¿Mejor Que Dios?
En febrero 13 de 1989, John Morris y Frank Zindler se encontraron en un debate de una hora sobre el Diluvio de Noé. John Morris afirmaba que existió un diluvio global como la Biblia registra; el ateo Frank Zindler negaba que ese fuera el caso. Dick Wolfsie era el presentador del debate para el canal 13 afiliado a la NBC en Indianapolis, Indiana. El debate fue acalorado, por no decir más, y alternaba en varios temas que incluían la fosilización, las similitudes del ADN entre humanos y animales, las formaciones geológicas, y muchos otros temas.
Durante el debate, Zindler hizo un enunciado muy terrible y revelador concerniente a Dios. En su discusión acerca del ADN, John Morris acusó a Zindler de clamar tener la mente de Dios, o pretender ser tan inteligente como Dios. En respuesta, Zindler dijo: “Ciertamente, yo soy mejor que dios. Si no pudiera hacerlo mejor que dios, John, yo no estaría en este show…dios no puede hacer nada” (énfasis añadido). Segundos después, Morris dijo: “Lo que estás diciendo es que ¡si fueras dios, tú hubieras hecho un mejor trabajo!”. Y Zindler respondió: “Bien, ¡yo realmente lo hubiera hecho!” (Zindler, 2004). Estos enunciados hechos por Zindler hablan por sí mismos. Es interesante notar el hecho de que los Ateos Americanos Inc. han expuesto orgullosamente este debate en su sitio Web, lo cual pareciera indicar que ellos respaldan los comentarios de Zindler.
En resumen, Zindler y la sociedad de Ateos Americanos creen que ellos pudieran haber creado un mejor Universo que el creado por Dios. Ahora, eso es interesante. Realmente me asombra que muchos hombres y mujeres educados, tales como Zindler y otros asociados con los Ateos Americanos, no reconozcan las limitaciones de la mente humana. Aunque los seres humanos son extremadamente inteligentes, millones de estructuras básicas en el Universo todavía eluden a nuestros expertos más inteligentes. Por ejemplo, los átomos—los funcionamientos intrincados del fundamento de la materia—son todavía un misterio para la mayoría de científicos educados. Además, los científicos han estado estudiando la “simple célula” por décadas, y todavía no tienen una comprensión de todas sus funciones. Nuestras mentes más brillantes han estado trabajando a lo menos medio siglo en intentos por sintetizar la vida, aunque en vano. El ADN codifica información bioquímicamente—un proceso que nosotros nunca hemos podido llegar a dominar. Como humanos incluso no entendemos completamente nuestros cerebros. En resumen, nosotros no podemos codificar información químicamente, no podemos crear vida, y no entendemos completamente los fundamentos más básicos de la materia o la vida—¡aunque algunos entre nosotros piensan que ellos pudieran hacer un mejor trabajo con este Universo que Dios!
Esta arrogancia humana no es nada nueva. El profeta Ezequiel fue enviado al príncipe de Tiro con este mensaje de Dios: “[…]se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios)…” (Ezequiel 28:2). Por milenios, nosotros los humanos hemos querido pensar que somos el pináculo de la inteligencia. Pero, en verdad, no lo somos. Nosotros somos seres débiles creados por el Dios omnisciente, designados con la habilidad de reconocer Su actividad en el Universo, pero a menudo somos demasiado testarudos o ignorantes para permitir que la evidencia penetre.
No se equivoque, si el Señor es paciente para con nosotros al no regresar todavía, Zindler y los Ateos Americanos quienes han respaldado su material irán a sus tumbas, como lo hará el resto de nosotros, sin haber descubierto la mayoría de los misterios de este Universo. Otros se levantarán como ellos, justo como ellos se han levantado al estilo del príncipe de Tiro, y han clamado que ellos pueden “hacerlo mejor que Dios”. Pero el trabajo de Dios no puede ser mejorado. Como Él dijo a aquellos del tiempo de Isaías: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8,9).
REFERENCIAS
Zindler, Frank (2004), “The Question of Noah’s Flood: A Debate,” [En-línea], URL: http://www.atheists.org/bone.pit/morrisdebate.html.
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