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¿Creó Dios a los Animales o al Hombre Primero?

Después de leer los primeros dos capítulos de la Biblia, algunos escépticos, en un intento por desaprobar la inerrancia bíblica, han acusado al escritor de Génesis de errar en cuanto al registro de los eventos que ocurrieron en el sexto día de la creación. Aunque Génesis 1:24-27 indica simplemente que el hombre fue creado después que los animales, los críticos claman que Génesis 2:18,19 enseña que el hombre fue creado antes que los animales. Ellos aseveran firmemente que el lenguaje del autor de Génesis prueba que la Biblia no es inspirada divinamente.

¿Presenta Génesis dos un orden de creación diferente a Génesis uno? ¿Existe una explicación razonable para las diferencias entre los dos capítulos? O ¿se debe considerar esta diferencia como una contradicción legítima?

Algunos estudiantes de la Biblia resuelven esta supuesta contradicción explicando simplemente que el verbo hebreo traducido como “formó” puede haber sido traducido fácilmente como “haber formado”. En su Exposition of Genesis (Exposición de Génesis), H.C. Leupold declaró:

Sin ningún énfasis en la secuencia de hechos, el relato aquí registra que Dios creó a las varias criaturas y las trajo al hombre. El hecho que estos realmente habían sido creados antes que el hombre es tan aparente por el capítulo uno que no requiere explicación. Pero el recordatorio que Dios los había “formado” resalta Su poder para traerlos al hombre y por ende es muy apropiado mencionarlo aquí. En nuestro parecer, no sería equivocado traducir yatsar como pluscuamperfecto en este caso: “Él había formado”. La insistencia de los críticos en cuanto a un pasado marcado es en parte el resultado de un intento de hacer que los capítulos uno y dos estén en conflicto en tantos puntos como sea posible (1942, p. 130, énfasis añadido).

El erudito en hebreo Victor Hamilton estuvo de acuerdo con el enunciado de Leupold en cuanto a Génesis 2:19 cuando también reconoció que “es posible traducir formó como ‘había formado’” (1990, p. 176). Keil y Delitzsch declararon en el primer volumen de su comentario muy reconocido del Antiguo Testamento que “nuestro estilo moderno para expresar el mismo pensamiento [que el Espíritu Santo, a través de Moisés, intentó comunicar—EL] sería simplemente este: ‘Dios trajo a Adán las bestias que Él había formado’” (1996, énfasis añadido). Añadiendo incluso más crédito a esta interpretación es el hecho que la Nueva Versión Internacional (NVI) en inglés traduce el verbo en el versículo 19, no como un tiempo pasado simple, sino como un pluscuamperfecto. Aunque Génesis capítulos uno y dos concuerdan incluso cuando yatsar es traducido simplemente como “formó” (como notaremos en el resto de este artículo), es importante señalar que los cuatro eruditos en hebreo mencionados anteriormente y los traductores de la NVI en inglés, creen que este verbo pudiera (o debiera) ser traducido como “había formado”. Y, como Leupold reconoció, aquellos que niegan esta posibilidad lo hacen (a lo menos en parte) a causa de su insistencia en hacer que los dos capítulos estén en desacuerdo.

La razón principal por la cual los escépticos no ven armonía en los eventos registrados en los primeros dos capítulos de la Biblia es porque no quieren darse cuenta que Génesis 1 y 2 tienen dos propósitos diferentes. El capítulo 1 (incluyendo 2:1-4) se enfoca en el orden de los eventos de la creación; el capítulo dos (realmente 2:5-25) simplemente provee información más detallada acerca de algunos de los eventos mencionados en el capítulo uno. El capítulo dos nunca tuvo la intención de ser una recapitulación cronológica del capítulo uno; en cambio tiene un propósito único, i.e., desarrollar en detalle las características más importantes del relato de la creación, especialmente la creación del hombre y sus entornos. Como Kenneth Kitchen señaló en su libro, Ancient Orient and the Old Testament (El Oriente Antiguo y El Antiguo Testamento):

Génesis 1 menciona la creación del hombre como la última de una serie y sin ningún detalle, pero en Génesis 2 el hombre es el centro de interés y se dan detalles más específicos acerca de él y su entorno. El hecho de no reconocer la naturaleza complementaria del tema—la distinción entre un bosquejo de toda la creación y la concentración en detalle en el hombre y su ambiente inmediato—está al borde del oscurantismo (1966, p. 117).

Norman Geisler y Thomas Howe resumieron algunas de las diferencias en Génesis 1-2 en la siguiente tabla (1992, p. 35):

Génesis 1   Génesis 2
Orden Cronológico   Orden Temático
Bosquejo   Detalles
Creación de Animales   Nombramiento de Animales

Lo cierto es que “Génesis 2 no presenta un relato de creación en absoluto, sino presupone la terminación de la obra de Dios de la creación documentada en el capítulo 1… […]el capítulo 2 está establecido en el fundamento del capítulo 1 y no representa una tradición diferente que el primer capítulo o un relato discrepante del orden de la creación” (Archer, 1982, pp. 68-69). En resumen, Génesis capítulo 1 y 2 son armoniosos en todo caso. Lo que puede parecer una contradicción a primera vista es esencialmente un relato más detallado del capítulo uno. El texto de Génesis 2:19 no dice nada acerca de los orígenes relativos del hombre y las bestias en términos de cronología, sino simplemente sugiere que los animales fueron formados antes de ser traídos al hombre.

Si alguien todavía rechaza la posibilidad que yatsar sea traducido como “había formado” y la explicación que los dos capítulos sean redactados diferentemente debido al propósito que tienen, una respuesta final para las acusaciones de los escépticos es que el texto nunca dice que no se crearon animales el sexto día después de Adán. Aunque a mi parecer es muy improbable que Dios creara un grupo especial de animales que serían nombrados por Adán (después de crear a los otros antes de la creación del hombre—Génesis 1:20-27), algunos comentaristas sostienen este punto de vista. Después de sus comentarios concernientes a la traducción de yatsar, Victor Hamilton indicó que las criaturas mencionadas en 2:19 fueron creadas en el día sexto después de Adán con el propósito de ser nombradas. En los comentarios de U. Cassuto sobre Génesis 2 concerniente al tiempo en que Adán nombró a los animales, él declaró: “De todas las especies de bestias y criaturas voladoras que habían sido creadas y que se habían esparcido sobre la superficie de la tierra y el firmamento de los cielos, ahora Dios formó especimenes particulares con el propósito de presentarlos ante el hombre en el Huerto” (1961, p. 129, énfasis añadido). Ambos estudiosos de la Biblia reconocen que el texto nunca dice que ningún animal fue creado después de Adán, sino que todos los animales fueron creados en el día cinco o seis (antes y posiblemente después que Adán fuera creado). Aunque esta posición puede ser poco convencional (o improbable), sirve como otra razón para demostrar que los escépticos no tienen fundamento para aseverar que existe una contradicción entre Génesis 1:24-27 y 2:19.

REFERENCIAS

Archer, Gleason L. (1982), An Encyclopedia of Bible Difficulties (Grand Rapids, MI: Zondervan).

Cassuto, U. (1961), A Commentary on the Book of Genesis (Jerusalem: Magnes).

Geisler, Norman L. y Thomas A. Howe (1992), When Critics Ask (Wheaton, IL: Victor Books).

Hamilton, Victor P. (1990), The Book of Genesis (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Keil, C.F. y F. Delitzsch (1996), Keil and Delitzsch Commentary on the Old Testament (Electronic Database: Biblesoft), new updated edition.

Kitchen, Kenneth (1966), Ancient Orient and Old Testament (Chicago, IL: Inter-Varsity Press).

Leupold, Herbert C. (1942), Exposition of Genesis (Grand Rapids, MI: Baker).


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