La Muerte de Ocozías
Alrededor de 841 a.C., Dios ungió a Jehú, hijo de Josafat, como rey de Israel, y le mandó, diciendo, “Herirás la casa de Acab…. Y perecerá toda la casa de Acab” (2 Reyes 9:7-8). Jehú procedió a matar al rey Joram, hijo de Acab (9:24), a Jezabel, esposa de Acab (9:33), a todos los 70 hijos de Acab que vivían en Samaria y “a todos los que habían quedado de Acab en Samaria” (10:1-10,17).
Dios también usó a Jehú “para que Ocozías fuese destruido” (2 Crónicas 22:7). Ocozías fue rey de Judá y “yerno de la casa de Acab” (2 Reyes 8:27). Según 2 Reyes 9:27, Ocozías atestiguó la muerte de Joram, y “huyó por el camino de la casa del huerto”. Jehú, el nuevo rey ungido de Israel, mandó a sus hombres, diciendo, “Herid también a éste en el carro”. Parece que los hombres de Jehú tuvieron éxito en herir a Ocozías “a la subida de Gur, junto a Ibleam” en Samaria (9:27). Luego Ocozías “huyó a Meguido, pero murió allí” (9:27). Después, “sus siervos le llevaron en un carro a Jerusalén, y allá le sepultaron” (9:28).
Algunos se han preguntado cómo se armoniza el relato de la muerte de Ocozías según el cronista con 2 Reyes 9:27-28. Según 2 Crónicas 22:8-9,
haciendo juicio Jehú contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató. Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo hallaron y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, quien de todo su corazón buscó a Jehová.
¿Cómo se armoniza esta información con el hecho que Ocozías fue herido, huyó a Meguido y murió allí (2 Reyes 9:27)?
Primero, se debe recordar que los escritores bíblicos no estuvieron preocupados en presentar toda la información acerca de un evento particular que alguien pueda desear saber siglos después (cf. Juan 21:25). El Espíritu Santo tuvo propósitos específicos para los hombres inspirados. Aunque los estudiantes de la Biblia puedan querer saber exactamente cuándo, dónde, por qué y cómo sucedió un evento particular, los estudiantes deben respetar la brevedad impresionante de la Palabra de Dios (cf. Miller, 2007).
Segundo, no se puede suponer lógicamente que dos o más relatos concisos se contradicen simplemente porque existen diferencias en los relatos. De hecho, se debería esperar diferencias cuando dos personas diferentes cuentan la “misma” historia, especialmente cuando se cuentan las historias en tiempos diferentes y por razones diferentes. En el caso de los días finales de Ocozías, un escritor se enfocó en la muerte final de Ocozías en Meguido (2 Reyes 9:27), mientras el otro enfatizó el arresto de Ocozías (2 Crónicas 22:9). Es posible que esta serie de eventos tomara lugar de la siguiente manera.
- Ocozías huyó de Jezreel después que Jehú mató a Joram.
- Ocozías escapó a Samaria y se escondió.
- Los hombres de Jehú hallaron a Ocozías y le trajeron a Jehú.
- Jehú mandó a sus hombres a herirle en el carro junto a Ibleam.
- Una vez que los hombres de Jehú hirieron a Ocozías “en el carro”, Ocozías “huyó a Meguido” (probablemente con uno de sus siervos que manejaba el carro), y allí murió.
- Jehú permitió que los siervos de Ocozías llevaran su cuerpo de regreso a Jerusalén para sepultarle con sus padres.
Si se hubiera registrado uno por uno todos los eventos que guiaron a la muerte de Ocozías, probablemente se hubiera escrito un libro completo. No obstante, lo que tenemos es un versículo en 2 Reyes y uno en 2 Crónicas. De estos relatos, el estudiante de la Biblia aprende que Ocozías estuvo en Jezreel, Samaria, Gur, junto a Ibleam, y Meguido antes de su muerte. No se sabe exactamente cuándo y cómo llegó de un lugar a otro. Pero no se necesita suponer que las diferencias en los dos relatos de la muerte de Ocozías representen una contradicción legítima. Como en muchas otras supuestas discrepancias, el error lo comete el escéptico que no considera adecuadamente el texto. ¿Niega 2 Reyes 9:27 la huída de Ocozías a Samaria? No. ¿Niega 2 Crónicas 22:9 que Ocozías haya muerto en Meguido? No. Como en el caso de los relatos del evangelio (e.g., Mateo 14:21; Marcos 6:44), se puede explicar las diferencias en estos dos versículos simplemente al reconocer que el suplemento no equivale a contradicción.
REFERENCIAS
Miller, Dave (2007), “¿Existe Prueba de Inspiración Bíblica?”, [En-línea], URL: https://apologeticspress.org/espanol/articulos/3260.
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