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Moisés y el Arte de Escribir

Hace un tiempo atrás, una joven de una universidad local visitó nuestras oficinas en Apologetics Press y requirió hablar con alguien acerca de una “teoría nueva” que se le había enseñado en su clase de literatura de primer curso. Por primera vez en su vida, se le dijo que Moisés no pudo haber sido el autor de los primeros libros del Antiguo Testamento. Supuestamente, Jesús, Esdras, Pablo y otros estuvieron equivocados al atribuir estos libros a Moisés (cf. Marcos 12:26; Esdras 6:18; 2 Corintios 3:15). Esta joven influenciable estaba comenzando a pensar que lo que se le había enseñado en cuanto a la autoría mosaica del Pentateuco en su clase dominical y en su escuela cristiana a la cual había asistido casi por toda su vida era equivocado.

Los cristianos han confrontado por más de dos siglos la idea que Moisés no escribió el Pentateuco—una teoría conocida como la Hipótesis Documentaria. Pero, sorprendentemente, se ha desaprobado hace mucho tiempo una de las primeras suposiciones sobre las cuales se basa esta teoría. Desde la etapa más temprana del desarrollo de la Hipótesis Documentaria, se había creído que Moisés vivió en una era anterior al conocimiento de la escritura. Uno de los “padres fundadores” de la Hipótesis Documentaria, Julius Wellhausen, estaba convencido que el “Israel antiguo ciertamente no carecía de fundamento dado por Dios para el orden de la vida humana; solamente que no estaba grabado en algún escrito” (1885, p. 393, énfasis añadido). Solo unos pocos años después, Hermann Schultz declaró: “En cuanto al carácter legendario de los narradores pre-mosaicos, el tiempo del cual tratan es prueba suficiente. Este fue un tiempo anterior a todo conocimiento de escritura” (1898, pp. 25-26, énfasis añadido). Estas suposiciones ciertamente tuvieron un gran impacto en las creencias de estos hombres (y la promoción) de la teoría que Moisés no pudo haber escrito los primeros cinco libros del Antiguo Testamento.

Uno de los problemas principales con la Hipótesis Documentaria es que ahora sabemos que Moisés no vivió “antes de todo conocimiento de escritura”. De hecho, él vivió mucho tiempo después que se conociera el arte de la escritura. Una plétora de descubrimientos arqueológicos ha probado que una de las suposiciones principales de la teoría de Wellhausen fue equivocada.

  • En 1949, C.F.A. Schaeffer “encontró una tablilla en Ras Shamra que contenía las 30 letras del alfabeto ugarítico en su propio orden. Se descubrió que la secuencia del alfabeto ugarítico fue la misma del hebreo moderno, revelando que el alfabeto hebreo se remonta a lo menos 3,500 años atrás” (Jackson, 1982, p. 32, énfasis añadido).
  • En 1933, J.L. Starkey, quien había estudiado bajo el famoso arqueológico W.M.F. Petrie, excavó la ciudad de Laquis, que había figurado mucho cuando Josué conquistó Canaán (Josué 10). Entre otras cosas, desenterró un cántaro de arcilla “inscrito con una dedicatoria en once letras arcaicas, la inscripción ‘hebrea’ más antigua que se conoce” (Wiseman, 1974, p. 705). Según Charles Pfeiffer, “La escritura antigua o paleo-hebrea es la forma de escritura que es similar a lo que los fenicios usaban. En este alfabeto, una inscripción real del Rey Shaphatball de Gebal (Byblos) data de alrededor de 1600 a.C.” (1966, p. 33).
  • En 1901-1902, una expedición arqueológica francesa bajo la dirección de Jacques de Morgan descubrió el Código de Amurabi en el lugar antiguo de Susa (lo que ahora se conoce como Irán). Este código se escribió en un pedazo de diorita negra de aproximadamente ocho pies de alto, que contenía 282 secciones. En su libro, Arqueología y la Historia Bíblica, Joseph Free y Howard Vos declaró:

    El Código de Amurabi fue escrito varios cientos de años antes del tiempo de Moisés (ca. 1500-1400 a.C.)…. Este código, del periodo 2000-1700 a.C., contiene leyes avanzadas similares a los que las leyes mosaicas contienen…. Teniendo en cuenta esta evidencia arqueológica, el crítico destructivo no puede continuar insistiendo que las leyes de Moisés son demasiado avanzadas para su tiempo (1992, pp. 103,55, énfasis añadido).

El Código de Amurabi estableció fuera de toda duda que se conocía la escritura cientos de años antes de Moisés.

Tan temprano como 1938, al hablar de los varios sistemas de escritura que existían en el Oriente Medio durante los tiempos pre-mosaicos, el respetado arqueólogo William F. Albright escribió:

En este respecto se puede decir que se conocía muy bien la escritura en Palestina y Siria durante la Era Patriarcal (Bronce Medio, 2100-1500 a.C.). Se sabe que a lo menos se usaban cinco escritos: (1) los jeroglíficos egipcios que los cananeos usaban para nombres personales y lugares; (2) el cuneiforme acadiano; (3) el silabario jeroglififorme de Fenicia; (4) el alfabeto lineal del Sinaí; y (5) el alfabeto cuneiforme ugarítico que fue descubierto en 1929 (1938, p. 186).

Muchos descubrimientos arqueológicos de los pasados 100 años han probado una vez por todas que no solamente se conocía el arte de escribir durante el tiempo de Moisés, sino también mucho tiempo antes que Moisés entrara a la escena. Aunque los escépticos, teólogos liberales y profesores universitarios continúen propugnando la Hipótesis Documentaria, se les debe informar (o recordar) del hecho que la evidencia arqueológica ha derrumbado una de sus suposiciones fundacionales.

 

REFERENCIAS

Albright, W.F. (1938), “La Arqueología Confronta el Criticismo Bíblico” [“Archaeology Confronts Biblical Criticism”], The American Scholar, 7:186, abril.

Free, Joseph P. y Howard F. Vos (1992), La Arqueología y la Historia Bíblica [Archaeology and Bible History] (Grand Rapids, MI: Zondervan).

Jackson, Wayne (1982), Estudios Bíblicos a la Luz de la Arqueología [Biblical Studies in the Light of Archaeology] (Montgomery, AL: Apologetics Press).

Pfeiffer, Charles F. (1966), El Mundo Bíblico [The Biblical World](Grand Rapids, MI: Baker).

Sayce, A.H. (1904), Hechos Monumentales y Fantasías Críticas Mayores [Monument Facts and Higher Critical Fancies] (Londres: The Religious Tract Society).

Schultz, Hermann (1898), Teología del Antiguo Testamento [Old Testament Theology] (Edinburgh: T&T Clark), traducido de la cuarta edición por H. A. Patterson.

Wellhausen, Julius (1885), Prolegómeno a la Historia de Israel [Prolegomena to the History of Israel] (Edimburgo: Adam and Charles Black), trad. por Black y Menzies.

Wiseman, D.J. (1974), El Diccionario de la Nueva Biblia [The New Bible Dictionary], ed. J.D. Douglas (Grand Rapids, MI: Eerdmans).


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