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Las Columnas del Templo y la Altura de los capiteles

Cuando el Rey Salomón construyó su grandioso templo, edificó dos columnas de 18 codos de alto y las colocó a la entrada al frente del templo (1 Reyes 7:15. NOTA: Un codo es aproximadamente 18 pulgadas). Él incluso les puso nombres: Jaquín al lado derecho y Boaz al lado izquierdo (1 Reyes 7:21). Arriba de cada columna había un capitel de cinco codos, cubierto con “trenza a manera de red”, “cordones a manera de cadenas” e “hileras de granadas” (1 Reyes 7:17-18,20).

Cuando se compara los varios registros bíblicos que hablan de las columnas y capiteles del templo (1 Reyes 7; 2 Reyes 25; 2 Crónicas 3; Jeremías 52), surgen inmediatamente dos preguntas. Primero, ¿por qué 2 Crónicas 3:15 indica que las dos columnas de 18 codos (1 Reyes 7:15; 2 Reyes 25:17; Jeremías 52:21) tenían “treinta y cinco codos de altura”? Segundo, ¿tuvieron los capiteles de las columnas “cinco codos” de altura, como 1 Reyes 7:16 y Jeremías 52:22 indican, o “tres codos”, como se registra en 2 Reyes 25:17?

Primero, debemos tener en cuenta que el apologista bíblico no tiene que hacer que se defina la solución exacta de una pregunta particular para exonerar a un escritor de la Biblia de un supuesto error. Así como los cristianos no tienen que conocer todos los detalles de cómo Jesús obtuvo un asna (Mateo 21:1-7) para absolverle de una supuesta acusación de hurto, los creyentes en la Biblia pueden defender razonablemente la integridad de la Biblia sin definir la solución exacta de un problema. Más de un siglo atrás, J.W. McGarvey comentó sobre este punto de la siguiente manera:

No estamos obligados a mostrar la verdad de la hipótesis presentada; sino solamente el hecho que pudiera ser verdadera. Si es posible en absoluto, entonces es posible que no exista ninguna contradicción; si es probable, entonces es probable que no exista contradicción…. Por consiguiente, también cuando existe una apariencia de contradicción entre dos escritores, el juicio común requiere que antes que se declare a uno o ambos como falsos, agotemos nuestro ingenio en la búsqueda de alguna suposición probable teniendo en cuanto que ambos pueden ser verdaderos. Cuando la reputación de los escritores es mayor, esta obligación es más imprescindible para no condenar como falsos a aquellos que tienen el derecho a consideración respetuosa (1886, 2:32).

Ciertamente, el apologista necesita mostrar solamente una o más posibilidades de armonización para negar la fuerza de la acusación que un escritor inspirado se equivocó. Nosotros acatamos este principio en los procesos judiciales, cuando revisamos libros históricos, así como en las situaciones diarias. Entonces, es justo mostrar a la Biblia la misma cortesía al agotar la búsqueda por una armonía posible entre pasajes antes de declarar que uno o ambos registros son falsos. Aunque puede ser que nadie realmente sepa con seguridad la razón de las diferencias para la altura de las columnas, podemos ofrecer más de una posibilidad lógica.

A lo menos existen tres explicaciones posibles para la variación en la altura de las columnas del templo. Primero, es posible que uno o más escribas confundieran los numerales hebreos גה (35) y יח (18). Así como las imprentas hoy cometen pequeños errores cuando imprimen copias de la Biblia, y así como se puede encontrar errores de copistas en varias obras históricas (e.g., Tácito, Josefo, etc.) sin que se corrompa la integridad general del texto, ocasionalmente los lectores de la Biblia tropezarán con números, nombres, etc. que son el resultado de los errores de los copistas—no errores de los escritores inspirados originales. [Para leer nuestro ensayo fundacional sobre este tema, vea Lyons, 2007].

Segundo, puede ser que mientras 1 Reyes 7:15, 2 Reyes 25:17 y Jeremías 52:21 solamente dan la altura de las columnas, el cronista también incluya la altura de la base, los capiteles y todas las otras decoraciones de las columnas. Considere una ilustración algo paralela de dos personas que miden la altura de un edificio eclesiástico moderno. Una persona sube las escaleras y mide desde el piso de la entrada hasta la parte interna del techo, y obtiene una medida de 25 pies. Sin embargo, otra persona mide de la base del edificio hasta el pináculo. Él calcula la altura en 55 pies. ¿Es posible que ambos cálculos sean correctos? Sí. Estas son medidas exactas de lo que los inspectores eligieron incluir en la “altura del edificio eclesiástico”. En cuanto a las columnas del templo, puede ser que la cifra de 2 Crónicas simplemente incluya más materiales que lo que la cifra que 1 y 2 Reyes y Jeremías incluye.

Tercero, también es posible que la altura de cada columna fuera más específicamente 17½ codos, o que una mitad de codo de cada columna formara la redondez de los capiteles, y que el número 35 representara la suma de la longitud de ambas columnas. De manera interesante, 2 Crónicas 3:15 no indica que “cada” columna tenía 35 codos, sino simplemente que las “dos columnas” tenían “treinta y cinco codos de altura”.

Pero ¿qué acerca de la altura de los capiteles? ¿Por qué 2 Reyes 25:17 hace referencia que su medida era tres codos, en vez de cinco? Así como la altura de las columnas, es posible que el número “tres” represente el error de un copista. Se puede haber puesto erróneamente la letra hebrea ג (3) en 2 Reyes 25:17 por ה (5), como 1 Reyes 7:16 y Jeremías 52:22 anotan. No obstante, existe otra explicación, la cual John Wesley postuló. En su comentario de 1 Reyes, él sugirió que “la palabra capitel se toma mayormente por el todo, así que tiene cinco codos; o, más estrictamente, por las perillas…, por la cornisa o corona, y por ende tenía tres codos, a lo cual si se le añadía las granadas llegaba a tener 4 codos…, y la otra labor sobre ella un codo más, lo cual llegaba a tener cinco codos” (s.d.). Así que “tres” o “cinco” pudieran ser correctos, dependiendo exactamente de lo que los escritores estuvieran incluyendo en las medidas de los capiteles.

¿Cuáles son las respuestas correctas para estas preguntas? ¿Por qué exactamente existen diferencias entre las cifras que se dan para la altura de las columnas y los capiteles? Nadie lo sabe exactamente. Pero se puede ofrecer respuestas razonables sin suponer que los escritores originales erraron.

REFERENCIAS

McGarvey, J.W. (1886), Evidences of Christianity (Cincinnati, OH: Standard).

Lyons, Eric (2007), “Escritores Inspirados y Copistas Competentes”, [En-línea], URL: https://apologeticspress.org/espanol/articulos/3424.

Wesley, John (s.d.), Explanatory Notes on the Whole Bible, [En-línea], URL: http://bible.crosswalk.com/commentaries/WesleysExplanatory Notes/wes.cgi?book=1ki&chapter=007.


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