Completamente Fuera de Contexto: “No Matarás”—Sé Vegetariano
Al manejar por una de las vías públicas en Montgomery, Alabama hace un tiempo atrás, un gran anuncio publicitario captó mi atención. En la parte izquierda del anuncio había una foto de un hombre que tenía cabello blanco, una gran barba blanca y que vestía una bata blanca. En su mano derecha sostenía lo que parecía ser un bastón, y en su mano izquierda sostenía lo que parecía ser un apio. Las letras grandes en el lado derecho del anuncio decían, “No matarás”, y debajo de esta cita del Antiguo Testamento estaba el imperativo “Sé vegetariano”.
No me malinterprete; no estoy en contra de ser vegetariano, y ciertamente no diría que alguien está haciendo lo incorrecto si lo fuera. Sin embargo, es una práctica deshonesta tomar un versículo de la Palabra de Dios y usarlo fuera de su contexto para justificar o condenar una actividad que el texto no aborda. Según el Antiguo Testamento, es claro que el mandamiento a no matar no se aplicaba a los animales, sino solamente al homicidio de seres humanos. En Génesis 9:1-6, Dios dijo directamente a Noé y a sus hijos que ellos podían comer de “[t]odo lo que se mueve y vive”. Sin embargo, en ese pasaje clarificó que la vida humana es diferente a la vida animal. En el versículo seis, declaró: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”.
También se puede mostrar que es ridículo implicar que el mandamiento de Dios, “No matarás” (que se encuentra en Éxodo 20:13) se aplica a los animales cuando se considera que Dios mismo envió codornices para que los israelitas comieran (Éxodo 16:8,13), y que también mandó que los israelitas mataran y comieran corderos durante la fiesta de la Pascua. En cuanto al cordero de la Pascua, Moisés escribió: “El animal será sin defecto, macho de un año… Y aquella noche comerán la carne asada al fuego” (Éxodo 12:5,8, énfasis añadido). Obviamente, la prohibición de Dios en cuanto a la matanza no se extendía a los animales, sino solamente a los seres humanos.
El Nuevo Testamento documenta explícitamente el hecho que ciertas personas “religiosas” intentarían prohibir el consumo de ciertos alimentos. Pablo escribió a Timoteo:
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado (1 Timoteo 4:1,3-5).
Cuando alguien toma el mandamiento “No matarás” fuera de contexto para aplicarlo a los animales, está siguiendo la corriente de aquellos de los cuales Pablo dijo que se apartarían de la fe. Además, contradice el énfasis divino que indica que Dios creó al hombre a Su propia imagen (a diferencia de alguna otra criatura), otorgándole un alma inmortal. Cualquiera que sea el grupo que patrocinó tal anuncio, ciertamente no ha hablado de Dios lo recto (Job 42:7).
Y a propósito, algunos calificarían al apio (una planta) como un “organismo vivo”. Si “No matarás” se aplica a toda la vida, ¿no sería aquel hombre en el anuncio, que estaba sosteniendo un apio, culpable de matar a algo vivo? ¿Estarían dispuestos los que patrocinaron ese anuncio a sugerir que la Biblia condena la matanza de mosquitos, cucarachas u hormigas? Si se toma un versículo bíblico fuera de su propio contexto, y se lo usa incorrectamente para justificar o condenar algo, entonces no existiera fin para tal actividad.
REPRODUCTION & DISCLAIMERS: We are happy to grant permission for this article to be reproduced in part or in its entirety, as long as our stipulations are observed.