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“Hoy Estarás Conmigo en el Paraíso”

Uno de los críticos más directos de la inspiración de la Biblia por las dos décadas pasadas ha sido el autor Dennis McKinsey. Durante un periodo de 16 años en la década de 1980 y 1990, editó una publicación llamada Error Bíblico (Biblical Errancy), que fue propagada como “[l]a única publicación nacional que se enfoca en los errores, contradicciones y falacias bíblicas, y que a la vez escucha a los apologistas” (McKinsey, 1983, 1:1). También publicó dos libros sobre el tema de los “errores” bíblicos: La Enciclopedia del Error Bíblico (The Encyclopedia of Biblical Errancy, 1995) y Error Bíblico (Biblical Errancy, 2000). Uno de sus escritos que parece haberse extendido más ampliamente que otros es un folleto que escribió sobre por qué se debería rechazar a Jesús como un hombre de Dios y Salvador. Supuestamente, se debería rechazar a Jesús como Señor por muchas razones, incluyendo que mintió al ladrón en la cruz en cuanto a Su paradero. Jesús dijo al ladrón en la cruz, “[H]oy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). Pero McKinsey pregunta: “¿Cómo pudieron haber estado juntos en el paraíso ese día si Jesús permaneció en la tumba por tres días?” (McKinsey, s.d.).

Aunque McKinsey siente que ha hecho una pregunta retórica (que requiere una respuesta negativa, “Él no pudo haber estado con el ladrón en la cruz durante ese tiempo”), los que están familiarizados incluso de una manera remota con la Escritura ciertamente reconocerán que esta acusación es realmente muy débil y desinformada. El Antiguo y el Nuevo Testamento revelan que el hombre está compuesto del alma y/o espíritu y el cuerpo (Zacarías 12:1; Mateo 10:28; 1 Corintios 5:5). En la muerte, el espíritu se separa del cuerpo. Génesis 35:18 dice que cuando Raquel murió, “al salírsele el alma”, ocurrió su muerte; su alma se separó de su cuerpo. Después de la muerte de la hija de Jairo, Jesús le mandó, “levántate”, y “su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó” (Lucas 8:54-55, énfasis añadido). Este enunciado implica que su espíritu había salido de su cuerpo al momento de su muerte. ¿Dónde fueron los espíritus de Raquel y de la hija de Jairo? Al reino de los espíritus de los muertos, conocido como el seol en el Antiguo Testamento y el hades en el Nuevo Testamento (cf. Salmos 16:10; Hechos 2:27; Lucas 16:23).

La razón por la que Jesús pudo decir verazmente que se encontraría con el ladrón en la cruz ese mismo día en el paraíso es porque aunque el cuerpo de Cristo permaneció en una tumba por tres días, Su espíritu fue a la parte del reino del hades conocido como el paraíso (Hechos 2:27; Lucas 23:43), juntamente con el espíritu del ladrón. A diferencia de los espíritus de los impíos y no-perdonados que esperan el Día del Juicio en la parte del reino del hades conocido como el “tormento” (Lucas 16:23), Jesús y el ladrón en la cruz moraron juntos en el paraíso (o el “seno de Abraham”—Lucas 16:22).

El hecho que Dennis McKinsey presente el enunciado de Jesús al ladrón en la cruz como una razón para no aceptar a Jesús como el Salvador del hombre ciertamente testifica en cuanto a la debilidad de su caso. “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20).

REFERENCIAS

McKinsey, Dennis (sine data), “Jesus Christ is the Answer?”, [En-línea], URL: http://members.aol.com/ckbloomfld/pamphlets.html.

McKinsey, Dennis (1983), Biblical Errancy, 1:1, enero.

McKinsey, Dennis (1995), The Encyclopedia of Biblical Errancy (Amherst, NY: Prometheus).

McKinsey, Dennis (2000), Biblical Errancy (Amherst, NY: Prometheus).


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