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Dios Reina Incluso Cuando los Ateos Atacan

En años pasados, se admiraba a los candidatos al oficio público en los Estados Unidos a causa de su legado, creencias y prácticas cristianas. Ellos respetaban al Creador. Hacían referencia a Su Palabra. Oraban a Él para recibir ayuda divina. Reconocían Su soberanía y afirmaban que “él regirá las naciones” (Salmos 22:28). Los norteamericanos esperaban que sus representantes elegidos honren a Dios en privado y en público (vea Miller, 2008). Pero los tiempos han cambiado. Tristemente, ahora se ataca y odia lo mismo que los norteamericanos esperaban ver en sus líderes—confianza en el Creador y Sostenedor de la vida. Y supuestamente, ahora esto es una razón para descalificar a los candidatos a oficios públicos.

Considere los comentarios de Sam Harris en un artículo reciente de la revista Newsweek. Harris ha escrito docenas de artículos en el pasado para publicaciones prominentes como The Boston Globe, The Angeles Times y The Times del Reino Unido. Ha aparecido en el programa noticiero Factor O’Reilly como también en la producción documentaria de Brian Flemming, El Dios que No Estaba Allí. Sus últimos libros, El Fin de la Fe (2004) y Carta a una Nación Cristiana (2006) fueron record de ventas según la New York Times. Se registra que él dijo, “Si está preocupado en cuanto al sufrimiento en el Universo, matar a una mosca le debe enfrentar a un problema moral mayor que matar a un blastocito [un embrión humano de tres día de edad—EL]” (2006, p. 30). En palabras breves, Sam Harris es uno de los ateos militantes más conocidos, influyentes y directos del mundo.

En la edición del 29 de septiembre de 2008 de la revista Newsweek, Harris escribió un artículo titulado “Cuando los Ateos Atacan”. Después de describir a la ex candidata a la vicepresidencia, Gobernadora Sarah Palin, como incompetente y reina de belleza ignorante, Harris escribió en cuanto a qué realmente le molestó acerca de la Gobernadora: “Me importa más las muchas cosas que Palin piensa que sabe pero que realmente no sabe: como su convicción que el Dios de la Biblia concientemente dirige los eventos mundiales. No hace falta decir que ella comparte esta creencia con millones de norteamericanos—pero tampoco deberíamos estar ansiosos de dar a esta gente nuestros códigos nucleares” (152[13]:33, énfasis añadido). [Así que, ¿deberíamos poner nuestras armas nucleares en las manos de gente que cree que “matar a una mosca debe enfrentarle a un problema moral mayor que matar a un blastocito humano”?].

Lo cierto es que, aunque Dios creó a los humanos con libre albedrío (cf. Josué 24:15), Él usa nuestro libre albedrío para lograr Sus propósitos. La Escritura muchas veces testifica del hecho que Dios está en control del Universo y de todo lo que hay en él. Él “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:3). El salmista escribió: “Jehová estableció en los cielos su trono…. Dios es el Rey de toda la tierra” (103:19; 47:7). Cuatro veces en el libro de Daniel se nos recuerda que “el Altísimo gobierna el reino de los hombres” (4:17,25,32; 5:21). Aunque Dios no controla a Su creación humana como robots, Él está en control. Durante la mayor parte de la historia norteamericana, la vasta mayoría de nuestros funcionarios elegidos (1) creían que Dios estaba en control y (2) oraban para que se hiciera Su voluntad en Norteamérica (vea Miller, 2008). Los medios actuales de comunicación quieren que rechacemos la Escritura y nuestra herencia cristiana. Cuando Harris escribió, “Cada detalle que ha surgido en cuanto a la vida de Palin en Alaska sugiere que ella es tan devota y de mente literal en su dogmatismo cristiano como cualquier hombre o mujer en la tierra” (2008, p. 33, énfasis añadido), él pretendió que esto fuera un criticismo. Supuestamente, los líderes cristianos “devotos y de mente literal” no deben gobernar a Norteamérica.

No obstante, el hecho es que si Norteamérica ha de sobrevivir como nación, debe rechazar la perspectiva atea, inmoral y anticristiana que Sam Harris y otros propagan continuamente. Debemos regresar al Todopoderoso, Quien “gobierna el reino de los hombres”, y debemos reconocer que cada decisión que tomamos, incluyendo la elección de nuestros líderes gubernamentales, debe basarse en el reconocimiento de la soberanía de Dios. Él no solamente “regirá las naciones” (Salmos 22:28), sino juzga a las naciones (en esta vida; cf. Génesis 11:1-9; 18-19) y a los individuos que constituyen las naciones (al final del tiempo; cf. Hechos 17:30-31; 2 Corintios 5:10).

 

REFERENCIAS

Harris, Sam (2006), Carta a Una Nación Cristiana [Letter to a Christian Nation] (Nueva York: Alfred A. Knopf).

Harris, Sam (2008), “Cuando los Ateos Atacan” [“When Atheists Attack”], Newsweek, 152[13]:32-35, 29 de septiembre.

Miller, Dave (2008), Silenciando a Dios [The Silencing of God] (Montgomery, AL: Apologetics Press).


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