El Librepensamiento: Realmente No es Muy Libre
Uno de los términos más populares que los ateos y agnósticos usan para describirse es el término “librepensadores”. Por consiguiente, su clase de razonamiento conocido como “librepensamiento” está alcanzando los escalones más altos del secularismo como la manera de pensar de moda. Los partidarios de este tipo de filosofía están intentando guiar a la gente a creer que los librepensadores son libres de pensar como quieran. Supuestamente, los librepensadores pueden ir a donde la evidencia les guíe, ya que no están atados a las ideas tradicionales sobre la moralidad, la deidad, la inspiración de la Biblia y otras nociones inconstantes que han “impedido” la libertad en el pasado.
Uno de los defensores más directos del librepensamiento es un hombre llamado Dan Barker. Antes de su “desconversión” al librepensamiento, él era un predicador y misionero denominacional celoso. En su obra más famosa que describe su ateísmo recientemente encontrado, Losing Faith in Faith: From Preacher to Atheist (Perdiendo la Fe en la Fe: De Predicador a Ateo), él incluye un capítulo completo titulado, ¿Qué es el Librepensamiento? Al final de este capítulo, Barker dice, “El librepensamiento te permite crear tu propio pensamiento… El librepensamiento realmente es libre” (1992, p. 136). Obviamente, el Sr. Barker quiere que todos los que llegan a estar en contacto con el librepensamiento crean que este es un medio de pensamiento que permite que cada individuo vaya donde sus pensamientos le guíen.
Sin embargo, al investigar adicionalmente esta idea podemos descubrir que el librepensamiento no es libre realmente. En la misma primera página de su capítulo sobre el librepensamiento, él sostiene, “Nadie puede ser un librepensador que demande conformidad con una biblia, un credo o un mesías”. Así qué, según el Sr. Barker, ya que él y su grupo de librepensadores no piensan que hay suficiente evidencia para la inspiración de la Biblia, entonces todos los “librepensadores” deben rechazar la conformidad con la Biblia. ¿Qué pasó con la idea que el librepensamiento “te permite crear tu propio pensamiento”? Otra vez, en la misma página escribió, “Los librepensadores son naturalistas” (p. 133), es decir, los librepensadores no pueden creer en algo aparte del reino medido científicamente al usar los sentidos. ¿Qué tal si algunas evidencias inspiraran a una persona a creer en una deidad sobrenatural? Según el librepensamiento, esta persona no es libre de seguir este tipo de evidencia. Otra vez, el librepensamiento parece gozar de menos “libertad” de la que se nos sugiere.
Otro enunciado revelador del lapicero de Barker viene de la página 134, donde dice, “Las personas son libres de escoger dentro de los límites de la moralidad humanista”. Entonces, el librepensamiento permite que alguien escoja libremente cualquier idea ética y estándar moral, a menos que estos estándares estén en conformidad con la “moralidad humanista” que Barker y sus compañeros “librepensadores” han adoptado. Pero ¿qué pasa si esos estándares están fuera del reino de la “moralidad humanista”? Entonces el librepensador debe escoger algún otro estándar—o cesar de ser librepensador.
En uno de sus párrafos finales, Barker declara: “Una multiplicidad de personas pensantes, libres de las limitaciones de la ortodoxia, permiten que las ideas sean probadas, rechazas o adoptadas” (p. 135). Barker sutilmente omite las otras limitaciones, como el naturalismo y el humanismo, de los cuales los librepensadores no están libres. Esencialmente, según Dan Barker, los librepensadores son las personas que piensan como él y sus compañeros librepensadores. Si alguien no piensa como el humanista y naturalista Dan Barker, entonces debe ser un pensador esclavizado, no un librepensador. En realidad, el “librepensamiento” es un término inadecuado y no es libre en absoluto. De hecho, es una de las maneras de pensar “menos libres” que se puede obtener en el mercado de ideas. Realmente, lo único que puede hacer libre a alguien es la verdad (Juan 8:32). Al considerar los enunciados anteriores, es evidente que Dan Barker y sus compañeros librepensadores simplemente no están interesados en el librepensamiento; en cambio, están interesados en formar un grupo de “librepensadores” que se conformen a tales conceptos falsos como el naturalismo y el humanismo.
REFERENCIAS
Barker, Dan (1992), Losing Faith In Faith—From Preacher to Atheist (Madison, WI: Freedom from Religion Foundation).
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