¿Cuándo Reinó Baasa?
En el libro de 1 Reyes, leemos que Baasa llegó a ser el tercer rey del reino del norte de Israel en “el tercer año de Asa rey de Judá,… y reinó veinticuatro años” (15:33). Luego, cuando Baasa murió, su hijo Ela llegó a ser rey de Israel en “el año veintiséis de Asa rey de Judá” (16:8, énfasis añadido). Sin embargo, 2 Crónicas 16:1 declara: “En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey de Israel contra Judá, y fortificó a Ramá, para no dejar salir ni entrar a ninguno al rey Asa, rey de Judá” (énfasis añadido). La pregunta obvia es: ¿Cómo pudo Baasa haber estado gobernando en Israel en el año 36 de Asa, si 1 Reyes 16 indica claramente que Baasa había muerto cuando Asa (el tercer rey del reino del sur) estaba solamente en el año 26 de su reinado? ¿Es posible reconciliar 1 Reyes 16:8 con 2 Crónicas 15:19-16:1? O ¿es esta una contradicción legítima que debería guiarnos a concluir que la Biblia es un libro inútil de mitos inventados por hombres?
Existen dos soluciones posibles para este problema. Primero, puede ser que los números registrados en 2 Crónicas 15:19 y 16:1 simplemente sean el resultado del error de un copista. Aunque los escépticos puedan burlarse de los intentos de reconciliación que proponen que un copista pudo haber cometido un error en algún punto en el pasado, el hecho es que los copistas no fueron infalibles; los hombres inspirados fueron los únicos escritores infalibles. Siempre que se necesitaba duplicados de las Escrituras del Antiguo Testamento, se producían copias a mano—una tarea minuciosa y prolongada que requería concentración extrema. La historia registra que los copistas (tales como los masoretas) tuvieron como meta producir copias exactas de la Escritura, y que ellos hicieron lo imposible para garantizar la fidelidad de sus copias. Pero todavía fueron humanos. Y los humanos son propensos a cometer errores, a pesar del cuidado o lo estrictas que sean las reglas bajo las cuales operan. La complejidad del idioma hebreo y las muchas maneras en que se podían introducir errores potenciales hacían que la tarea de los copistas fuera mucho más difícil.
En su comentario sobre 2 Crónicas, Keil y Delitzsch propusieron que el número 36 en 2 Crónicas 16:1 y el número 35 en 15:19 son errores de copistas, los cuales deberían ser 16 y 15 respectivamente. Un copista pudo haber confundido o intercambiado (inadvertidamente) las letras hebreas antiguas yod y lamed, que representaban los números 30 y 10. Una pequeña mancha por uso excesivo en un rollo o un manuscrito perforado o ligeramente roto hubiera causado que yod luciera como lamed. Además, también es posible que este error haya ocurrido primeramente en 2 Crónicas 15:19. Luego para darle consistencia en 16:1, un copista pudo haber concluido que 16 pudo haber sido un error por 36 y por ende lo hubiera cambiado (Archer, 1982, p. 226). Por tanto, los números 35 y 36 se pudieron haber originado del original 15 y 16. Con este ajuste, los enunciados en 1 Reyes y 2 Crónicas se armonizan fácilmente.
Una segunda posibilidad de por qué los números en 1 Reyes 16:8 y 2 Crónicas 15:19-16:1 parecen contradictorios es porque los números pueden hacer referencia a los años 35 y 36 después de la división del Reino Unido (que hubieran sido los años 15 y 16 de Asa), en vez que a los años 35 y 36 del reinado de Asa (Thiele, 1951, p. 59). La palabra hebrea para “reinado” (malkût) también puede significar “reino” (2 Crónicas 1:1; 11:17; 20:30; Nehemías 9:35; etc.). En su comentario de 2 Crónicas, Jamieson, Faussett y Brown estuvieron a favor de esta explicación, diciendo, “Los mejores críticos de la Biblia están de acuerdo en considerar que este dato se calcula desde la separación de los reinos, y que coinciden con el año 16 del reinado de Asa” (1997). [Se obtiene el número 16 al sustraer los reinados de Roboam (17 años) y Abías (3 años) de los 36 años que 2 Crónicas menciona]. Pero, como Gleason Archer reconoció,
No tiene paralelo hacer referencia al reino de una nación como un todo e identificarlo con un rey particular que llega después en la dinastía. Y el hecho que no exista ejemplo de tal uso en el relato de la historia tardía de Judá en Crónicas es un problema principal con esta solución (p. 225).
Primera de Reyes 16:8 revela que Baasa no pudo haber reinado sobre Israel en el año 36 del reinado de Judá. Los números 35 y 36 en 2 Crónicas 15:19-16:1 son el error de un copista, o representan el número total de años desde que el Reino Unido se dividió. Cualquiera que sea el caso, ambas explicaciones proveen soluciones posibles para el supuesto problema entre los dos pasajes. De ninguna manera las diferencias entre 1 Reyes 16:8 y 2 Crónicas 15:19-16:1 son razones para rechazar a la Biblia como la Palabra inspirada de Dios.
REFERENCIAS
Archer, Gleason L. (1982), Una Enciclopedia de Dificultades Bíblicas [An Encyclopedia of Bible Difficulties] (Grand Rapids, MI: Zondervan).
Jamieson, Robert, et al. (1997), Comentario Bíblico de Jamieson, Faussett y Brown [Jamieson, Faussett, Brown Bible Commentary] (Electronic Database: Biblesoft)
Keil, C.F. y F. Delitzsch (1996), Comentario sobre el Antiguo Testamento de Keil y Delitzsch [Keil and Delitzsch Commentary on the Old Testament] (Electronic Database: Biblesoft), nueva edición actualizada.
Thiele, Edwin R. (1951), Los Números Misteriosos de los Reyes Hebreos [The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings](Chicago, IL: University of Chicago Press).
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