¿“Infunde” Dios Directamente la Fe?
Según el Catecismo del catolicismo, “La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural que él infunde” (153). A diferencia de otra gente religiosa que usa Efesios 2:8 como prueba para enseñar (erróneamente) que la fe es un don directo de Dios, los católicos basan su punto de vista de la influencia de la fe en el enunciado que Jesús hizo a Pedro durante Su ministerio terrenal. Una vez, después que Pedro confesó a Jesús, diciendo, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Jesús le dijo, “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:16-17). La Iglesia Católica cree que el enunciado de Jesús prueba que Dios da directamente y sobrenaturalmente la fe. La fe viene, no de “carne ni sangre”, sino supuestamente el Padre celestial la “infunde”.
El problema central con la enseñanza del Catecismo es que Jesús no dijo que Dios dio a Pedro fe en Jesús como el Hijo de Dios. Jesús declaró que Dios “reveló” a Pedro que Jesús era el Hijo de Dios. Existe una diferencia entre revelar a alguien la verdad (e.g., la deidad de Cristo) y obligar a que alguien crea esa verdad. Si un profesor toma un examen parcial a una clase como preparación para un examen final y, en el proceso, revela todas las respuestas que la clase necesita saber para obtener el 100% en el examen, uno o dos estudiantes todavía pueden fallar. Los estudiantes pueden fallar porque escogen no dar el examen. Algunos pueden fallar porque ignoraron la revelación de los hechos que el profesor presentó en el examen anterior. Otros pueden fallar porque escribieron deliberadamente las respuestas incorrectas en el examen, pensando que está “de moda” tener algunas notas bajas en la escuela. Aunque el profesor reveló todo el conocimiento que cada estudiante necesitaba en la clase para obtener la nota perfecta en el examen, cada estudiante todavía tenía una elección en cuanto a actuar según el conocimiento y pasar el examen.
Similarmente, aunque Dios reveló a Pedro que Jesús era el Hijo de Dios, eso no significa que Dios infundió fe directamente en Pedro. Fe es una acción mandada para el hombre, y que viene después de la revelación, no antes o simultáneamente (Hechos 16:29-34; Juan 8:24; Romanos 10:17). La Biblia nunca habla de la fe como algo que Dios da directamente. La fe se auto-desarrolla después de la revelación de Dios. En el caso de Pedro, esa revelación no vino de “carne ni sangre” (Mateo 16:17; cf. 17:5). Hoy, la fe bíblica se desarrolla al oír y leer la revelación escrita de Dios—la Biblia (Juan 20:30-31; Romanos 10:17; 2 Timoteo 3:16-17).
REFERENCIAS
Catechism of the Catholic Church, [En-línea], URL: http://www.vatican.va/archive/ccc_css/archive/catechism/p1s1c3a1.htm.
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