¿Causa el Cristianismo “Miseria Sexual”?
Incluso cuando la mayoría de cristianos americanos del siglo veintiuno reconocemos que vivimos en una sociedad enloquecida por el sexo, parece que raramente consideramos cómo las regulaciones divinas concernientes a las “relaciones sexuales” son una razón principal por la cual mucha gente rechaza el cristianismo. Se ha reconocido hace mucho tiempo que algunos incrédulos rechazan aceptar la Biblia como el texto inspirado por Dios porque esto requiere que ellos vivan de acuerdo a un estándar moral fijo. Ahora, el autor Chaz Bufe ha calificado específicamente a la “miseria sexual” como un subproducto negativo del cristianismo y como una de las razones principales de por qué Cristo y Su doctrina deben ser rechazados. En un folleto titulado 20 Reasons to Abandon Christianity (20 Razones para Abandonar el Cristianismo), Bufe listó “El Cristianismo produce miseria sexual” como la razón número diez. Él declaró:
Además de la miseria producida por las invasiones autoritarias de cristianos en las vidas sexuales de los no-cristianos, el cristianismo produce gran miseria entre sus propios partidarios a través de su insistencia de que el sexo (excepto la variedad muy estrecha que permite) es malo, en contra de la ley de Dios. El cristianismo proscribe el sexo entre gente no-casada, el sexo fuera del matrimonio, las relaciones homosexuales, el bestialismo e incluso los pensamientos sexuales “impuros”. Satisfacer tales cosas puede y, en el punto de vista cristiano convencional, guiará directamente al infierno (s.d.).
Una cosa en la cual Chaz está en lo correcto es que comprometerse en relaciones sexuales fuera de un matrimonio legal está “en contra de la ley de Dios” (cf. Mateo 19:1-10; 1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:19-21). Y, como el escritor de Hebreos advirtió, “[A] los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4; cf. 1 Corintios 5:10). Pero ¿quiénes son realmente miserables cuando se trata de las relaciones sexuales? ¿Están sufriendo “miseria sexual” los que se someten a las leyes de Dios, o los que viven vidas sexualmente promiscuas?
Realmente, es el inmoral sexual quien a menudo sufre de varios desórdenes causados por su comportamiento licencioso. Según el Centro Americano por el Control de Enfermedades (CDC), más de 65 millones de personas (o el 22% de la población de Estados Unidos) viven con una o más enfermedades incurables transmitidas sexualmente (“Tracking…, 2004). Aquellos que rechazan cumplir las leyes de Dios concernientes a las relaciones sexuales se arriesgan a convertirse en una de estas personas infectadas quienes frecuentemente sufren de lesiones, verrugas e inflamaciones genitales, y también pueden experimentar dolor mientras que orinan o durante el coito sexual. Las mujeres con varias enfermedades transmitidas sexualmente sufren de inflamación pélvica, cáncer, infertilidad e incluso pueden tener problemas de embarazo y parto. Bufe sostiene que “el cristianismo produce miseria sexual”, aunque aquellos que viven de acuerdo a los estándares de Dios acerca de la moralidad no son los que experimentan los efectos debilitantes de un estilo de vida sexual impía y permisiva.
Ciertamente la vida cristiana no es un camino de rosas. El camino de Jesús es “angosto” (Mateo 7:14). El discípulo de Cristo es instruido a “negarse a sí mismo” a los placeres pecaminosos (Mateo 16:24) e “imitar” a Jesús, Quien no pecó (1 Pedro 2:21,22; 1 Corintios 11:1). La tentación sexual puede ser realmente difícil de resistir, especialmente cuando se es adolescente. Pero, la así-llamada “miseria” que los cristianos afrentan cuando resisten los placeres de la carne no se compara en ninguna manera a la miseria de la persona sexualmente inmoral. Cumplir con las leyes puede ser difícil. Una persona puede llegar a frustrarse constantemente al tener que cumplir con los límites de velocidad, mientras que otra persona puede irritarse con varias leyes de impuestos. Una persona que quiere perder peso debe fijar reglas alimenticias para sí misma. Seguir estas reglas puede ser muy molesto (como todos los que han tratado de perder peso pueden atestiguar), involucrando negación a sí mismo, dominio propio y auto-disciplina. Sin embargo, finalmente los hábitos alimenticios restringidos guiarán a una vida más sana. Similarmente, las dificultades que uno enfrenta al restringirse sexualmente para cumplir con las leyes de Dios concernientes al matrimonio guiarán finalmente a una relación sexual grandiosa con el cónyuge fiel, sin mencionar una relación más fuerte con Dios. Además, el hijo de Dios tiene la promesa que “fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
Sin duda, el camino de Dios concerniente a las relaciones sexuales es el mejor camino y el camino correcto. El hecho que los incrédulos enumeren la “miseria sexual” como una de las veinte razones principales para rechazar el cristianismo simplemente revela cuán débil es su caso en contra del cristianismo, como también cuán fácilmente pasan por alto los problemas que surgen (e.g., las enfermedades transmitidas sexualmente) por vivir vidas contrarias a la voluntad de Dios.
REFERENCIAS
Bufe, Chaz (sine data), 20 Reasons to Abandon Christianity (Tucson, AZ: Sharp Press), [En-línea], URL: http://www.seesharppress.com/20reasons.html#numberten.
“Tracking the Hidden Epidemics 2000” (2004), Center for Disease Control, [En-línea], URL: http://www.cdc.gov/nchstp/od/news/RevBrochure1pdfintro.htm.
REPRODUCTION & DISCLAIMERS: We are happy to grant permission for this article to be reproduced in part or in its entirety, as long as our stipulations are observed.