La Reclamación de Inspiración
¿Realmente significa algo las reclamaciones bíblicas de inspiración? ¿Debemos enfatizar el hecho que miles de veces se pueden encontrar enunciados bíblicos introducidos con las palabras “Dios dijo…” o “Entonces el Señor dijo…”? Recientemente recibí una carta que decía: “¡Decir que ‘toda la escritura es inspirada por Dios’ es ambigüedad inútil que no prueba nada!”. ¿Es este un enunciado correcto?
Realmente, el simple hecho que un documento reclame ser inspirado por Dios no significa que lo sea. Si una persona intenta defender la inspiración de la Biblia solamente basada sobre la proposición que la Biblia reclama inspiración, probablemente sus esfuerzos por convencer al no-creyente fallarán. El hecho que un libro simplemente reclame venir de Dios no significa que sea de Dios. Sin embargo, decir que la reclamación de inspiración “es ambigüedad inútil” menosprecia grandemente la importancia de tal reclamación.
El hecho es que la reclamación de inspiración divina es extremadamente rara. Muchos libros demandan importancia especial, mientras que otros reclaman ser una clase de “libro de credo”. Pero, como Kenny Barfield señaló en su libro, Why the Bible is Number 1 (Por qué la Biblia es Número 1), solamente existen siete documentos en todo el mundo que reclaman abiertamente inspiración divina (1997, p. 186). Tristemente, los devotos engañados de varias religiones vociferan, defendiendo libros y varios escritos como supuestamente “inspirados por Dios” cuando, realmente, los mismos libros no hacen incluso tal reclamación. Por ejemplo, considere los muchos escritos hindúes. De sus seis textos “sagrados” más notables, incluyendo las Vedas, las Leyes de Manu y los Puranas, solamente la sección de las Vedas conocida como la Rig Veda reclama inspiración. Similarmente el grupo Ciencia Cristiana ha guiado a muchos a creer que los escritos de Mary Baker Eddy son inspirados. Pero, aunque sus escritos reclaman importancia especial, nunca reclaman abiertamente ser inspirados por Dios (Barfield, p. 186). ¿Por qué alguien desearía seguir un libro de credo y reclamar que es de Dios si el mismo libro no hace tal reclamación?
Repito: La reclamación de inspiración divina es extremadamente rara. Por esta razón, uno de los mejores lugares para comenzar un estudio bíblico con alguien concerniente al origen divino de la Biblia es con estas reclamaciones de inspiración divina (cf. 2 Samuel 23:2; Hechos 1:16; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20,21; etc.). Tal reclamación es solamente “ambigüedad inútil” si no continuamos presentando la evidencia para probar que la Biblia realmente es un libro dado por el Dios Todopoderoso.
¿Existen otros libros en el mundo que reclaman inspiración? Sí, pero son pocos y dispersos. Y ninguno de esos libros exhibe tales cualidades impresionantes como la profecía predictiva y el conocimiento científico previo que se pueden encontrar en la Biblia. Además, la unidad de la Biblia y su documentación histórica exacta de la gente, lugares y eventos bíblicos no tienen paralelo en la historia humana, y portan testimonio del hecho que la misma existencia de las Sagradas Escrituras no puede ser explicada en otra manera que reconocer que las Escrituras son el resultado de una Mente principal, supervisora y guiadora.
REFERENCIAS
Barfield, Kenny (1997), Why the Bible is Number 1 (Eugene, OR: Wipf y Stock Publishers)
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