La Revista Nature Ataca a la Religión
Una revista que solía ser un líder en reportar los descubrimientos científicos se ha aventurado al reino de la política, adoptando tendencias ateas y ridiculizando las creencias religiosas. Nature publicó tres artículos en una semana que demostraron la parcialidad de la editorial y una agenda muy clara en contra de Dios. El primero fue una redacción que calificaba a la ciencia como opuesta a la religión y abordaba brevemente The Language of God (El Lenguaje de Dios), un nuevo libro escrito por el evolucionista teístico Francis Collins (vea “Building Bridges”, 2006). El autor de este artículo no escondió sus sentimientos al declarar sin rodeos:
Para muchos científicos, las contribuciones religiosas en los debates públicos se consideran amenazadoras y desfavorables. Los líderes religiosos hablan, en el nombre de Dios, en contra de temas completos de investigación—tales como el trabajo en la célula madre embrionaria. Ellos adoptan, en el nombre de la moralidad, una postura en contra de las prácticas que salvan vidas, tales como el uso del condón en áreas de alta infección de SIDA.
Tales contribuciones consternan a los muchos científicos que son creyentes pero que toman una postura doctrinal diferente. También irritan o enfurecen a aquellos (tal vez comparables en número) que son agnósticos y ateos. Después de todo, para mucha gente, incluyendo a los científicos, el mundo simplemente tiene más sentido sin la existencia de Dios; y las intervenciones religiosas son ofensivas o irrelevantes (“Building Bridges”, 2006).
Los líderes religiosos y algunos científicos realmente hablan en contra de la investigación de la célula madre embrionaria ya que viola la santidad de la vida humana. Si el autor del escrito se hubiera tomado la molestia de revisar el archivo de Nature se hubiera dado cuenta que la célula madre embrionaria no ha ayudado a curar ninguna enfermedad humana. Nosotros a menudo oímos de su beneficio potencial, pero en la investigación en humanos, se ha demostrado que el único éxito real ha sido con la célula madre adulta. Mi pregunta para este editor es ¿por qué está predispuesto a “trabajar con células madres embrionarias”? Si las células madres adultas son prometedoras, entonces ¿por qué proseguir con un método científico que involucra la destrucción deliberada de vida humana?
Adicionalmente, se puede preguntar ¿por qué promover el uso de condones para prevenir el SIDA cuando es un hecho biológico que la abstinencia, y el plan de Dios para el matrimonio, provee un medio más efectivo para la protección? ¿Quiere el autor de esta revista científica prominente que la sociedad se suscriba a un comportamiento impío? ¿Cuál debería ser nuestro estándar de comportamiento? ¿Cuál debería ser nuestro estándar de moralidad? Sin duda el editor educado e inteligente de esta revista reconoce que los condones no son la solución.
El autor continúa:
En respuesta, algunos científicos son tentados a desechar públicamente las creencias religiosas, o argumentar fuertemente en contra de estas. El último enfoque es valioso ya que expone los dogmas religiosos a la consideración racional y guía a su abandono cuando son hallados en conflicto con la realidad. Pero es perjudicial si falla en reconocer la incapacidad de la ciencia de lidiar con muchos de los temas que la gente enfrenta en sus vidas diarias. (“Building Bridges”, énfasis añadido).
El punto indirecto es que cualquiera que sostiene una tendencia religiosa es irracional. Otra vez, este autor haría bien en dar una mirada retrospectiva a los muchos gigantes que aportaron mucho a la investigación científica—ya que muchos de ellos profesaron una creencia profunda en Dios. ¿Fueron estos hombres irracionales?
¿Por qué una revista de ciencia se preocuparía en “valorar” el abandono de los “dogmas religiosos”? Con seguridad los lectores no pasarán de largo los sentimientos ateísticos prejuiciados. Ese escritor desea marcar la ciencia en contra de Dios y de la Biblia. No obstante, no existe conflicto. Dios continúa siendo el autor de la ciencia, y aquellos que están dispuestos a investigar la evidencia reconocerán que la información apunta hacia Él.
Pero Nature no para aquí. Otro artículo, escrito por Erika Check, también explora el nuevo libro de Francis Collins. Check comienza su revisión de esta manera:
¿Es realmente posible combinar la dedicación científica con la creencia en Dios? En un nuevo libro, el prominente científico de los EE.UU. Francis Collins establece su caso para combinar una fe religiosa fuerte con un celo por el método científico. Pero sus puntos de vista ya han provocado debate. Los críticos sugieren que lo último que la ciencia necesita es más palabrería religiosa (2006, 442:114, énfasis añadido).
Después de hablar en cuanto a si existe una ley moral, Check declaró atrevidamente:
Muchos científicos están firmemente en desacuerdo con tales argumentos. Algunos sugieren que la ciencia está a la defensiva hoy—no solo en los EE.UU.—y que la sociedad necesita exactamente lo opuesto de lo que Collins sugiere: menos habladuría acerca de la fe y más acerca de la razón. Por ejemplo, los intereses religiosos respaldan grandemente la ley de los EE.UU. que restringe el fondo federal de la investigación de la célula madre. Y muchos se sienten amenazados por la influencia del diseño inteligente en la educación científica (Check, 2006).
Lo que se quiere implicar con estos enunciados es que la fe es irracional. Esos enunciados no tienen que ver nada con reportar imparcialmente la información científica. Yo le recordaría a Erika Check que los creyentes en la Biblia no son los únicos que sostienen alguna clase de “fe”, como ella usa el término. Considere cuánto dependen los evolucionistas en su “fe”. Existen tres obstáculos científicos que la teoría de la evolución debe superar:
- La existencia de la vida de lo no-viviente.
- La existencia del Universo.
- La complejidad y el diseño encontrado en la naturaleza.
Yo sostengo que ¡el evolucionista es el que posee una fe irrazonable en una teoría que todavía no ha probado cómo se originó la vida primeramente!
Check luego incluye varios enunciados de evolucionistas prominentes. Por ejemplo, Richard Dawkins critica el nuevo libro de Collins: “No puedo entender cómo puede ser esto bueno para la ciencia—lo sobrenatural es fundamentalmente no-científico. Los científicos trabajan arduamente tratando de entender. Lo sobrenatural es una evasión de esa responsabilidad. Hace que los hombres se encojan de hombros”. Por ende, Dawkins reduce la creencia en Dios a un simple acto de encogerse los hombros. Él concluye que puede haber alguna razón para tratar de juntarse con la gente religiosa, pero declara: “Esa es una postura política perfectamente razonable, pero no tiene nada que ver con la verdad”. Se puede preguntar, ¿a qué verdad se estaba refiriendo Dawkins? ¿Tal vez al largo desfile de errores evolutivos que continúan siendo reciclados en los libros de texto? O ¿se refiere a la “verdad” de los supuestos “eslabones perdidos” que tienen cobertura principal cuando son encontrados, pero casi nadie nota cuando son descartados después? O ¿se refiere a la “verdad” que los evolucionistas no pueden explicar la expansión del Universo o la característica del altruismo humano? ¿A cual “verdad” Dawkins se aferra?
El último artículo es otra crítica hecha por Crispin Tickell. Tickell evalúa el nuevo libro de Lewis Wolpert, Six Imposible Things Before Breakfast: The Evolutionary Origins of Belief (Seis Cosas Imposibles Antes del Desayuno: Los Orígenes Evolutivos de la Creencia) [2006, 442:137]. En el enunciado introductorio de su artículo, Tickell declara que “la creencia religiosa puede ser vista como una adaptación que fue favorecida mientras que el cerebro humano evolucionó”. En su libro, Wolpert argumenta que la ciencia “provee la única explicación fundamental de cómo funciona el mundo” (442:137). Y precisamente ¿cuál es la explicación de la materia original del supuesto Big Bang? Tal vez los evolucionistas pudieran explicar cómo se almacenan las memorias o por qué los humanos ríen o lloran. Los comentarios de Tickell son palabras atrevidas a favor de una teoría con demasiadas preguntas sin responder.
Estos ataques flagrantes en contra de la religión deberían recordarnos que el material que se acepta en tales revistas se ajusta a sus creencias anticristianas. Tales palabras militantes son una indicación clara que los evolucionistas están a la defensiva. Ellos reconocen que la evolución no alberga la “única explicación fundamental de cómo funciona el mundo”. Sus palabras son simplemente un intento cegado de descartar una autoridad superior—una autoridad a Quien ellos rechazan obedecer.
Una nota a los editores de Nature: Su estreno de estos misiles en contra de Dios no pasaron desapercibidos. Gracias por mostrarnos sus verdaderas intenciones.
REFERENCIAS
“Building Bridges” (2006), Editorial, Nature, 442:110, July 13.
Check, Erika (2006), “Genomics Luminary Weighs in on U.S. Faith Debate,” Nature, 442:114-115, July 13.
Tickell, Crispin (2006), “God is Bred,” Nature, 442:137, July 13.
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