La Polémica Jericó
Aunque la ciudad de Jericó es mencionada solamente siete veces en el Nuevo Testamento, los pasajes en los cuales la ciudad es encontrada han sido atacados severamente por los críticos a través de los siglos. Tal vez la supuesta discrepancia más famosa concerniente a Jericó es encontrada en Lucas 10 donde Jesús contó Su inolvidable parábola del Buen Samaritano. Jesús comenzó la historia diciendo, “Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó” (10:30, énfasis añadido). Muchos a través de los años han asumido que Jesús estuvo implicando que Jericó estaba al sur de Jerusalén, ya que el hombre “descendía” para llegar allá. Sin embargo, una mirada rápida al mapa de Palestina del primer siglo (el cual puede ser encontrado al final de la mayoría de Biblias modernas) muestra que Jericó está a varias millas al noreste de Jerusalén. Sin mirar adicionalmente a otros aspectos geográficos, uno puede asumir que esto representa una discrepancia genuina. Después de todo, ¿cómo puede alguien “descender” de un punto A hasta un punto B, si el punto B está al norte del punto A?
Como siempre, una vez que todos los factores son establecidos, el enunciado de Jesús concuerda con la verdad muy fácilmente. Aunque Jericó puede estar a varias millas al norte de Jerusalén, esta ciudad está a más de 3,500 pies debajo en altitud. (Jerusalén está situada a una elevación de 2,550 pies sobre el nivel del mar, mientras que Jericó está alrededor de 1,200 pies debajo del nivel del mar). No existe manera en que un hombre viaje de Jerusalén a Jericó sin descender en elevación. No hace falta decir que el argumento que sugiere que Jesús no sabía de geografía ha sido expulsado de los repertorios de la mayoría de escépticos en tiempos modernos. Yo solo deseo que se pudiera decir lo mismo de las acusaciones concernientes al milagro que Jesús realizó cerca de la ciudad de Jericó.
El caso de la curación de los hombres ciegos cerca de Jericó (registrado en Mateo 20:29-34, Marcos 10:46-52 y Lucas 18:35-43) ha sido criticado severamente por los escépticos. Mientras que Marcos y Lucas mencionan la curación de solamente un hombre, Mateo registra la curación de dos hombres cuando Cristo iba a Jerusalén para la Pascual final. Además, Mateo y Marcos indican que los hombres ciegos fueron sanados mientras que Jesús salía de Jericó, sin embargo Lucas sugiere que un hombre ciego fue sanado cuando el Señor se acercaba a la ciudad. Supuestamente, estas diferencias concernientes al milagro de Jesús en la ciudad de Jericó prueban la falacia de los escritores bíblicos.
En primer lugar, el hecho de que dos relatos del Evangelio mencionen solamente un hombre ciego, mientras que el otro mencione dos, no necesita preocuparnos. La mención de Marcos y Lucas de solamente un hombre ciego no significa que ellos estaban negando al mismo tiempo que hubo dos hombres ciegos. Si Marcos y Lucas hubieran declarado que Cristo sanó solamente a un hombre ciego, mientras que Mateo hubiera afirmado que más de un hombre fue sanado, entonces existiría una contradicción aparente. Pero este no es el caso. Si alguien dice, “Tomás tiene un hijo”, esto no es contradictorio si alguien más dice, “Tomás tiene un hijo y una hija”. El enunciado fue simplemente suplementado. [Mateo es el único que registró que Jesús realizó esta curación por medio del tacto (20:34), pero él no nos da las palabras que Jesús pronunció como lo hace Marcos (10:52) y Lucas (18:42)]. Por tanto, no existe conflicto concerniente al número de hombres implicados. Los relatos simplemente se suplementan. [Este mismo razonamiento debe ser usado cuando se trata con los dos endemoniados que Mateo menciona (8:28 et.seq.) comparados con el único endemoniado que Marcos (5:2 et.seq.) y Lucas (8:27 et.seq.) mencionan].
Adicionalmente, el hecho de que Marcos mencionara por nombre a uno de los hombres ciegos (Bartimeo) y a su padre (Timeo, 10:46) puede indicar posiblemente que Marcos se estaba centrando en el hombre ciego que él conocía personalmente. Si usted hubiera vivido en el tiempo de Jesús y le viera sanando a muchas personas (siendo una de estas alguien que usted conocía), sería entendible que cuando regresara a su casa y hablara a su familia pueda hablar solamente de su amigo a quien Jesús sanó. Esto no es de ninguna manera falso.
Pero ¿cómo debe ser resuelta la segunda dificultad? ¿Existe alguna razón lógica por la cual Mateo y Marcos indican que los hombres ciegos fueron sanados cuando Jesús salía de Jericó, mientras que Lucas menciona que un hombre ciego fue sanado mientras que el Señor se acercaba a la ciudad? Realmente, existen a lo menos dos posibilidades realistas por las cuales los relatos son redactados diferentemente. Primero, es posible que tres hombres fueran sanados en las proximidades de Jericó en esta ocasión. El caso mencionado por Lucas que ocurrió cuando Jesús se acercaba a la ciudad puede haber representado un caso diferente al registrado por Mateo y Marcos. Esta explicación es sostenida por el hecho que
Solamente Lucas se refiere a una “multitud” de gente presente cuando Jesús entró a la ciudad (18:36), pero Mateo (20:29) tanto como Marcos (10:46) enfatizaron diciendo que había una “gran multitud” de gente allí en el momento que Jesús salía de la ciudad. Si se esparció la noticia de la curación milagrosa al entrar a la ciudad, esto explicaría el crecimiento de la multitud (Geisler y Howe, 1992, p. 353).
Aunque esta sugerencia de que había allí tres hombres ciegos es considerada por muchos como remota, esta es a lo menos posible—y eso es todo lo que se requiere para negar una supuesta discrepancia.
Otra posible manera de armonizar estos pasajes es entender que en el tiempo de Jesús había realmente dos lugares conocidos con el nombre de Jericó. Primero, existía la ciudad de Jericó de la historia del Antiguo Testamento (Josué 6:1 et.seq.; 1 Reyes 16:34). Sin embargo, en el primer siglo esa ciudad existía como una pequeña villa mayormente en ruinas, y alrededor de dos millas al sur de ese sitio estaba la nueva Jericó construida por Herodes el Grande. Por tanto, el Señor, al viajar hacia Jerusalén, hubiera pasado primero a través de la Jericó del Antiguo Testamento y luego, algo de dos millas al suroeste, pasaría a través de la Jericó Herodiana. Por consiguiente, las referencias de Mateo y Marcos acerca de Jesús saliendo de Jericó aludirían a la antigua Jericó, mientras que la observación de Lucas de Jesús acercándose a Jericó hiciera referencia a la ciudad nueva. Así que los milagros bajo consideración pueden haber sido realizados entre las dos Jericós (Robertson, 1930, 1:163).
Cuando una persona estudia pasajes tales como estos que los críticos consideran contradictorios, un factor importante debe ser recordado: Si existe cualquier manera razonable de armonizar estos registros, no se puede acusar legítimamente a los relatos como contradictorios. A menos que alguien pueda demostrar que la misma cosa está bajo consideración en el mismo tiempo y en el mismo sentido, esta no puede ser considerada como una contradicción legítima. ¡Una simple diferencia no establece una contradicción!
REFERENCIAS
Geisler, Norman L. y Thomas A. Howe (1992), When Critics Ask (Wheaton, IL: Victor Books).
Robertson, A.T. (1931), Word Pictures in the New Testament (Nashville, TN: Broadman).
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