Cegados por la Biblia
En agosto de 1984, un cristiano fue invitado a presentarse al programa de televisión de ámbito nacional de Phil Donahue con el propósito de clarificar por qué una iglesia en Oklahoma había aplicado procedimientos disciplinarios a un miembro rebelde. El cristiano presentó las directivas bíblicas relacionadas al tema al citar escritura tras escritura que confirmaba que, en efecto, la iglesia había seguido concienzudamente el protocolo bíblico. Su apelación persistente a la Biblia parecía antagonizar e irritar a muchos miembros de la audiencia en el estudio. Los sentimientos de la audiencia fueron resumidos en las palabras de una mujer que se paró y, mientras el Sr. Donahue sostenía el micrófono para ella, declaró con frustración y exasperación aparente: “Desde que estoy aquí hoy yo solo siento que ustedes están cegados por la Biblia. Ellos no ven nada más que la Biblia” (Donahue, Transcript, 1984, p. 20).
Involuntariamente, esta mujer dio un tributo inmenso a los cristianos. Fue aparente para la audiencia que los cristianos genuinos están tan obsesionados con la Palabra de Dios, y tan preocupados en averiguar la autoridad bíblica para cada acción, que ellos simplemente no pueden ver algo más. Ellos están cegados—no por el razonamiento humano erróneo, las consecuencias legales/judiciales, o el consenso actual de la sociedad—sino por la Biblia.
Hubo un tiempo en el cual se pudo haber dicho correctamente que la civilización americana estaba similarmente cegada. Desafortunadamente, durante los pasados cincuenta años, la sociedad parece haber recobrado grandemente su vista. Los valores bíblicos y los principios morales sobre los cuales este país fue fundado, y los cuales han provisto el marco social en el cual la mayoría de americanos han operado, están siendo echados por la borda sistemáticamente y están siendo reemplazados por el pluralismo. Una variedad de filosofías, religiones, y valores están siendo incorporados gradualmente en una civilización americana que nunca fue prevista por los Fundadores. El enfoque bíblico, en el cual la Palabra de Dios está establecida permanentemente, ha sido abandonado grandemente. La educación pública está ahora totalmente dominada por la psicología moderna, la sociología humanística, y los valores evolutivos. El americano promedio diferenciaba lo correcto de lo incorrecto, y reconocía un estándar absoluto de moralidad. Sin embargo, ahora la actitud, “Yo estoy en lo correcto, Tú estás en lo correcto” de “corrección política” está penetrando en la población. El distanciamiento del ciudadano promedio lejos del Dios de la Biblia es profundo.
Sin gente nunca más “cegada por la Biblia”, esta situación ha llegado a ser el mismo escenario social descrito por Jesús cuando, al referirse a Sus contemporáneos terrenales, dijo:
viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden… Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Si solo la civilización regresara a una obsesión saludable con la Palabra de Dios—a una intimidad continua con la Escritura. Si solo la sociedad una vez más llegara a estar cegada por la Biblia.
REFERENCIAS
Donahue Transcript #09284 (1984), (Cincinnati, OH: Multimedia Entertainment).
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