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¿Del Agua o de la Tierra?

Los que rechazan la inspiración de la Biblia han tratado incansablemente por cientos de años encontrar una contradicción o discrepancia bíblica legítima. Una y otra vez sus esfuerzos no han hecho nada para solidificar su caso, pero han causado que la credibilidad de la Biblia se fortalezca aún más. Con el fin de aferrarse a una esperanza vana, una de las últimas acusaciones de los escépticos ha sido declarar que existe una contradicción entre Génesis 1:20-22 y 2:19. Estos incrédulos declaran que el capítulo 1:20-22 enseña que las aves fueron formadas de las aguas, mientras que el capítulo 2:19 enseña que fueron formadas de la tierra. ¿Qué se puede decir acerca de estas acusaciones?

La verdad es que los que declaran que existe una contradicción en estos dos pasajes han distorsionado el texto y entendido mal sus términos. Nosotros admitimos de buena gana que Génesis 2:19 enseña que “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos”. Sin embargo, a diferencia de las acusaciones de los escépticos, Génesis 1:20-22 no contradice este enunciado. En cambio, dice: “Dijo Dios: Produzcan (rebosen NVI) las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie… Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra”. ¿Dónde dice este pasaje que las aves fueron formadas de las aguas? No lo dice. Este texto simplemente enseña que Dios hizo que algunas criaturas vivientes aparecieran en el agua, e hizo que las aves volaran sobre la Tierra. Este pasaje no enseña que las aguas fueron la causa de los peces, sino el elemento de los peces, así como el aire es el elemento de las aves (Barnes, 1997).

Los eruditos y apologistas de la Biblia consideran que esta “supuesta contradicción bíblica” es un intento lamentable para desaprobar la Biblia como la Palabra de Dios tanto que relativamente pocos han tomado el tiempo para responderla. Ciertamente, ellos reconocen que en algún momento del tiempo el sentido común de la gente le permitirá ver la superficialidad de las acusaciones de los críticos. La única razón por la cual se escribió este artículo breve es para que los que contemplan la inerrancia bíblica no acepten ciegamente las acusaciones de los críticos sin primero leer cuidadosamente lo que el pasaje dice y lo que el pasaje no dice.

REFERENCIAS

Barnes, Albert (1997), Barnes’ Notes (Electronic Database: Biblesoft).


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