¡Los Científicos También son Humanos!
La comunidad científica ha estado haciendo últimamente una investigación profunda. En el punto central del tema está el caso de la objetividad en la ciencia. La filosofía del cientificismo quiere que creamos que la ciencia es la única vía a la verdad y, por lo tanto, que los científicos son los únicos guardianes del conocimiento. Hablando prácticamente, la mayoría de los científicos probablemente reconocerán que la ciencia es un esfuerzo humano y por consiguiente, está sujeta a las imperfecciones de sus practicantes. Sin embargo, el establecimiento científico está luchando con asuntos de seudo-ciencia, parcialidad y fraude.
SEUDO-CIENCIA
La primera categoría usualmente incluye lo paranormal, varias creencias de la Nueva Era y encuentros personales con ovnis. Los defensores del naturalismo y el materialismo expanden esta definición para incluir cualquier teoría científica que reta su perspectiva personal del mundo. Algunos ejemplos serían el creacionismo, la fusión en frío, la medicina homeopática y la hipótesis de Gaia. Personalmente, yo no sostengo las tres últimas ideas. Sin embargo, algunos científicos abandonan la objetividad por causa de su criticismo severo de tales enfoques poco convencionales.
PARCIALIDAD
Desde luego, los creacionistas han argumentado que su perspectiva puede competir al mismo nivel que las teorías evolutivas (e.g., Geisler y Anderson, 1987). Es aquí donde yo planteo el asunto de la parcialidad. Generalmente, el propósito del consenso es prevenir que surja confusión de la investigación no-confirmada o aparentemente dudosa. Supuestamente, los científicos no aceptarán ninguna teoría nueva hasta que su saber y experiencia colectiva les diga que esta es mejor que la ya existente. Aunque, algunos claman que los editores de publicaciones profesionales y críticos asociados ocasionalmente rechazan publicar enfoques opuestos. El consenso no debe censurar, sino animar al trabajo más riguroso.
En efecto, algunas veces el rechazo puede ser grande. Por ejemplo, Halton Arp piensa que ha encontrado evidencia que sostiene su teoría en contra de la teoría prevaleciente del Big Bang. Sin embargo, él tiene problemas para conseguir acceso a telescopios principales porque otros científicos no creen que él pueda estar probablemente en lo correcto (Arp, 1990).
La misma gente nunca dará al creacionismo una escucha justa. La siguiente lista es una selección pequeña de actitudes que ilustran mi punto.
La fe en la creación es personal y subjetiva, mientras que la fe en la evolución es universal y objetiva (Ferrell, 1991).
Cualquier experimento científico que se propone a confirmar la Biblia es automáticamente no-científico (Rice, 1989).
Aunque Werhner von Braun guió a América al espacio, su creencia en el creacionismo le impide ser considerado un “verdadero” científico (Jones, 1989).
Un evolucionista dijo esto en respuesta a la edad joven de los huesos de dinosaurio datados por un grupo de creacionistas: “No importa que fecha clamen, los dinosaurios se extinguieron 66 millones de años atrás” (Lafferty, 1991).
FRAUDE
Tristemente, el fraude y la mala conducta han mancillado la historia de la ciencia. Tal vez el ejemplo más famoso es el así-llamado hombre de Piltdown, el cual fue anunciado al mundo en 1912. Algunos falsificadores astutos pusieron un cráneo humano con un hueso mandibular de un simio moderno y lo envejecieron artificialmente. El engaño burló a muchos grandes expertos hasta comienzos de la década de 1950, cuando nuevas técnicas expusieron el engaño. Este es un incidente humillante, no solo para la ciencia, sino para la evolución. Por casi cuarenta años, los evolucionistas señalaban al hombre de Piltdown como un ejemplo de la supuesta transición simio-humana. Sin embargo, el caso de Piltdown tiene un lado positivo. Este nos enseña que la ciencia pude corregirse, a pesar del consenso.
CONCLUSIÓN
Algunos científicos pueden llamar a nuestra perspectiva seudo-ciencia, mirar nuestro caso científico con parcialidad y presentar argumentos falsos al mundo, sea intencionalmente o no. No obstante, la ciencia en sí misma no es enemiga de la verdad. Ciertamente, la ciencia y los científicos tienen sus limitaciones, pero nosotros podemos trabajar dentro de aquellas limitaciones para avanzar la causa de nuestro Creador.
REFERENCIAS
Arp, Halton (1990), “Discordant Observations,” Science, 249:611, August 10.
Ferrell, Keith (1991), “The Chasm of Creationism,” Omni, 14[1]:14, October.
Geisler, Norman L. y J. Kerby Anderson (1987), Origin Science (Grand Rapids, MI: Baker).
Jones, Lewis (1989), “The Two Cultures: A Resurrection,” Skeptical Inquirer, 14[1]:57-64, Fall.
Lafferty, Michael B. (1991), “Creationists Say Dinosaurs Lived With Man,” Columbus Dispatch, pp. 1B-2B, November 3
Rice, Stanley (1989), “ ‘Faithful in the Little Things’: Creationists and ‘Operation Science,’ ” Creation/Evolution, 25:8-14.
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