
El Código Da Vinci y los Rollos del Mar Muerto
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La Colección Schøyen MS 1655/1
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En 1947 se encontraron (por coincidencia) varios documentos antiguos en una cueva al lado noroeste del Mar Muerto. Esta colección de documentos, que ha llegado a ser conocida como los Rollos del Mar Muerto, constaba de rollos y fragmentos de piel y papiro antiguo que habían sido enrollados en vasijas enterradas por siglos. Desde 1949 hasta 1956, se encontraron cientos de manuscritos hebreos y arameos y algunos pocos fragmentos griegos en cuevas en el área circundante. Los eruditos creen que estos manuscritos fueron escritos entre el año 200 a.C. y antes de mediados del primer siglo d.C. Algunos manuscritos eran de los textos apócrifos judíos y de los escritos pseudoepigráficos (e.g., 1 Enoc, Tobías y Jubileos); otros fueron considerados escritos “ascéticos” (libros misceláneos de reglas, poesía, comentarios, etc.). El grupo más notable de los documentos encontrados en las cuevas de Qumrán cerca del Mar Muerto es la colección de los libros del Antiguo Testamento. Se encontraron manuscritos y fragmentos de todos los libros de la Biblia hebrea, excepto del libro de Ester.
Los Rollos del Mar Muerto componen uno de los descubrimientos arqueológicos más grandes de todos los tiempos. Los judíos y cristianos a menudo señalan estos rollos como evidencia de la integridad del texto del Antiguo Testamento. Antes de 1947, los manuscritos más antiguos del Antiguo Testamento solamente databan de 1000 d.C. Con el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, los eruditos de la Biblia han sido capaces de comparar el texto del tiempo presente con el texto de más de 2,000 años atrás. Lo que han descubierto es que las copias de los libros del Antiguo Testamento, separadas en tiempo por más de un milenio, son impresionantemente similares. De hecho, el Antiguo Testamento ha sido trasmitido fielmente a través de los siglos. Como Rene Paché concluyó: “Ya que se puede demostrar que el texto del Antiguo Testamento fue transmitido exactamente por los pasados 2,000 años, se puede suponer razonablemente que ha sido transmitido así desde el comienzo” (1971, p. 191).
Pero ¿qué tiene todo esto que ver con El Código Da Vinci? Según Dan Brown, autor de El Código Da Vinci, “Todas las descripciones de las ilustraciones, arquitectura, documentos y rituales secretos en esta novela son precisas” (2003a, p. 1, énfasis añadido). Aunque note cómo Brown usa a uno de sus personajes ficticios (Leigh Teabing) en el libro. En un intento por menospreciar los documentos del Nuevo Testamento, Teabing asevera lo siguiente en cuanto a estos y su relación a los Rollos del Mar Muerto:
“[…]Algunos de los evangelios que Constantino intento erradicar lograron sobrevivir. Los Rollos del Mar Muerto fueron encontrados en la década de 1950 en una cueva cerca de Qumrán en el desierto de Judea” (Brown, 2003a, p. 234).
“Estas son fotocopias de la Nag Hammadi y los Rollos del Mar Muerto, los cuales mencioné anteriormente; los registros cristianos más antiguos”, dijo Teabing. “Desafortunadamente, estos no armonizan con los evangelios en la Biblia” (p. 245).
Aunque Brown aseveró en la primera página de su libro que “[t]odas las descripciones de…documentos…en esta novela son precisas” (énfasis añadido) e incluso afirmó que “absolutamente todo” su libro está basado en la realidad en términos de cosas que realmente ocurrieron (vea Brown, 2003b), entre los muchos enunciados erróneos que hizo en su libro se encuentran los citados anteriormente concerniente a los Rollos del Mar Muerto.
Simplemente, los Rollos del Mar Muerto no son de ninguna manera “registros cristianos”; estos son escritos judíos, muchos de los cuales preceden a Cristo (y por ende al cristianismo) por varias décadas, y en algunos casos por uno o dos siglos. Estos rollos no contienen ningún “evangelio”. De hecho, no se menciona a Jesús de Nazaret en los Rollos del Mar Muerto.
Tal uso imprudente de uno de los descubrimientos arqueológicos bíblicos más grandes debería hacer que los lectores de El Código Da Vinci consideren a este libro como lo que realmente es—una novela ficticia inclinada a levantar sospecha innecesaria acerca de la fiabilidad bíblica. Interesantemente, los “documentos” que Brown usó con la esperanza de infundir duda concerniente al cristianismo realmente son algunas de las muestras más grandes de evidencia para la fiabilidad del Antiguo Testamento. Además, el Antiguo Testamento fue “la Biblia” de la iglesia naciente. Es de estas “Escrituras” que los cristianos del siglo veintiuno cosechan un entendimiento más grande acerca de Jesús, Quien, como se enseña en el Antiguo Testamento, fue el Cristo, el Mesías profetizado (Hechos 8:32-35; cf. 17:10,11; 2 Timoteo 3:15-17). En ese sentido, las Escrituras hebreas contenidas en la colección de los Rollos del Mar Muerto se ajustan maravillosamente “a los evangelios en la Biblia”.
REFERENCIAS
Brown, Dan (2003a), The Da Vinci Code (New York: Doubleday).
Brown, Dan (2003b), “Today,” NBC, Entrevista con Matt Lauer, Junio 9.
Paché, Rene (1971), The Inspiration and Authority of Scripture (Grand Rapids, MI: Eerdmans).
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