Información Adicional No Equivale a Contradicción
Suponga que un hombre está contando acerca de la vez que él y su esposa fueron de compras al centro comercial. El hombre menciona todos los maravillosos lugares del centro comercial donde se puede comprar artículos de cacería y galletas de canela. La esposa cuenta acerca del mismo paseo al centro comercial, aunque menciona solamente los lugares donde se puede comprar ropa. ¿Existe una contradicción entre las narraciones solo porque la esposa menciona las tiendas de ropa mientras el esposo menciona solamente las de cacería y galletas? No. Ellos solamente están añadiendo a (o suplementando a) la narración de cada uno para hacerla más completa. Esto pasa muy a menudo en los relatos de los Evangelios acerca de la resurrección.
Por ejemplo, el Evangelio de Mateo nombra a “María Magdalena y a la otra María” como las mujeres que visitaron la tumba temprano en el primer día de la semana (Mateo 28:1). Marcos cita a María Magdalena, María la madre de Jacobo, y a Salomé como las visitantes (Marcos 16:1). Lucas menciona a María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y a “las demás” (Lucas 24:10). Aunque Juan menciona solamente a María Magdalena visitando la tumba el domingo (Juan 20:1). ¿Se contradicen estas listas diferentes? No, de ninguna manera. Estas listas son suplementarias al añadir nombres para hacer a la lista más completa. Pero estas no son contradictorias. Si Juan hubiera dicho “solamente María Magdalena visitó la tumba”, o si Mateo hubiera declarado, “María Magdalena y la otra María fueron las únicas mujeres que visitaron la tumba”, entonces existiera una contradicción. Sin embargo, este no es el caso. Para ilustrar adicionalmente este punto, suponga que usted tiene 10 billetes de un dólar en su bolsillo. Suponga además que alguien viene hacia usted y le pregunta, “¿Tiene un billete de un dólar en su bolsillo?”. Naturalmente, usted respondería de manera afirmativa. Suponga que otra persona le pregunte, “¿Tiene cinco dólares en su bolsillo?”, y usted diga sí. Finalmente, otra persona pregunta, “¿Tiene diez dólares en su bolsillo?” y usted dice sí por tercera vez. ¿Dijo usted la verdad cada vez? Sí. ¿Era alguna de sus respuestas contradictoria? No. ¿Fueron diferentes los tres enunciados acerca del contenido de su bolsillo? Sí—aunque estos eran suplementarios más no así contradictorios.
Bajo este encabezamiento caen muchas supuestas discrepancias. Por ejemplo, considere la situación entre 1 Corintios 10:8 y Números 25:9.
“Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil” (1 Corintios 10:8).
“Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil” (Números 25:9).
Debemos recordar que no estamos preguntando si estos dos versículos dicen cosas diferentes. Nosotros estamos preguntando si las cosas diferentes que éstos dicen pueden ser reconciliadas sin violar ningún límite lógico. La respuesta es un rotundo “sí”. Si 24,000 murieron, ¿no sería el caso que 23,000 también murieran? Una vez más, el aplicar el principio de la suplementación desvanece el problema inmediatamente.
La supuesta contradicción entre estos dos versículos es adicionalmente rechazada cuando uno considera que 1 Corintios 10:8 menciona un tiempo específico—“un día”—mientras que en Números 25:9 el tiempo no está limitado a un solo día. El hecho es que, 23,000 pudieron haber muerto en un día y 1,000 pudieron haber muerto al siguiente día. Una vez más, después de mirar atentamente el versículo bajo discusión, llega a ser evidente que no existe discrepancia.
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