La Influencia de la Evolución en la Religión
Cuando el Origen de las Especies de Charles Darwin se publicó (el 24 de noviembre de 1859), marcó un evento que cambió la historia. Desde entonces, el mundo no ha sido el mismo—desafortunadamente.
La teoría de la evolución ha ejercido su influencia maligna durante el siglo y medio pasado en un sinnúmero de maneras. “No existe ningún campo del estudio científico y académico que el concepto de la evolución no haya modificado grandemente. Este concepto proporcionó un nuevo enfoque a la astronomía, geología, filosofía, ética, religión y la historia de las instituciones sociales” (Bewkes, et.al., 1940, p. 549).
En este artículo, resumiré brevemente algunas formas en que la teoría evolucionista ha afectado la manera en que muchas personas consideran la Biblia.
Primero, se argumenta que así como los organismos biológicos han evolucionado durante las eras, también las ideas religiosas han evolucionado. Por ejemplo, comúnmente se declara que los impulsos religiosos iniciales del hombre fueron personificaciones politeístas de las fuerzas naturales. Luego (ca. el siglo VIII a.C.), se alega que Israel evolucionó el concepto de un Dios personal. Esta noción no tiene sostenimiento. Contradice la información bíblica fundamental, y no concuerda con la investigación histórica y arqueológica de hombres como Max Mueller y Don William Ramsay.
Segundo, se ha argumentado que se ha desarrollado progresivamente los conceptos éticos y teológicos durante los siglos de literatura bíblica. Fosdick sostenía que cada idea en la Biblia “comenzó de orígenes primitivos e infantiles” (1924, p. 11). Por ejemplo, en términos de ética, se argumenta que los humanos inicialmente se “apareaban” como animales, y que el matrimonio se originó después. Se supone que la Biblia aprobó la poligamia al comienzo, antes que la monogamia comenzara a ser la norma. Esto es completamente falso. Aunque se toleró la poligamia durante la era del Antiguo Testamento, Cristo enseñó que esto nunca fue el ideal divino. De hecho, el arreglo matrimonial del sistema cristiano es una restauración de lo que Dios comenzó en el Edén (Mateo 19:8-9; cf. Vincent, 1972, p. 65).
Los teólogos liberales que han sido muy influenciados por los conceptos evolucionistas, declaran que el sacrificio humano que fue común entre la gente primitiva, es el tema central de la doctrina del Nuevo Testamento de la obra expiatoria de Cristo. Otra vez, esta teoría no tiene fundamento. El Antiguo Testamento condena el sacrificio humano (Deuteronomio 18:10). Además, la muerte vicaria de Jesús estuvo en la mente de Dios mucho antes que hubiera ritos sacrificiales paganos (Génesis 3:15; cf. 1 Pedro 1:19-20).
Tercero, en la última parte del siglo XVIII, la filosofía del criticismo destructivo llegó a estar de moda, y entonces surgió la Hipótesis Documentaria. Al basarse en la noción que la religión de Israel había evolucionado, se supuso que los varios libros del Antiguo Testamento se produjeron de una variedad de fuentes literarias. Se dataron estas fuentes según la teoría de “desarrollo” (vea Allis, 1974, pp. 259-269). Por ejemplo, se alega que Moisés no fue el autor del Pentateuco; en cambio, se dice que hubo cuatro fuentes principales conocidas como J, E, P y D. No podemos enumerar las falacias de esta teoría aquí, pero simplemente observaremos la siguiente declaración del profesor Kitchen de la Universidad de Liverpool: “[I]ncluso los defensores más apasionados de la teoría documentaria deben admitir que no tenemos ninguna pizca de evidencia externa objetiva (i.e., tangible) para la existencia o la historia de ‘J’, ‘E’ u otro supuesto documento de origen” (1966, p. 23, énfasis en original).
Finalmente, debemos mencionar que la idea que se necesitan cantidades vastas de “tiempo” para encajar el desarrollo evolutivo ciertamente ha influenciado la manera en que muchos consideran la cronología bíblica. En vez de aceptar los enunciados de la Escritura que indican que la humanidad ha existido desde el comienzo de la creación (cf. Marcos 10:6; Romanos 1:20), se manipula el texto bíblico para encajar los eones de tiempo. Esto se ve en la promulgación de tales nociones como: (a) la Teoría de la Brecha—que añade billones de años entre Génesis 1:1 y 1:2; (b) la Teoría de la Multi-Brecha—que añade edades prolongadas entre los días de la semana de creación; y (c) la Teoría del Día-Edad—en la cual cada “día” de la semana inicial representa millones de años.
Estos conceptos son falsos. Sin embargo, aquellos que los han aceptado—parcialmente o completamente—tal vez ignoran la influencia que generan.
REFERENCIAS
Allis, Oswald T. (1974), Los Cinco Libros de Moisés [The Five Books of Moses] (Nutley, NJ: Presbyterian & Reformed).
Bewkes, E.G., H.B. Jefferson, E.T. Adams y H.A. Brautigam (1940), La Experiencia, la Razón y la Fe [Experience, Reason and Faith] (Nueva York: Harper Brothers).
Fosdick, Harry Emerson (1924), El Uso Moderno de la Biblia [The Modern Use of the Bible] (Nueva York: Macmillan).
Kitchen, K.A. (1966), El Oriente Antiguo y el Antiguo Testamento [Ancient Orient and Old Testament] (Londres: Tyndale).
Vincent, M.R. (reimpresión de 1972), Estudio de Palabras en el Nuevo Testamento [Word Studies in the New Testament] (Wilmington, DE: Associated Publishers and Authors).
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