“Absteneos de Toda Especie de Mal”
Dios escogió emplear el lenguaje humano—palabras—para comunicar Su voluntad a la gente. Aun cuando este medio de transmisión sea bastante adecuado para lograr tal objetivo, algunas veces puede ocurrir algún mal entendimiento. Un ejemplo de confusión es visto en la amonestación de Pablo a los tesalonicenses: “Absteneos de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5:22). Este versículo es usado frecuentemente para aseverar que los cristianos deberían evitar el comprometerse en acciones que parezcan impropias o pecaminosas—incluso cuando aquellas acciones puedan no realmente ser pecaminosas. Sin embargo, los traductores de la versión en inglés King James del 1611 estuvieron intentando expresar la idea de que uno debería abstenerse del mal en cualquier forma que éste apareciere. Algunas traducciones más nuevas ayudan a clarificar el texto griego fundamental al traducir el versículo, “Absteneos de cualquier forma del mal” (NKJV). El versículo prohíbe la práctica del pecado/mal en cualquier forma que ocurra—sea la mentira, el hurto, el homicidio, etc.
Contextualmente, los versículos 19-22 del capítulo cinco forman parte de la amonestación en cuanto a adoración que advertía a los cristianos del primer siglo a abstenerse de reprimir la expresión de los dones milagrosos—charismata (vss. 19,20). Los cristianos fueron amonestados a examinar los dones del Espíritu para probar su autenticidad para que así retuvieran lo que es correcto (vs. 21). Como tales, estos versículos son paralelos a Efesios 3:1-5, 4:30, Isaías 63:10-12, y Salmos 78:40. Estos pasajes demuestran que cuando los individuos se oponían o resistían a los representadores de Dios dotados milagrosamente—al rechazar la palabra que esos emisarios presentaban—ellos herían y apagan al Espíritu Santo en el sentido de que rechazaban Sus instrucciones, rehusando aceptar la enseñanza que les permitiría obtener la aprobación de Dios. La palabra “apagar” (sbennumi) es usada en el Nuevo Testamento para hacer referencia al acto de extinguir un fuego literal. Sin embargo, en 1 Tesalonicenses 5:19 se usa metafóricamente, y proyecta la idea de supresión. Uno no suprime o apaga literalmente al Espíritu. En cambio, uno suprime la influencia del Espíritu en la vida de uno mismo al resistir la enseñanza del Espíritu a través de la Escritura. Especialmente, en el contexto, cuando Pablo dijo absteneos de toda especie de mal, él estaba refiriéndose a abstenerse de las amonestaciones no-auténticas de aquellos que clamaban poseer dones espirituales.
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