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La Cosmovisión Norteamericana: ¿Cristiana o Pagana?

Todos los seres humanos viven sus vidas con una cosmovisión. “Cosmovisión” se define como “la perspectiva general por la que se ve e interpreta el mundo; una colección de creencias acerca de la vida y el universo que un individuo o grupo sostiene” (American Heritage, 2000, p. 1983). La gente vive y hace sus decisiones diarias basada en su cosmovisión. Norteamérica se ha caracterizado históricamente como una nación que posee una “cosmovisión cristiana”. De hecho, el resto del mundo ha considerado a Norteamérica como una “nación cristiana”. Los Padres Fundadores hablaron a menudo del “Creador” y la “Providencia Divina”. Ellos estuvieron haciendo referencia al Dios de la Biblia y a la religión cristiana—no a los dioses del hinduismo, el budismo, la religión americana nativa o incluso al Alá del islamismo.

No obstante, en los 50 años pasados, la cultura norteamericana ha experimentado una transformación moral y espiritual. Menos y menos norteamericanos ahora viven según la cosmovisión que la Biblia propugna. En 2003, el Grupo de Investigación Barna, una compañía independiente de investigación mercantil, confirmó esta observación cuando realizó un muestro nacional al azar de más de 2,000 adultos (“A Biblical Worldview…”, 2003). La encuesta descubrió que solamente el cuatro por ciento de los adultos de Norteamérica emplea una cosmovisión bíblica como la base de la realización de sus decisiones.

La cosmovisión alternativa más prominente, especialmente entre las generaciones más jóvenes (edades de 18 a 38) es el postmodernismo—el sistema de creencia que rechaza la noción de una verdad absoluta y un sistema moral objetivo fijo. La cosmovisión del postmodernismo cree que las decisiones morales de alguien se basan legítimamente en la preferencia personal y en la elección individual. Lo que es correcto y verdadero para una persona puede no ser correcto para otra. La autoridad para hacer una decisión reside en el individuo—no en el grupo externo de principios morales que rigen para toda las personas. No es una sorpresa que la investigación de Barna descubriera que los adultos con una cosmovisión bíblica poseían puntos de vistas radicales sobre la moralidad, sostenían diferentes creencias religiosas y demostraban elecciones de estilos de vida muy diferentes. Por ejemplo, los que tenían una cosmovisión bíblica son:

  1. 31 veces menos susceptibles a creer que vivir juntos antes del matrimonio es moralmente aceptable;
  2. 18 veces menos susceptibles a aprobar la embriaguez;
  3. 15 veces menos susceptibles a creer que el sexo homosexual es aceptable;
  4. 12 veces menos susceptibles a aceptar la profanidad;
  5. 11 veces menos susceptibles a decir que el adulterio es moralmente aceptable;
  6. 100 veces menos susceptibles a aprobar el aborto;
  7. 80 veces menos susceptibles a decir que la exposición a la pornografía es moralmente aceptable;
  8. 8 veces menos susceptibles a involucrarse en juegos al azar al comprar boletos de lotería, y 17 veces menos susceptibles a apostar.

Aunque uno de cada ocho adultos que carecen de una cosmovisión bíblica tuvo relaciones sexuales con alguien aparte de su cónyuge durante el mes anterior, menos de uno de cada 100 individuos que tienen una cosmovisión bíblica hizo eso.

Algo especialmente interesante es que se descubrió que fue más probable que los adultos casados tuvieran una cosmovisión bíblica que los adultos solteros. Una de las brechas más grandes fue entre republicanos (el 10% tenía una cosmovisión bíblica), independientes (2%) y demócratas (1%). La cosmovisión bíblica fue menos común en los seis estados de Nueva Inglaterra.

Cuando se considera la historia mundial, ciertamente es trágico e irónico observar que aquellas naciones que siguieron el camino de la inmoralidad, la idolatría y el paganismo finalmente se desintegraron desde lo interno a lo externo en una clase de “implosión moral”. Norteamérica nació a causa de una conciencia profunda de este hecho, y los Fundadores insistieron que se necesitaba una fundación bíblica si la nación debía sobrevivir en el futuro. Parece que una gran parte de nuestra ciudadanía ha abandonado las intenciones originales de los Fundadores. De hecho, la investigación en los pocos años pasados muestra que la erosión moral entre los norteamericanos está continuando (“Morality Continues…”, 2003). La historia bíblica demuestra repetidamente que cuando una nación se aparta del verdadero Dios, optando por la regresión moral y espiritual, sella su destino y su destrucción final. La única esperanza para Norteamérica es regresar a la limitación incluida en la cosmovisión sana y sensible de las páginas de la Biblia. Como el escritor de Proverbios declaró: “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones” (14:34).

REFERENCIAS

“A Biblical Worldview has a Radical Effect on a Person’s Life” (2003), [En-línea], URL: http://www.barna.org/cgi-bin/PagePressRelease.asp?PressReleaseID= 154&Reference=F.

American Heritage Dictionary of the English Language (2000), (Boston, MA: Houghton Mifflin), cuarta edición.

“Morality Continues to Decay” [En-línea], URL: http://www.barna.org/cgi-bin/PagePressRelease.asp?PressReleaseID= 152&Reference=F.


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