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Adán y Eva, el Bien y el Mal

P.

¿Conocían Adán y Eva el bien y el mal antes que pecaran? La Biblia dice que después que Adán y Eva comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal, ellos conocieron “el bien y el mal” (Génesis 3:5,22). ¿Cómo pudo Dios castigarles por una acción mala si ellos no sabían lo que era lo malo?

R.

Considere una situación hipotética: Imagine que dos padres buenos que vivieran en la ciudad más malvada en el mundo decidieran prohibir salir a sus hijos de su casa. Ellos les proveen todo lo necesario para que sobrevivan dentro de la casa. Llenan su casa solamente de cosas buenas. Sus hijos nunca ven el mal en la televisión, ni lo escuchan en la radio, ni lo leen en los libros. Sus hijos pueden jugar en cualquier cuarto en la casa y abrir cualquier puerta, excepto la puerta principal prohibida que guía a “Sodoma y Gomorra”. ¿Supieran esos niños lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer? Sí. ¿Han visto, atestiguado o experimentado el mal fuera de su casa (y lo han comparado con lo bueno en su propia casa)? No. Todo en su casa es bueno. Ellos tienen libertad de hacer muchas cosas en su propia casa. Se les prohibió solamente una cosa: abrir la puerta principal. ¿Saben que no deben abrir la puerta principal? Sí. Pero ¿conocen el mal al otro lado de la puerta? No. Nunca lo han visto, oído, sentido o experimentado.

La Biblia usa el término “conocer” (hebreo yada, griego ginosko) o uno de sus derivados (i.e., conocí, conocido, etc.) en varias maneras. Varias veces hace referencia a las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer (Génesis 4:1,17,25; Jueces 11:39). Jesús usó el término para hacer referencia al cuidado que tiene por Sus ovejas (i.e., Su pueblo—Juan 10:27). A diferencia de la senda de los malos que perecerá, el salmista escribió que Dios “conoce” (i.e., aprueba, se deleita en, etc.) el camino del justo (Salmos 1:6). Pablo usó el término “conocer” en Efesios 3:19 en el sentido de conocer “experimentalmente lo que intelectualmente está más allá de nuestro poder de conocer”—el amor de Cristo (Jamieson, et.al., 1997). Lo cierto es que así como muchas otras palabras en la Escritura (y en tiempos modernos), la palabra “conocer” tiene una variedad de significados.

Cuando Adán y Eva estaban en el Huerto del Edén, todo era “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Ellos tenían libertad de comer de “todo árbol del huerto” (2:16), pero se les prohibió comer de uno de ellos (2:17). Conocían la buena creación de Dios, y sabían que si comían del árbol de la ciencia del bien y del mal (el árbol prohibido), morirían según lo que Dios había dicho (3:2-3). Sin embargo, después que comieron del árbol prohibido realmente “conocieron” (experimentaron) el mal. Por ende, en un sentido Adán y Eva conocían la diferencia entre lo correcto e incorrecto, lo malo y lo bueno (sabían lo que debían hacer o lo que no debían hacer; entendían las distinciones morales), pero no conocieron el bien y el mal experimentalmente sino hasta después de su desobediencia.

 

REFERENCIAS

Jamieson, Robert, et.al. (1997), Comentario Bíblico de Jamieson, Fausset y Brown [Jamieson, Fausset, & Brown Bible Commentary] (Base Electrónica de Datos: Biblesoft).


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