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El Viaje de Jacob a Egipto

Tres veces en el Antiguo Testamento, se declara que setenta personas de la casa de Jacob entraron a Egipto. Según Génesis 46:27, “Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta” (énfasis añadido). En los primeros versículos del libro de Éxodo, se nombra a los hijos de Jacob, y luego otra vez se nos dice, “Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta” (Éxodo 1:1,5, énfasis añadido). La tercera referencia del Antiguo Testamento para esta cifra se encuentra en Deuteronomio 10:22, donde Moisés habló a los hijos de Israel acerca de “cosas grandes y terribles” que Dios había hecho por ellos (10:21). Luego recordó a los hijos de Israel que “con setenta personas descendieron tus padres a Egipto, los cuales Jehová “ha hecho como las estrellas del cielo en multitud” (Deuteronomio 10:22, énfasis añadido). El problema que los cristianos están desafiados a resolver es cómo se puede entender estos versículos a la luz del enunciado de Esteban registrado en Hechos 7:12-14. Estando “lleno del Espíritu Santo” (7:55), y teniendo “su rostro como el rostro de un ángel” (6:15), Esteban recordó a los judíos de su historia, diciendo, “Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José. Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas” (Hechos 7:12-14, énfasis añadido). Los escépticos, así comos los cristianos diligentes que buscan respaldar su fe con respuestas razonables, desean saber por qué Hechos 7:14 menciona “setenta y cinco personas”, mientras Génesis 46:27, Éxodo 1:5 y Deuteronomio 10:22 mencionan solamente “setenta personas”. ¿Exactamente cuántas personas de la casa de Jacob entraron a Egipto?

Así como alguien puede dar sinceramente diferentes cifras para el punto de ebullición del agua (100º Celsio o 212º Fahrenheit), se dan diferentes cifras en la Biblia para el número de los miembros de la familia de Jacob que viajaron a Egipto. Esteban (en Hechos 7:14) no contradijo los pasajes del Antiguo Testamento donde se usa el número setenta; él simplemente calculó el número de manera diferente. La manera precisa en que Esteban calculó esta cifra es un asunto de especulación. Considere lo siguiente:

  • En Génesis 46:27, no se incluye a la esposa de Jacob (cf. 35:19) ni a sus concubinas en la cifra de setenta.
  • A pesar de la mención de “las hijas y las hijas de los hijos” de Jacob (46:7), parece que la única hija incluida en los “setenta” fue Dina (vs. 15), y la única nieta fue Sera (vs. 17).
  • No se incluye a las esposas de los hijos de Jacob en los setenta (46:26).
  • Finalmente, aunque se menciona solamente a dos descendientes de José en Génesis 46 en el texto masorético del Antiguo Testamento, en la Septuaginta se calcula que los descendientes de José fueron nueve.

Al considerar la cantidad de individuos que se omite en las “setenta personas” que el Antiguo Testamento menciona, a lo menos se puede ofrecer dos soluciones posibles para esta supuesta contradicción. Primero, es posible que Esteban incluyera las nueras de Jacob en su cálculo de los setenta y cinco. Los hijos, nietos y bisnietos de Jacob fueron sesenta y seis (Génesis 46:8-26). Si se añade a Jacob, José, a los hijos de José, el número total es setenta (46:27). No obstante, si a los sesenta y seis, Esteban hubiera añadido a las esposas de los hijos de Jacob, él pudiera haber calculado legítimamente la familia de Jacob como setenta y cinco, en vez de setenta. [NOTA: Esteban lista a Jacob separadamente]. Pero alguien puede preguntar cómo sesenta y seis más “doce” equivale a setenta y cinco. Simplemente—no se incluyeron a todas las esposas. Obviamente la esposa de José no hubiera sido añadida a esta cifra, si José mismo no lo fuera. Y, a lo menos dos de las once esposas restantes pueden haber estado muertas para el tiempo que la familia viajó a Egipto. Sabemos con seguridad que la esposa de Judá ya había muerto para este tiempo (Génesis 38:12), y es razonable concluir que otra de las esposas también hubiera fallecido. (Es muy probable que la esposa de Simeón ya hubiera fallecido—cf. Génesis 46:10). Por ende, cuando Esteban declaró que “José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas” (Hechos 7:14, énfasis añadido), virtualmente pudo haber incluido a las esposas vivas de los hermanos de José para obtener un número diferente (aunque no contradictorio).

Una segunda solución posible para esta supuesta contradicción es que Esteban citara de la Septuaginta. Aunque Deuteronomio 10:22 dice lo mismo en el texto masorético y en la Septuginta (“setenta”), Génesis 46:27 y Éxodo 1:5 difieren en los dos textos. Mientras que el texto masorético dice “setenta” en ambos pasajes, la Septuaginta dice “setenta y cinco”. Pero, como R.C.H. Lenski concluyó: “Este es un simple asunto de cálculo” (1961, p. 270).

Los descendientes de Jacob que fueron a Egipto fueron sesenta y seis (Gn. 46:26), pero contando a José, a sus dos hijos y a Jacob mismo (Gn. 46:27), la cifra es setenta. En la LXX [Septuaginta—EL] se contó a todos los hijos que José tuvo en Egipto, “nueve personas”, lo cual transforma a la cifra sesenta y seis en setenta y cinco (Lenski, p. 270).

Por consiguiente, en vez de añadir a las nueve esposas de los hermanos de José (como se propuso en la solución anterior), este argumento sugiere que el número setenta y cinco es el resultado de seguir la lectura de la Septuaginta—que incluye a los nietos de José (cf. 1 Crónicas 7:14-21). [NOTA: La Septuaginta y el texto masorético pueden diferir, pero no se contradicen—el primero simplemente menciona algunos de los descendientes de José que no se registran en el último]. En los comentarios de Albert Barnes en cuanto a estas diferencias, él adecuadamente anotó:

La razón por la cual la Septuaginta los incluyó [a los descendientes de José—EL], puede no ser muy fácil de saber. Pero evidentemente este es el hecho; y el hecho concuerda exactamente con el registro histórico, aunque Moisés no incluyó sus nombres. La solución de problemas concernientes a la cronología es siempre difícil; y lo que puede ser completamente aparente para un judío en el tiempo de Esteban, puede ser completamente inexplicable para nosotros (1949, p. 123, énfasis añadido).

Una de las cosas más “inexplicables” en cuanto a los 70 (o 75) “de la familia de Jacob que fue a Egipto”, tiene que ver con la mención de algunos de los descendientes de Jacob que aparentemente no nacieron sino hasta después que el viaje a Egipto se completó. Si se acepta la cuenta de la Septuaginta de 75, incluyendo a los nietos de José, también se debe concluir que Manasés y Efraín (los hijos de José) engendraron a estos hijos algún tiempo después de la migración de Jacob a Egipto, y posiblemente antes de la muerte de Jacob diecisiete años después (ya que Efraín y Manasés todavía eran jóvenes cuando la familia de Jacob se mudó a Egipto). Si se excluye a la Septuaginta de esta discusión, todavía hay a lo menos dos indicaciones posibles en Génesis 46 que no todos los “setenta” nacieron antes que la familia de Jacob llegara a Egipto. Primero, se incluye en los “setenta” a Hezrón y Hamul (los hijos de Fares—46:12), pero la evidencia indica que estos nietos de Jacob no nacieron sino hasta después de la migración. Considerando que Judá, el abuelo de Hezrón y Hamul, tenía solamente alrededor de 43 años cuando se realizó la migración a Egipto, y que los eventos registrados en Génesis 38 (que involucran a su familia) ocurrieron durante varios años, parece lógico concluir, como lo hizo Steven Mathewson en su “Estudio Exegético de Génesis 38” (“Exegetical Study of Genesis 38”), que “los hijos de Judá, Fares y Zara, eran muy jóvenes, tal vez solamente tenían unos pocos meses de edad cuando viajaron a Egipto. Por tanto sería imposible que Fares hubiera engendrado a Hezrón y Hamul, sus dos hijos mencionados en Génesis 46:12, antes del viaje a Egipto” (1989, 146:383). Él continuó señalando:

No obstante, al observar detenidamente Génesis 46:12, vemos una variación en la mención de Hezrón y Hamul. El final del versículo dice: “Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul”. Pero por todo Génesis 46, se lista a los descendientes sin usar una forma verbal. Por ejemplo, el versículo 12a dice, “Los hijos de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y Zara” (146:383).

El erudito en hebreo Umberto Cassuto comentó sobre esta “fraseología especial”, diciendo, “Esta variación externa crea la impresión que la Biblia deseaba darnos aquí alguna información especial que era diferente a la que se deseaba transmitir con relación a los otros descendientes de Israel” (1929, 1:34). Cassuto también explicó la razón que pensó que estaba detrás de este uso especial del verbo “fueron”.

Por ende esto tiene la intención de informarnos que los hijos de Fares no estuvieron entre los que fueron a Egipto, pero se mencionan aquí por otra razón. Esto se corrobora por el hecho que los hijos de José tampoco estuvieron entre los que inmigraron a Egipto, y ellos también se mencionan con una fórmula diferente (1:35).

Una segunda indicación que todos los “setenta” probablemente no nacieron antes que la familia de Jacob inmigrara a Egipto es que se lista a diez “hijos” (descendientes) de Benjamín (46:21). Si José tenía 39 años al tiempo de esta migración (cf. 41:46), se puede calcular (aproximadamente) la edad de Benjamín al considerar la cantidad de tiempo que pasó entre sus nacimientos. Fue después del nacimiento de José que su padre, Jacob, trabajó sus seis años finales para Labán en Padan-aram (30:25; 31:38-41). Sabemos que Benjamín era más de seis años menor que José, ya que no nació sino hasta después que Jacob dejó de trabajar para Labán. De hecho, Benjamín no nació sino hasta que Jacob: (1) salió de Paran-aram (31:18); (2) cruzó el río (Eufrates—31:21); (3) se reunió con su hermano, Esaú, cerca de Peniel (32:22,31; 33:2); (4) construyó una casa en Sucot (33:17); (5) puso su tienda en Siquem (33:18); y (6) construyó un altar a Dios en Bet-el (35:1-19). Obviamente, pasó una cantidad considerable de tiempo entre la separación de Jacob con Labán en Padan-aram y el nacimiento de Benjamín cerca de Belén. Albert Barnes estimó conservadoramente que Benjamín era 13 años menor que José (1997). El erudito en Biblia John T. Willis dijo que Benjamín probablemente era alrededor de 14 años menor que José (1984, p. 433). Además, considerando que se hace referencia a Benjamín como un “joven” ocho veces en Génesis capítulos 43 y 44, capítulos que registran eventos que preceden directamente a la mudanza de Jacob a Egipto, no se esperaría que Benjamín tuviera más de 25 o 26 años de edad para el tiempo de la migración. Lo que es desconcertante para el lector de la Biblia es que incluso cuando Benjamín era mucho menor que todos los hijos de Jacob, se nombran más de sus descendiente en Génesis 46 que de cualquier otro de los hijos de Jacob. De hecho, algunos de estos descendientes de Benjamín aparentemente eran sus nietos (cf. Números 26:38-40; 1 Crónicas 8:1-5).

Pero ¿por qué diez de los descendientes de Benjamín, juntamente con Hezrón y Hamul, pueden aparecer legítimamente en una lista de los que viajaron a Egipto, si existen muchas indicaciones que muestran que algunos todavía no habían nacido? Respuesta: Porque algunos de los nombres se incluyen por prolepsis (o anticipación). Aunque pudieron no haber nacido para el tiempo que Jacob entró a Egipto, ellos estuvieron en sus lomos—“procedieron de sus lomos” (Génesis 46:26). Los comentaristas renombrados Keil y Delitzsch declararon: “De todo esto es necesario concluir que, en la lista delante nuestro se nombra a nietos y bisnietos de Jacob que no nacieron sino después en Egipto, y quienes, según un enfoque que frecuentemente encontramos en el Antiguo Testamento, aunque extraño para el pensamiento del tiempo moderno, entraron a Egipto in lumbis patrum [en los lomos del padre—EL]” (1996). Jamieson, Fausset y Brown estuvieron de acuerdo al decir:

La impresión natural que estas palabras [“estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto”—EL] expresan es que la genealogía siguiente contiene una lista de todos los miembros de la familia de Jacobo, de cualquier edad, sean adultos o bebés, que, habiendo nacido en Canaán, se mudaron juntamente con él a Egipto…. Sin embargo, la investigación adicional muestra suficiente evidencia para concluir que se armó la genealogía en un principio muy diferente—no en el principio de nombrar solamente a los miembros de la familia de Jacob que habían nacido en Canaán, sino en el principio de enumerar a los que en el tiempo de la migración a Egipto y durante la vida del patriarca, eran los jefes de familia reconocidos en Israel, aunque se pudiera decir que algunos de ellos, nacidos después de la salida de Canaán, “vinieron a Egipto” en las personas de sus padres (1997, énfasis añadido):

Aunque todos los setenta mencionados en Génesis 46 no hayan viajado literalmente a Egipto, Moisés, escribiendo su relato más de 215 años después (vea Bass, et.al., 2001), fácilmente pudo haber usado una figura de expresión conocida como prolepsis para incluir a los que nacerían muy poco después, y quienes entonces (para el tiempo de Moisés) hubieran sido “los jefes reconocidos de las familias”.

REFERENCIAS

Barnes, Albert (1949), Notes on the Old and New Testaments: Acts (Grand Rapids, MI: Baker).

Barnes, Albert (1997), Notes on the Old and New Testaments (Electronic Database: Biblesoft).

Bass, Alden, Bert Thompson y Kyle Butt (2001), “Questions and Answers”, Reason & Revelation, 21:49-53, julio.

Cassuto, Umberto (1929), Biblical and Oriental Studies (Jerusalem: Magnes Press, reimpresión de 1973).

Jamieson, Robert, et al. (1997), Jamieson, Fausset, Brown Bible Commentary (Electronic Database: Biblesoft).

Keil, C.F. y F. Delitzsch (1996), Keil and Delitzsch Commentary on the Old Testament (Electronic Database: Biblesoft), nueva edición actualizada.

Lenski, R.C.H. (1961), The Interpretation of the Acts of the Apostles (Minneapolis, MN: Augsburg).

Mathewson, Steven D. (1989), “An Exegetical Study of Genesis 38”, Bibliotheca Sacra, 146:373-392, octubre.

Willis, John T. (1984), Genesis (Abilene, TX: ACU Press), publicado originalmente en 1979 por Sweet Publishing Company, Austin, Texas.


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