La “Perfección” de Pablo
Se pueden responder lógicamente muchas supuestas contradicciones bíblicas al notar que dos o más pasajes de la Escritura pueden hacer referencia a la misma palabra (o idea), pero usarla en sentidos diferentes. Considere la siguiente ilustración. Una mujer pregunta a su esposo (quien acaba de llegar a la casa después de 10 horas de trabajo) si se siente cansado. El esposo responde, “Realmente no estoy cansado. Este fue un día largo pero no fue agotador en absoluto”. Aunque luego voltea a ver a su hijo, quien acaba de desordenar la sala mientras que buscaba su espada de juguete, y dice, “Estoy cansado de ver tanto desorden”. Nadie diría que el padre es deshonesto. Él obviamente estuvo usando la palabra “cansado” en dos sentidos diferentes. La gente del siglo veintiuno que habla español entiende la flexibilidad del lenguaje. El uso de la palabra “bárbaro” es un ejemplo de la elasticidad de nuestro lenguaje. Bárbaro puede significar “inculto o grosero” (como en el caso de una persona bárbara que eructa a la mesa), o puede significar “espléndido” (como en el caso de un juego bárbaro). Desafortunadamente, los críticos de la inspiración de la Biblia aceptan la libertad del lenguaje en el mundo de hoy (y a menudo también se toman esta libertad), pero no permiten que los escritores bíblicos antiguos se tomen esa misma libertad.
En vez de tratar de entender la flexibilidad de los lenguajes antiguos y sus figuras de expresión, los escépticos se apresuran a listar lo que piensan que son contradicciones flagrantes. Por ejemplo, en Filipenses 3:12, el apóstol Pablo escribió que él todavía no era “perfecto”, pero solo tres versículos después indicó que era “perfecto” (3:15). Se alega que Pablo se contradijo mientras animaba a sus hermanos a perseverar a través de esta vida. Sin embargo, lo cierto es que Pablo usó palabras griegas similares—traducidas como “perfecto”—en sentidos diferentes. La primera “perfección” es una impecabilidad y excelencia que no se puede lograr en esta vida. Pablo todavía no había logrado un estado de santidad y dedicación total donde el progreso adicional no es posible o necesario. La “perfección” o “madurez” de Filipenses 3:15 “significa madurez de mente, como opuesto a alguien que es un principiante en el tema” (Barclay, 1959, p. 81). Pablo no había comenzado la carrera recientemente; en cambio, había estado corriendo valientemente por algún tiempo. Por ende, era “perfecto” o “maduro” en este sentido.
Una segunda razón por la cual tal acusación está basada solamente en la ignorancia (o falta de interés de los hechos) es porque cuando Pablo negó que fuera “perfecto”, usó el tiempo presente del verbo griego teteleiomai. El tiempo presente sugiere una acción en el pasado con resultados permanentemente completos. Por tanto el apóstol estaba afirmando que todavía no había llegado a un estado permanente de perfección. En el contexto de Filipenses 3, su comentario de que “no era perfecto [ouch hoti ede teteleiomai]” muy probablemente “significa que todavía no había obtenido lo final, el premio del vencedor del llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Schippers, 1971, p. 62; cf. Filipenses 3:9-11). No obstante, en el versículo 15 Pablo empleó el adjetivo teleioi, que significa “completamente crecido” o “maduro”. Según los eruditos del griego Moulton y Milligan, esta palabra se usa en los papiros griegos con referencia a aquellos que han obtenido madurez (1963, p. 629). Además, Pablo usó esta palabra en 1 Corintios 14:20 y Efesios 4:13, en contraste obvio a la inmadurez. Así que, mientras que Pablo negó que hubiera logrado completamente la perfección, afirmó su madurez espiritual. No existe contradicción. Aunque Pabló usó la misma raíz (teleios), usó la palabra en sentidos diferentes—como es evidente no solamente por el contexto, sino también por el tiempo en el cual se encuentran las palabras.
REFERENCIAS
Barclay, William (1959), The Letters to the Philippians, Colossians and Thessalonians (Philadelphia, PA: Westminster).
Moulton, J.H. y George Milligan (1963), The Vocabulary of the Greek Testament (London: Hodder & Stoughton).
Schippers, R. (1971), “Telos,” The New International Dictionary of New Testament Theology, ed. Colin Brown (Grand Rapids, MI: Zondervan), 2:62.
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