¿“Creó” Dios o “Hizo” el Mundo?
A menudo, aquellos que sostienen el punto de vista que sugiere que la Tierra tiene billones de años sugieren que Dios inicialmente “creó” la Tierra (Génesis 1:1) y que luego la “hizo” (i.e., la recreó) en seis días. Aunque esto parezca muy improbable para los que leen la Escritura sinceramente (y correctamente), los defensores de la Tierra antigua (a menudo conocidos como los teorizadores de la Brecha) hacen una distinción entre las palabras hebreas bara (crear) y asah (hacer o moldear). Ellos afirman que bara y asah siempre significan cosas diferentes en relación a los actos creativos de Dios. Por ejemplo, no hace mucho oí a un caballero enseñar en la radio que Éxodo 20:11 no significa que Dios creó el Universo en seis días sino que Él “moldeó” o “recreó” el Universo en seis días después de haberlo creado originalmente billones de años antes. Este hombre basaba su argumento completo sobre el “hecho” que “hacer” no significa “crear”.
¿Cuál es la verdad concerniente a este punto? Después de inspeccionar el Antiguo Testamento, se descubre que no se hace ninguna distinción entre el acto creativo (bara) de Dios y Su acto hacedor (asah) en el relato de la creación o en algún otro lugar con este fin. Lo cierto es que estas palabras se usan intercambiablemente por todo el Antiguo Testamento en referencia a lo que Dios ha hecho. En Génesis 1-2, las palabras “creó” (bara) e “hizo” (asah) se usan quince veces en referencia a la obra de Dios. Es claro para el lector imparcial que estas palabras no son contrarias; en cambio, enseñan una verdad central—que Dios creó y/o hizo el Universo y todo en él en seis días literales.
En Génesis 1:26 se registra que Dios dijo: “Hagamos (asah) al hombre a nuestra imagen”. Luego se nos dice en el siguiente versículo que “creó (bara) Dios al hombre a su imagen”. ¿Cómo se podría afirmar (lógicamente) que en estos dos versículos “hacer” y “crear” hacen referencia a dos creaciones diferentes? Al comienzo del siguiente capítulo, leemos: “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho (bara) en la creación. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados (bara), el día que Jehová Dios hizo (asah) la tierra y los cielos” (Génesis 2:3,4). Claramente, estas palabras se usaron intercambiablemente en el relato de la creación y por toda la Biblia cuando se habló de lo que Dios hizo “en el principio” (cf. Salmos 148:1-5; Nehemías 9:6; Éxodo 20:11; Génesis 1:21,25).
¿Intentó Dios comunicar un mensaje diferente cada vez que usó palabras diferentes para describir algo? ¡Absolutamente no! Así como usted puede decir a una persona, “Podé mi huerta”, puede también decir a alguien mas, “Corté el césped”. Usted ha dicho una sola verdad, incluso cuando usó dos frases. A menudo hacemos esto al contar una historia para evitar la monotonía. Cuando el salmista proclamó, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (19:1), su propósito no fue enseñar dos verdades diferentes, sino enseñar una verdad con dos diferentes palabras. Luego, cuando escribió, “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (24:1), otra vez estuvo enseñando un mensaje central con palabras diferentes. Probablemente, cuando la Biblia dice que Dios “creó” el mundo, esto significa nada más (o menos) que Dios “hizo” el mundo (y viceversa).
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