2003, énfasis añadido). Esa no es la única teoría errónea. Si los evolucionistas están esperando que seis monos jugueteando en máquinas de escribir confirmen sus declaraciones de cómo se originó la vida, ellos están en una mayor confusión que la jaula de monos.
REFERENCIAS
Bernbaum, Brian (2003), “Monkey Theory Proven Wrong,” Access Research Network, [En-línea], URL: http://www.arn.org/docs2/news/monkeysandtypewriters051103.htm.
“Monkeys Fail to Produce Masterpiece” (2003), BBC News, [En-línea], URL: http://www.bbc.co.uk/devon/news_features/2003/monkey_words.shtml.
“Typing Monkeys, but no Shakespeare” (2003), MSNBC Science News, [En-línea], URL: http://www.msnbc.com/news/911508.asp?0si=-.
REPRODUCTION & DISCLAIMERS: We are happy to grant permission for this article to be reproduced in part or in its entirety, as long as our stipulations are observed.