¿Cuándo se Genera una “Persona” Humana?
¿Cuándo se genera una “persona humana”? Se han presentado varias respuestas para esta pregunta, dependiendo del individuo que responda y su enfoque filosófico o religioso. No se puede responder la pregunta según una perspectiva estrictamente “científica”, ya que la ciencia no puede determinar nada en cuanto al “espíritu” humano, mucho menos cuándo su concesión da origen a una “persona”.
Algunas Teorías
Algunos sostienen que la entidad resultante de la concepción no es una “persona humana” hasta algún tiempo después del nacimiento, cuando se puede confirmar que es genéticamente saludable. Esta fue la posición del ganador del Premio Nobel Don Francis Crick, un escéptico que negaba que los seres humanos incluso tengan un alma (Howard y Rifkin, 81).
Otro enfoque es que el feto llega a ser “humano” en el nacimiento. Los que aprueban la práctica del “aborto por nacimiento parcial” no tienen dudas en matar a un niño mientras una porción del pequeño cuerpo todavía esté en el canal de nacimiento.
Muchas autoridades médicas seculares argumentan que la viabilidad es el comienzo de la “persona humana”. Se define generalmente “vialidad” como el periodo más corto del embarazo en que un niño que nace prematuramente tiene la posibilidad de sobrevivir. Generalmente, esto varía desde las 20-27 semanas.
Los eruditos conservadores en la “cristiandad” argumentan que la vida humana comienza en la concepción. En abril de 1981, un panel distinguido de genetistas y médicos testificaron ante el Comité Judicial del Senado en cuanto a la naturaleza del organismo humano que se produce por la unión del esperma y el óvulo.
El Dr. McCarthy de Mere, un médico y profesor de ley de la Universidad de Tennessee, testificó de la siguiente manera: “El momento exacto en que comienza la personalidad humana y el cuerpo humano es el momento de la concepción” (énfasis añadido).
Conocido como el “Padre de la Genética Moderna”, el Dr. Jerome Lejeune dijo a los legisladores: “Aceptar el hecho que después que se ha realizado la fertilización un nuevo humano ha llegado a existir ya no es un asunto de gusto u opinión…. Es una evidencia experimental clara” (vea “Asociación de…”, 2006).
Note el testimonio de un genetista renombrado mundialmente, el ateo Theodosius Dobzhansky: “Un ser humano comienza su existencia cuando un espermatozoide fertiliza a un óvulo” (1965, p. 10, énfasis añadido). Incluso el fallecido Isaac Asimov, un enemigo fanático de la Biblia, reconoció que “el ser humano…comienza a vivir como un óvulo fertilizado” (20, énfasis añadido). Ninguno de estos hombres creía en la existencia de un “alma”; no obstante, reconocieron que la unión del espermatozoide y el óvulo es el comienzo de una persona humana.
Destruir con determinación un embrión humano es quitar la vida de un ser humano.
Una Argumentación Reciente
Recientemente se me presentó una teoría que algunas personas estaban considerando. Ellos argumentaban que no se puede probar que el “espíritu” que Dios otorga entra en la unión del espermatozoide y el óvulo en ese punto en el tiempo; en cambio, sostenían que era más probable que el espíritu entra al embrión cuando éste se implanta en el útero.
No se presentó argumento bíblico para esta posición. La declaración simplemente era esta: no se puede probar que el “espíritu” se otorga al momento de la unión del espermatozoide y el óvulo, i.e., la concepción.
Al considerar esta posición, se debe hacer las siguientes preguntas para llegar a un enfoque correcto: (a) ¿Está el embrión pre-implantado vivo o no-vivo? (b) ¿Es el embrión humano o no-humano? La respuesta a la primera pregunta es demasiado evidente como para justificar una discusión adicional. La respuesta a la segunda pregunta es igualmente aparente. Ciertamente el embrión no es un pez, reptil, ave o bestia; si se desarrolla completamente nunca será algo más que solamente un hombre o una mujer. (c) ¿Es el embrión una persona o no? Si se responde que no es una persona, ¿cuál es el fundamento para esta opinión? Se debe sostener esta proposición con evidencia.
La Consecuencia de la Enseñanza
Medite en esta inferencia necesaria: Si los embriones humanos no son “personas” antes de la implantación, entonces son candidatos adecuados para la experimentación o para cualquier propósito de uso, e.g., investigación de la célula madre y exterminación—¡al antojo de los científicos! Actualmente existen aproximadamente 400,000 embriones humanos congelados esperando un destino incierto. ¿Qué cristiano puede vivir con esta conclusión?
En el curso de mis conversaciones con las personas que mencione anteriormente, llegó a ser muy claro para mí que ellos estaban motivados por el hecho que ciertos procedimientos de control de embarazo están diseñados a destruir el óvulo fertilizado antes que llegue al útero. Por ende, si se podía demostrar que el embrión no es una persona humana hasta la implantación, entonces también se podía justificar los procedimientos de eliminación antes de este evento. Esta posición es errónea.
Persona Versus Habitación
Con la unión del espermatozoide y el óvulo, una nueva entidad viva se forma que, en su esencia genética microscópica, consiste de todo lo que será genéticamente—si se la sustenta con agua, oxígeno y nutrientes. La implantación en el útero es similar a mudarse a una casa que se ha diseñado para acomodar al residente.
No tiene sentido argumentar que un bebé no es una persona hasta que entra a la casa en que vivirá, como no tiene sentido argumentar que el embrión no es una persona hasta que llegue al útero. ¿Es aceptable practicar infanticidio mientras el niño está en la ruta a la casa, pero no después que ha entrado?
Evidencia Bíblica—El Antiguo Testamento
Como notamos anteriormente, la “ciencia” no puede explicar el tema del “espíritu”, ya que el espíritu es una entidad inmaterial. Por otra parte, para aquellos que respetan el testimonio de las Escrituras, se espera que las páginas de la literatura sagrada arrojen luz sobre el tema del “espíritu”. ¿Existe información bíblica que ayude en este respecto? Sí. Los escritores de la Biblia dan por sentado que la vida de una persona comienza en la concepción.
El Antiguo Testamento hebreo usa la palabra zera’ (semilla) tanto literalmente como figurativamente. En un sentido literal se puede usar para hablar de la semilla que se planta en un campo. “El uso metafórico más frecuente de…zera’ (semilla) se emplea para designar a la simiente humana, i.e., linaje o descendiente(s)” (VanGemeren, 1152). La palabra puede hacer referencia a una persona, como en el caso del Mesías venidero (Génesis 3:15), a la gente de la nación israelita (Génesis 15:5; 22:18) o, proféticamente, a los cristianos (Salmos 22:30; Isaías 53:10; cf. “hijos”—Hebreos 2:13).
Aquí hay un punto importante. En Números 5:28, se dijo que una mujer “concebiría hijos” (LBLA). Lo que se concibe no es un pedazo de tejido que después se convierte en un niño; es un niño. David declaró: “en pecado me concibió mi madre” (Salmos 51:5). Los calvinistas tergiversan este versículo al intentar probar el pecado original; ellos malentienden la naturaleza hiperbólica del lenguaje (cf. Job 31:18; Salmos 22:10). Dejando eso a un lado, el texto claramente indica que David se consideró como una persona (pronombre “me”) desde el momento de su concepción.
En el salmo 139, David describió el cuidado de Dios incluso en las etapas más tempranas de su desarrollo. Él dijo que Jehová vio “mi embrión” (vs. 16). La expresión hebrea parece hacer referencia al “embrión no desarrollado” (Kirkpatrick, 789, énfasis añadido; cf. Kidner, 466). El “embrión” existía antes de la implantación.
Evidencia Bíblica—El Nuevo Testamento
Una palabra griega que corresponde a la palabra zera’ del Antiguo Testamento es sperma (semilla). Se encuentra 217 veces en el griego del Antiguo Testamento (la Septuaginta; LXX) y 44 veces en el griego del Nuevo Testamento. De igual manera, se emplea metafóricamente para una persona; esta “semilla” (persona) comienza en la “concepción” (vea Hebreos 11:11).
Se dice que Elisabet y María “concibieron” un “hijo”—no simplemente tejido (Lucas 1:36). No se pude negar que “hijo” en este contexto indica una persona.
Santiago escribió que “el cuerpo sin espíritu está muerto” (2:26). El texto sugiere (por implicación) que el espíritu está presente tan pronto como existe un cuerpo vivo. Ese pequeño “cuerpo” comienza en la concepción. Pero ¿es adecuado considerar al embrión como un “cuerpo”? ¿Cómo se debe definir a un humano vivo?
Para el tiempo que el embrión llega al útero, ya se ha desarrollado hasta convertirse en un grupo de 50 a 150 células. Este organismo diminuto exhibe todas las características de un cuerpo vivo.
- Tiene movimiento independiente.
- Experimenta crecimiento real, la multiplicación de células.
- Responde al estímulo externo.
- Tiene un metabolismo, i.e., utiliza productos fuera de sí mismo para producir energía.
El hecho de que sea tan pequeño de ninguna manera anula la realidad que es un cuerpo vivo.
Esta información, más la afirmación de Juan, argumenta a favor de la presencia del “espíritu” o “alma” de esa persona. La ecuación divina es esta: cuerpo – espíritu = cadáver; cuerpo + espíritu = persona viva. Considerar este proceso de razonamiento lógico como simplemente “opinión”, como algunos lo han hecho, ¡es increíble! Esta es una inferencia lógica, no una suposición.
Objeciones Defensivas
Como se sugirió anteriormente, después de analizar los enunciados de aquellos que justifican la destrucción del embrión antes de la implantación, estoy convencido que el motivo principal detrás de esta posición es: (a) culpabilidad por haber aprobado métodos de control de embarazo que abortan al embrión; (b) deseo de defender una práctica que se considera como un método conveniente de control de embarazo. Algunos argumentan de esta manera.
- Si todos los embriones tienen espíritus, y;
- Los anticonceptivos orales abortan a los embriones;
- Entonces, los anticonceptivos matan a embriones con espíritus, por ende a gente.
Este “silogismo” está arreglado incorrectamente. Para llegar a la conclusión (3), entonces la premisa menor (2) debe decir: “Todos los anticonceptivos orales abortan a los embriones”. No se ha probado eso. Un anticonceptivo que se diseña para destruir a un embrión es algo inmoral, pero no un anticonceptivo que se diseña simplemente para evitar la ovulación. Debemos informar a nuestras esposas en cuanto a la naturaleza de las píldoras que usan.
Otro argumento que se usa se relaciona al “defecto de fase lútea” (DFL), que se cree que interfiere ocasionalmente con la implantación de los embriones durante el periodo post-parto de lactancia. De manera increíble, algunos sostienen que Dios “diseñó a las mujeres en tal manera para causar” DFL, y por tanto esta destrucción de un embrión evidencia que el espíritu no está presente. ¿Qué acerca de las muchas causas de “pérdidas” después de la implantación uterina? ¿Sugieren estos sucesos trágicos que el feto no es una persona humana, por ende, que es aceptable el aborto en cualquier momento en la ruta al nacimiento?
Lo cierto es que se considera al DFL como un “desorden”, un “defecto”—no algo proyectado divinamente. En caso contrario, se pudiera argumentar que los ataques cardíacos y el cáncer fueron diseñados divinamente. El cuerpo humano ha sido alterado con muchas debilidades como consecuencia de los efectos a largo-plazo del pecado. Se atribuye los desórdenes y la muerte a Satanás (Lucas 13:16; Juan 8:44b), no a Dios. ¿Argumenta el hecho que las enfermedades quitan la vida que una persona puede matar a su prójimo con impunidad?
CONCLUSIÓN
Es inconcebible que los hombres que profesan representar a Jesucristo sostengan que la destrucción deliberada de un embrión es un acto moral que tiene la aprobación del Creador. Pero las tendencias sociales pueden incluso engañar a hombres buenos. Es mi oración que aquellos que defienden el cristianismo estudien cuidadosamente y razonen lógicamente.
REFERENCIAS
Asimov, Isaac (1963), El Código Genético [The Genetic Code] (Nueva York: Orion Press).
Asociación de Médicos ProVida [Association of Prolife Physicians] (2006), “¿Cuándo Comienza la Vida Humana?” [“When Does Human Life Begin?”], [En-línea], URL: http://www.prolifephysicians.org/lifebegins.htm.
Dobzhansky, Theodosius (edición de 1965), La Evolución, la Genética y el Hombre [Evolution, Genetics, & Man] (Nueva York: John Wiley & Sons).
Howard, Ted y Jeremy Rifkin (1977), ¿Quién Debe Tener el Rol de Dios? [Who Should Play God?] (Nueva York: Dell).
Kidner, Derek (1975), Salmos 73-150 [Psalms 73-150] (Downers Grove, IL: Inter-Varsity Press).
Kirkpatrick, A.F. (1906), Salmos [Psalms] (Cambridge: University Press).
VanGemeren, Willem A. (1997), Diccionario de Teología y Exegética del Antiguo Testamento [Dictionary of Old Testament Theology & Exegesis] (Grand Rapids: Zondervan), Vol. 1.
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