¿Injuriaron Ambos Ladrones a Cristo?
Probablemente la persona anónima más conocida en la Biblia es “el ladrón en la cruz”. El Señor mostró Su misericordia una vez más antes de Su crucifixión al perdonar al ladrón que le rogó, diciendo, “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). Ya que Jesús tenía la “potestad en la tierra para perdonar pecados” (Mateo 9:6) y una gran compasión, Él le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).
Después de leer la historia del “ladrón en la cruz” muchas veces en el evangelio de Lucas (una historia que tristemente muchos han usado mal para enseñar que se puede ser salvo sin la necesidad del bautismo “para el perdón de los pecados”—Hechos 2:38; cf. 22:16), algunos estudiantes de la Biblia llegan a confundirse cuando comparan el relato del “médico amado” con el relato de Mateo y Marcos. Mientras que Lucas escribió, “Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros” (23:39, énfasis añadido), Mateo y Marcos declararon lo siguiente:
“Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él” (Mateo 27:44, énfasis añadido).
“También los que estaban crucificados con él le injuriaban” (Marcos 15:32, énfasis añadido).
La pregunta obvia es, ¿Por qué Mateo y Marcos indicaron que los “ladrones” (plural) injuriaron a Jesús, mientras que Lucas mencionó que solamente uno lo hizo?
Primero, es muy posible que, inicialmente, ambos ladrones injuriaran a Cristo, pero que luego uno se arrepintiera. Después de escuchar las palabras de Jesús en la cruz, y ver Su actitud perdonadora, uno de los ladrones puede haber sido guiado a reconocer que Jesús realmente era el Mesías. ¿Cuántas veces hemos dicho algo acerca de alguien o algo, pero después de unos pocos minutos nos hemos retractado al recibir más información?
Una segunda explicación posible para estas diferencias menores en los relatos concernientes a los dos ladrones que estuvieron crucificados con Cristo tiene que ver con el entendimiento de una figura de expresión conocida como sinécdoque. El Diccionario de Merriam-Webster define este término como “una figura de expresión en la cual se reemplaza el todo por una parte…una parte por el todo…o el producto final por el nombre del material”. Así como los escritores de la Biblia frecuentemente usaron figuras de expresión como el símil, la metáfora, el sarcasmo y la metonimia, también usaron la sinécdoque. Como se ve anteriormente (en la definición de la sinécdoque), se puede usar esta figura de expresión en una variedad de maneras (vea también Dungan, 1888, pp. 300-309):
- Se puede reemplazar una parte por el todo.
- Se puede reemplazar el todo por una parte.
- Se puede reemplazar una parte del tiempo por todo el tiempo.
- Se puede reemplazar el plural por el singular.
- Y se puede reemplazar el singular por el plural.
Es posible que Mateo y Marcos estuvieran usando el plural en lugar del singular en sus relatos que mencionan que los ladrones injuriaron a Cristo en la cruz. Para que no piense que este es un caso único, note otros pasajes bíblicos en los que se usa la misma forma de sinécdoque:
Génesis 8:4 indica que el arca de Noé descansó “sobre los montes de Ararat”. Pregunta: ¿Descansó el arca en uno de los montes de Ararat, o descanso sobre todos los montes al mismo tiempo? Aunque el arca era una embarcación inmensa, obviamente no descansó sobre los muchos montes de Ararat; sin embargo, descansó sobre uno.
En Génesis 21:7 Sara preguntó, “¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. Todos los que han leído la Biblia recordarán que Sara tuvo solamente un hijo. Sin embargo, en ciertos contextos se puede usar una sinécdoque y hablar de un hijo (como Sara lo hizo) al usar la palabra hijos.
Debemos recordar que el apologista de la Biblia no necesita definir la solución exacta para una supuesta contradicción; él solamente necesita una o más posibilidades de armonía para negar la acusación que realmente existe una contradicción bíblica. El escéptico no puede negar que las dos opciones anteriores son explicaciones plausibles para entender por qué Mateo y Marcos escribieron que los “ladrones” injuriaron a Jesús en vez de que un “ladrón” lo hizo.
REFERENCIAS
Dungan, D.R. (1888), Hermeneutics (Delight, AR: Gospel Light), reimpresión.
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