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El Código Da Vinci, el Día de Reposo y el Domingo

Se han hecho algunas acusaciones y enunciados descabellados a través de los siglos. Algunos han declarado que el régimen de Adolfo Hitler nunca mató a millones de judíos (vea Harwood, 1974). Otros han concluido que una de las maneras en que un hombre se puede deshacer del virus del SIDA es al tener relaciones sexuales con una joven virgen (vea Govender, 1999). Los enemigos de Norteamérica han acusado a los Estados Unidos de no importarle el sufrimiento mundial cuando, en realidad, pocos países en este mundo (o ninguno) han hecho tanto como los Estados Unidos para aliviar la aflicción subsiguiente de varias catástrofes. [Aunque los Estados Unidos ciertamente ha perdido su manera de promover los valores bíblicos y cristianos (e.g., el valor de la vida de un niño no-nacido, los matrimonios heterosexuales, etc.), siempre está a la vanguardia para ayudar al afligido].

Lamentablemente, se han contado (¡y creído!) más mentiras acerca de Dios y el cristianismo que tal vez cualquier otra cosa en la Tierra. Desde luego, esto no es sorprendente ya que “el príncipe de este mundo” (Juan 14:30) y “el padre” de mentiras (Juan 8:44)—Satanás—quiere engañar a la gente para que no crea en la religión verdadera. Una de las últimas herramientas de Satanás ha sido el libro de Dan Brown, El Código Da Vinci. Esta novela supuestamente “histórica” (Brown, 2003b), “basada en los hechos” (MacEwen, 2003) ha engañado a millones de lectores. Esta novela infunde sospechas y propone varias mentiras en cuanto al cristianismo antiguo, la integridad de la Biblia y la deidad de Cristo.

Una de las varias aseveraciones descabelladas en el libro de Brown es su criticismo del día en que los cristianos se reúnen para participar de la Cena del Señor y adorar a Dios. Según uno de los personajes principales de Brown, Robert Langdon,

Originalmente…el cristianismo honraba el reposo judío o sábado, pero Constantino lo cambió para que coincidiera con la veneración pagana del día del sol… Hasta este día, la mayoría de personas que van a la iglesia, asisten a los servicios los domingos en la mañana sin tener idea que están allí a causa del tributo semanal del dios pagano del sol (Brown, 2003a, pp. 232-233).

Supuestamente, los cristianos adoran a Dios el domingo porque en el siglo cuarto d.C. Constantino decidió que la iglesia debería adorar los domingos en vez de los sábados, y por ende siguió el día de tributo al dios pagano del sol. ¿Cuál es la verdad?

Mucho tiempo antes de Constantino, los cristianos se reunían el primer día de la semana para adorar a Dios. Los escritores inspirados de la Biblia y los cristianos antiguos no-inspirados (antes de Constantino) consideraron el día domingo como el día para participar de la fiesta memorial, también como el día para realizar otros actos de adoración. El apóstol Pablo instruyó a los cristianos en Corinto (como había enseñado anteriormente a las iglesia en Galacia) a separar una porción de sus ingresos “cada primer día de la semana…para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas” (1 Corintios 16:1-2, énfasis añadido). Lucas después escribió que los discípulos en Troas se reunieron “el primer día de la semana” para partir el pan en memoria de la muerte del Señor (Hechos 20:7, énfasis añadido; cf. 1 Corintios 11:17-26). Ignacio escribió en su epístola a los Magnesios (que se cree que se escribió alrededor del año 110 d.C.) que los cristianos “han llegado a poseer una esperanza nueva, no observando el día de reposo, sino viviendo en observancia del Día del Señor” (1:62, énfasis añadido; cf. Apocalipsis 1:10). En el capítulo 67 de su Primera Apología (escrita alrededor del año 150 d.C.), Justino Mártir anotó que los cristianos se reunían juntos “el día llamado domingo” para leer los escritos de los apóstoles y profetas, instruir, orar, ofrendar y comer el pan y el vino (énfasis añadido). Declarar que 300 años después que el cristianismo nació el Emperador Constantino “cambió” el día de adoración de sábado a domingo es una mentira flagrante. Los cristianos han estado adorando a Dios el primer día de la semana desde el primer siglo, cuando alrededor de 3,000 judíos se convirtieron a Cristo en el Día de Pentecostés (Hechos 2)—que fue el día domingo.

Pero ¿por qué se reunían los cristianos antiguos el domingo, y por qué la gente de Dios todavía se reúne en este día? ¿Es, como indica Brown, “a causa del tributo semanal del dios pagano del sol”? ¡Absolutamente no! Los cristianos se han reunido los domingos para adorar a Dios por los pasados 2,000 años porque este es el día que Dios ha apartado para que le adoremos y participemos de la fiesta memorial. Nosotros sabemos que fue el primer día de la semana que Jesús se levantó de la tumba (Mateo 28:1-6; Marcos 16:1-6; Lucas 24:1-3; Juan 20:1,2), que la iglesia fue establecida (Hechos 2) y que los cristianos se reunían (Hechos 20:7; 1 Corintios 16:1,2). Además, los predicadores antiguos no-inspirados repudiaron toda conexión entre el paganismo y la adoración a Dios el “día del Señor” (domingo). Alrededor del año 200 d.C., Tertuliano lidió dos veces con este tema (“Ad Nationes”, 1:13; “Apology”, 16). En su “Apología”, indicó que los cristianos “consagran el día domingo al gozo” por una “razón muy diferente a la adoración al Sol” (XVI). Justino Mártir escribió (casi dos siglos antes de Constantino) que el “domingo es el día en que realizamos nuestra reunión común” porque “Jesucristo, nuestro Salvador, se levantó de los muertos en ese mismo día. Él fue crucificado en el día anterior al Saturno (sábado); y el día después al Saturno, que es el día del sol [domingo—MP]…apareció a Sus apóstoles y discípulos” (“First Apology”, 67).

Otra vez se puede probar que esta aseveración ridícula en contra del cristianismo es falsa. Los cristianos fieles nunca adoraron a Dios el domingo en ningún tiempo porque ese día coincidía con la veneración pagana al Sol. Adicionalmente, Constantino no tuvo nada que ver con la adoración cristiana del primer día de la semana. Los cristianos han estado adorando a Dios “el día del Señor” desde el establecimiento de la iglesia de Cristo en el primer siglo.

REFERENCIAS

Brown, Dan (2003a), The Da Vinci Code (New York: Doubleday).

Brown, Dan (2003b), “Today,” NBC, Interview with Matt Lauer, June 9.

Govender, Prega (1999), “Child Rape: A Taboo With the AIDS Taboo,” [En-línea], URL: http://www.aegis.org/news/suntimes/1999/ST990401.html.

Harwood, Richard (1974), Did Six Million Really Die? (England: Historical Review Press).

Ignatius (1973 reimpresión), “Epistle of Ignatius to the Magnesians,” The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Justin Martyr (1973 reimpresión), “The First Apology of Justin,” The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

MacEwen, Valerie (2003), “Try Putting This Book Down,” [En-línea], URL: http://www.popmatters.com/books/reviews/d/da-vinci-code.shtml.

Tertullian (1973 reimpresión), “Ad Nationes,” The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Tertullian (1973 reimpresión), “Apology,” The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids, MI: Eerdmans).


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