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¿Es Incorrecto Comer Cerdo?

Se ha adoptado muchos puntos de vista para averiguar lo correcto o incorrecto de ciertas acciones. Algunos han adoptado la filosofía que si ellos sienten que algo es bueno, entonces eso debe ser bueno. Otros sugieren que si los animales hacen ciertas actividades, entonces tales actividades deben ser también buenas para los seres humanos. Sin embargo, en realidad existe solamente una manera de saber si una acción o idea es correcta o incorrecta: comparar la acción o idea con el estándar final. Si se puede demostrar que la Biblia es la Palabra de Dios (y se puede hacerlo, vea Thompson, 2003), entonces, la Biblia revela la mente perfecta de Dios y es la única fuente de autoridad en la cual se debe basar la evaluación de lo correcto e incorrecto.

Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca de comer cerdo? ¿Es incorrecto hacerlo? Esta pregunta surge naturalmente por causa de la lectura del Antiguo Testamento, ya que era incorrecto que los judíos bajo la Ley de Moisés comieran cerdo. En Levítico 11, Dios dio a los israelitas una lista de animales que podían comer, pero el texto específicamente califica al cerdo como impuro y prohibido (vs. 7). Por todo el Antiguo Testamento, el acto de comer carne de cerdo fue visto como una abominación para los israelitas—como un acto incorrecto y pecaminoso (vea Isaías 66:17). Una razón principal en el Antiguo Testamento para no comer la carne de los animales impuros, incluyendo la carne del cerdo, era proteger a los israelitas de las enfermedades, infecciones y bacterias que portan los animales carroñeros como los buitres, barbos y cerdos (vea Thompson, pp. 52-53).

Sin embargo, surge la pregunta: Si esto fue incorrecto para los que estaban bajo la Ley de Moisés, ¿todavía lo es para los que siguen a Dios bajo la Nueva Ley de Cristo? La respuesta clara para esta pregunta es simplemente, “no”. No es incorrecto comer cerdo.

Cuando Jesucristo murió, clavó la Ley Antigua en la cruz (Colosenses 2:14). El libro de Hebreos explica que Cristo hizo obsoleta a la Ley de Moisés y la reemplazó con el Nuevo Pacto (Hebreos 8:13). Pablo explicó a los cristianos en Galacia que el Antiguo Testamento fue quitado y reemplazado por la Nueva Ley de Cristo (Gálatas 4:21-31). Como resultado, se abolieron las regulaciones en cuanto a los animales puros e impuros, así como las regulaciones en cuanto al sacrificio de animales, los rituales de limpieza, los días festivos, la observación del sábado y muchos otros actos ceremoniales.

Como evidencia que las regulaciones alimenticias fueron abolidas, el libro de Hechos incluye una narración en la cual el apóstol Pedro vio una visión celestial de animales impuros que eran bajados del cielo. Una voz del cielo dijo a Pedro, “Levántate, Pedro, mata y come” (Hechos 10:13). Pedro respondió que él no comía animales impuros. La voz celestial contestó diciendo, “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común” (10:15). En el contexto inmediato, la visión estaba diseñada para que Pedro entendiera que Dios había planeado que se predique el Evangelio a los gentiles. Pero el enlace también manifiesta el hecho que las regulaciones en cuanto a los animales puros e impuros habían sido alteradas para que los animales que fueron anteriormente impuros para los judíos ahora sean aceptables.

En un pasaje que tiene una aplicación directa a comer cerdo, Pablo escribió a Timoteo:

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado (1 Timoteo 4:1-5, énfasis añadido).

Bajo la Nueva Ley de Cristo, ya no es incorrecto comer animales como los cerdos o barbos, ya que tales regulaciones han sido quitadas. Los que quieren ser aceptados por Dios ya no tienen que ofrecer sacrificios físicos de animales, ya que Cristo se ofreció a Sí mismo en la cruz como el sacrificio final para limpiar nuestros pecados (Hebreos 9:28).

Cuando Cristo murió en la cruz, Su Nueva Ley comenzó a regir (Hebreos 9:16-22). Aunque es verdad que algunas cosas en la Ley Antigua, como la prohibición de matar o mentir, se repiten en la Nueva Ley, muchas regulaciones no fueron añadidas a la Nueva Ley. La única manera de saber lo que Dios espera de las personas bajo la Nueva Ley es estudiar los 27 libros del Nuevo Testamento que contienen esa ley. Finalmente, todos los que hayan vivido después de la muerte de Cristo hasta Su Segunda Venida serán juzgados por la Nueva Ley (vea Juan 12:48).

REFERENCIAS

Thompson, Bert (2003), In Defense of the Bible’s Inspiration (Montgomery, AL: Apologetics Press), [En-línea]: URL: https://www.apologeticspress.org/pdfs/e-books_pdf/idobi.pdf.


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