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"¡Dios No Está Limitado por el Tiempo!"

Aunque por milenios se ha entendido el capítulo uno de Génesis como la creación original del Universo que fue realizada en seis días literales y majestuosos, en los dos siglos pasados muchos han sido engañados creyendo que los billones de años requeridos por la evolución deben calzar en algún lugar en el primer capítulo de la Biblia. Para muchos “creyentes en la Biblia”, los métodos evolutivos de datación han llegado a ser el padre de la interpretación bíblica. Por tanto, se nos dice que Dios empleó, no seis días literales, sino billones de años para crear el Universo y todo en él. Frecuentemente oímos tales enunciados como: (1) “Dios no está limitado por el tiempo”; (2) “Dios pudo haber tomado tanto tiempo como quería mientras creaba el Universo y todo en él”; y (3) “Pudieron haber trascurrido billones de años entre Génesis 1:1 y 1:3”. Decir que la Creación no tomó millones o billones de años es, supuestamente, limitar al Dios Todopoderoso.

No existe duda que Dios no está limitado por el tiempo. Él es el Creador infinito, eterno, todopoderoso y omnisciente. Sin embargo, el punto no es si Dios está fuera del tiempo (cf. Salmos 90:2), sino qué nos ha revelado Dios—tanto en Génesis 1 y en el resto de la Biblia. Dios pudo haber creado el Universo en cualquier manera que deseara, en cualquier orden que quisiera y en cualquier marco de tiempo que escogiera. Él pudo haber creado el mundo y todo en él en seis horas, seis minutos, seis segundos o en una milésima de segundo—después de todo, Él es el Dios Todopoderoso (Génesis 17:1). Pero el asunto no es qué es lo que Dios pudo haber hecho; el asunto es qué dijo Dios que hizo. Y Él dijo que creó todo en seis días literales. Cuando Dios dio a los israelitas los Diez Mandamientos, declaró:

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó (Éxodo 20:8-11, énfasis añadido).

Solamente se puede entender adecuadamente este mandamiento sabático si se consideran los días de la semana como días regulares de 24 horas.

Basados en el uso divino de las palabras en la Escritura que representan periodos de tiempo que son mucho más largos que un día regular (cf. Génesis 1:14; 2 Pedro 3:8), podemos concluir correctamente que Dios pudiera haber revelado al hombre que este mundo fue creado durante vastos periodos de tiempo. [Él pudiera haber usado la palabra hebrea dôr, que significa largos periodos de tiempo]. No obstante, el hecho es que Dios dijo que creó este mundo y todo en él en seis días (Génesis 1; Éxodo 20:11; 31:17; cf. Salmos 33:9; 148:5; Marcos 10:6).

Pregunta: ¿Cuál es el problema con la manera que Dios dijo que hizo todo?


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